Es lo Cotidiano

LA ARQUITECTURA FRENTE AL MILENIO [III]

¿Orden urbano?

Rodolfo Fabián Ozuna

mapache mural
mapache mural
¿Orden urbano?

El conocimiento de nuestra realidad urbana

En la entrega pasada, la reflexión se centró en la comprensión de la evolución del espacio urbano en un tiempo previo e inmediato a nuestra realidad, en donde se distinguió la presencia de una diversidad de problemas presentes en nuestras ciudades latinoamericanas contemporáneas, relevantes en su diversidad, complejidad o interacción. Reconocerlas es el principio para su adecuada atención.

La realidad urbana, al integrarse por factores de temáticas tan diversas como las ambientales, sociales, económicos, espaciales, patrimoniales, etc., tiene elevada probabilidad de contar con factores positivos que motiven su atención y desarrollo. Los problemas representan los factores negativos, las limitantes de atención de un fenómeno, en su caso, la falta de una política pública, actos de omisión o, desafortunadamente, de corrupción.

¿Es común tener problemas urbanos? ¿Es de utilidad identificar, reconocer y clasificar los problemas urbanos? ¿Existen problemas urbanos acumulados en la historia? ¿Cómo afectan a la población los problemas urbanos? ¿Los problemas reflejan falta de orden? ¿Por qué tienen problemas las ciudades?

La capacidad de observar la realidad, activa la formulación de cuestionamientos y la necesidad de desarrollar el conocimiento demandado. La investigación debe ser precisa y rigurosa para representar y ser considerada como alternativa viable en la atención eficiente a los diversos problemas urbanos, conducir su adecuada atención, corregir y/o mitigar sus impactos generados al entorno, a sus habitantes y a los elementos de valor presentes.

La formación de arquitectos en las universidades debe contar con la calidad adecuada, para garantizar que las acciones a realizar de los futuros profesionistas tengan los conocimientos básicos necesarios para desarrollar y realizar acciones de forma responsable en los diferentes contextos a intervenir.

Pero el conocimiento debe estar en constante desarrollo y más aún si deseamos participar en la comprensión y atención de problemas urbanos, en donde la meta no es la obtención de un documento para ampliar la currícula profesional. Su objetivo social más relevante es la generación de mayor investigación aplicada a las necesidades de la ciudadanía, que permita la mejora de calidad de vida de los habitantes, fomente acciones orientadas al desarrollo sustentable y mejore la calidad espacial y funcional de nuestras ciudades.

La arquitectura ante la realidad urbana tiene un reto relevante, la ruptura de paradigmas. La adopción de nuevas políticas urbanas para frenar el crecimiento irracional y desordenado sobre el territorio, está obligando a repensar la ciudad. Las acciones de acupuntura urbana, regeneración barrial, son ya una realidad, pero está demandando conocimientos adicionales para la adecuada integración con entornos construidos, en ocasiones inmediatos a inmuebles catalogados de valor patrimonial, comunidades, tradiciones  e identidades preexistentes, infraestructuras obsoletas, equipamiento insuficiente o en condiciones no óptimas.

Fenómenos como la capacidad máxima de infraestructura y servicios urbanos, rediseño del espacio público bajo un nuevo orden de funciones y prioridades, el incremento del valor de suelo, el interés de capturar plusvalías, la gentrificación, la regulación y medición de impactos urbanos, la gestión de proyectos urbanos, la asociación pública y privada en la regeneración de ciudad, etc., demandan un estudio más detallado para su comprensión, evaluar la eficiencia de las regulaciones e instrumentos de planeación existentes o las nuevas políticas que garanticen los asuntos de interés público.

El conocimiento es esencial para garantizar el interés público. El conocimiento no debe quedar como el eslabón perdido en la evaluación formal de las ciudades.

Para que las intervenciones sean responsables en la ciudad, debe erradicarse la ignorancia sobre los nuevos temas. Las nuevas políticas, estrategias, proyectos o acciones urbanas deben garantizar un conocimiento responsable del área urbana a intervenir; es ahí donde cumple su objetivo el valor de saber reconocer y profundizar el conocimiento de los diversos problemas y su atención.

La nueva generación de proyectos urbanos y arquitectónicos se fortalece con nuevas generaciones de profesionistas que demuestran interés, cuestionamientos y capacidades que replantean nuevos enfoques para comprender el valor de sus acciones y la incidencia de las mismas para mejorar el desarrollo de la ciudadanía y de la ciudad.

Nos encontramos en un momento donde la velocidad de crecimiento de los problemas es mayor que la velocidad para su comprensión y atención. Desafortunadamente la velocidad del conocimiento es menor. La realidad urbana y su falta de conocimiento, se viven en varios asentamientos humanos con falta de orden urbano, incluso con alto nivel de consolidación, o con registros históricos de problemas.

Pero el conocimiento, la información, los resultados y el análisis de resultados, no tendrán sentido si no están asociados y vinculados formalmente en mecanismos que incidan en la redefinición, mejora y orientación de las acciones urbanas a realizar. La reflexión sobre la ciudad y su entorno tiene la finalidad de guiar la actuación en consecuencia sobre el espacio urbano de manera ordena y sustentable.

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