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La familia [IV]

Javier Morales i García

La familia [IV]

Había una gran diferencia entre el Spahn Ranch, en las montañas cerca de Chatsworth, California, en donde La Familia vivió un tiempo imaginándose los nuevos vaqueros cósmicos, o el Barker Ranch en el Valle de La Muerte, aparte del par de apartamentos y habitaciones de motel barato en San Fernando, en comparación con la lujosa mansión de Dennis Wilson.

Lo cierto es que en todos esos lugares aislados de la sociedad, Manson fue ejerciendo su poder y su doctrina. Todo lo hacían juntos: el sexo y las tomas de ácido cada mañana, mezcladas con el jugo de naranjas recién exprimidas para el desayuno, las largas charlas de Manson hablando y hablando sin parar y las lecturas de diferentes pasajes de la Biblia. No existían las personas, sólo eran símbolos.

La Familia vivió con Dennis Wilson durante seis largos meses, hasta que éste se hartó de ellos y se marchó a casa de un amigo. Faltaban tres semanas para que se acabara el alquiler de la mansión.

En una última conversación entre Manson y Wilson, el primero le pidió algo de dinero para comprar comida y llevársela al Spahn Ranch. También le preguntó por sus canciones y un contrato que Terry Melcher había prometido. El 'beach boy' dijo no acordarse de nada de eso y Melcher tampoco cumplió su palabra, fingiendo no acordarse tampoco. Manson amenazó a Wilson con secuestrar a su hijo pero lo único que hizo fue saquear la mansión antes de irse.

La Familia, que ya contaba con unos treinta miembros, incluyendo algunos niños, volvió al rancho de un viejo vaquero llamado George Spahn y siguieron viviendo allí a cambio de limpiar los establos y de hacer algún trabajillo que otro.

Cada vez más, Charlie entraba en un estado catatónico de depresión y rabia con el mundo, que a su vez solo le devolvía odio. Algunos hippies iban y venían del Spahn Ranch, y Manson pensó que hacía falta que La Familia tuviera unos guardaespaldas. Hubo unos tratos con una banda de Ángeles del Infierno californianos llamada The Straight Satans, pero les pedían demasiado dinero, aparte de que a los moteros nos les gustaba el aislamiento ni quedarse parados en un sitio.

La Familia seguía creciendo y el número exacto de miembros empieza a ser un misterio. Hay un círculo que está alrededor del líder pero muchos otros entran y salen…

Es un hecho probado que miembros de La Familia viajaban para contactar con amigos, con otras comunas y otros hippies con los que había relaciones, aparte de los visitantes y gente cool del momento como algunos izquierdistas de la Universidad de Berkeley.

El rancho se les queda pequeño, así que en la noche del 31 de diciembre de 1968, toda La Familia vuelve al Barker Ranch, en el Death Valley, con todos sus pertrechos y un nuevo equipo de música robado en una feria. Allí, entre la cordillera Amargosa y las sierras Paramint, el White Album de los Beatles suena a todo volumen y a todas horas.

El disco será número uno en el país durante nueve semanas y va a permanecer 23 semanas en el Top 30, 54 semanas en el Top 100 y 65 semanas en el Top 200. Inicialmente vendió tres millones de copias... y una de ellas la tenía Charlie Manson. Era su grupo favorito, los había seguido durante años y había contagiado este amor al resto de La Familia.

El dato que habla de que Manson creía oír profecías en algunas de las canciones del cuarteto de Liverpool es uno de los detalles más conocidos de esta historia y ya habrá tiempo de ahondar en ello. En el Apocalipsis de la Biblia se habla de cinco ángeles que después serán cuatro; versículo primero, capítulo noveno. El quinto ángel era Stu Sutcliffe, el Beatle que murió en Hamburgo en 1962 por un derrame cerebral. Todo estaba claro para Manson y su Familia.

A principios del año clave, 1969, La Familia intentó ponerse en contacto con los Beatles mediante cartas, telegramas y llamadas a Apple, el sello. Aún hoy, la gente que trabajó en el sello de los Beatles recuerda escalofriantes llamadas en donde, cuando se preguntaba quién llamaba, se contestaba: Adolf Hitler. Era Charlie y una de sus bromas. Por supuesto, La Familia nunca recibió contestación.

Hubo un momento en que Charlie pensó seriamente en reunir dinero para viajar a Londres y encontrarse con ellos. Él era el verdadero quinto Beatle, y en aquellas canciones escuchaba mensajes y las claves de lo que iba a suceder en los próximos días. No adelantemos acontecimientos ni explicaciones.

En el principio del verano de 1969, las tomas de ácido en La Familia eran constantes, así que la violencia era inevitable. No sólo con ellos.

La noche del 18 al 19 de julio de 1969, el senador Edward M. Kennedy cae por el puente de la isla de Chappaquiddick y muere la chica que iba con él, Mary Jo Kopechne, una joven rubia, menudita, vestida con una blusa blanca de manga larga, pantalones oscuros y sandalias blancas. Era la secretaria de Kennedy y lo había sido de su hermano hasta el asesinato.

El juicio de este supuesto accidente fue un gran fraude y un ejemplo claro de ocultamiento político. Incluso en la violencia hay diferentes clases sociales.

En ese mismo mes, Manson tirotea en el pecho a un camello de nombre Bernard Crowe que es negro. Tal vez asuntos de droga; Crowe se recupera de sus heridas y no va a la policía.

Ya a finales de julio, Manson y el miembro de la Familia Robert Beausoleil, un buen amigo suyo y estupendo músico, le hacen una visita a otro conocido común, Gary Hinman, profesor de música que se ganaba un extra vendiendo drogas de todo tipo.

Le intentan convencer que se una a ellos y que se venga a la comuna de Death Valley. Hinman, asustado por estos dos personajes, se niega. Es torturado –le cortan la oreja derecha-, apalizado brutalmente y le abandonan, no sin que antes Beausoleil escriba en la pared con sangre: 'Political Piggy'. Manson es el que le corta la oreja y Beausoleil le clava una larga espada varias veces.

También participa en este asesinato Mary Brunner, miembro de La Familia. La intención de la pintada era dar a entender que el asesinato había sido cosa de las Panteras Negras y su Black Power.

C O N T I N U A R Á

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Javier Morales i García (Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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