miércoles. 24.04.2024
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POESÍA

Estudio para principiantes

Sarah Wetzel

Estudio para principiantes

La lluvia continúa en Roma
por séptimo día
lo que hace que el agua
parezca religión
en el sentido de que ya empiezo a creer
que no habrá ya ninguna otra estación.
Mientras tanto un piso abajo
una chica de ojos oscuros de tal vez siete u ocho años
con flequillo desaliñado
que probablemente cortó ella misma
practica la flauta.
Una y otra vez, toca
un estudio que reconozco
pero que no puedo nombrar.
Las notas suben rápido hasta que
ella tropieza
alcanza el mismo compás diecisiete veces
que es cuando
dejo de contar.
Mientras tanto mi padre cumple ochenta años
y me llama
a seis mil millas de distancia
para poder recordarme
que está muriéndose. Llama sólo para escuchar
mi voz. Cada vez que cojo la llamada
dice que sueno
como si estuviese ahí en el otro cuarto.
No soy experta en estudios para niños,
instrucciones para principiantes,
no soy experta en rituales ni lluvia.
Le digo a mi padre
Que estoy aprendiendo italiano.
Mientras tanto la pequeña, Anna o Annamarie,
ha dejado ya su flauta.
Es la hora de la cena e imagino
un bol de sopa frente a ella
que huele
de su ventana a la mía
a tomate o quizás minestrone.
Las dos ahí, la pequeña
y su abuela
quien, ahora que lo pienso,
es seguramente quien
corta el cabello de la nieta,
se inventan un juego
en el que nombran
el lugar de nacimiento de todos sus vecinos.
La niña le dice a la abuela
que la mujer de arriba viene de una ciudad
la más tranquila, più chetavo
o tal vez ella dijo
la más malvada, più cattivo
casas o tal vez dijo árboles
albergo albero, pero como sea
la más solitaria. A veces es difícil
conocer la diferencia.
Mientras tanto Roma recupera su posición.
La lluvia pausa
y Anna o Annamarie comienza
su estudio de nuevo. Una y otra vez
hasta que no puedo olvidar
cómo se siente la soledad.

***
Sarah Wetzel
es poeta y ensayista. Ha vivido en Manhattan, Tel Aviv y Roma. Es ingeniera, académica, y ha ganado varios premios de poesía.

La traducción es de Esteban Cisneros.

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