viernes. 19.04.2024
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Un Cuarto

Fernando Cuevas

Foto, María Gómez Bulle
Foto, María Gómez Bulle

Es relativo, claro. Puede ser mucho, poco o casi nada. En las carnitas no alcanza ni para el arranque, pero en la salchichonería igual rinde un poco más, ya no digamos en la vinata, si es plan en solitario: el cuartito está fuera de toda moda, y ahora resulta que es egoísmo puro. Antes, cuando uno cumplía un cuarto de siglo ya se consideraba un adulto; ahora apenas se va enterando el jovenazo, en el mejor de los casos, de lo que quiere en la vida. Básicamente, no ser un adulto, al menos en principio: tengo dudas, no entiendo por qué nadie me comprende… justo lo que uno pensaba cinco minutos, a los doce, antes de recibir el correspondiente correctivo por inútil.

Pero todo depende de la referencia. Un cuarto en un partido de fútbol americano puede ser vital si se le cede al contario, pero la cuarta parte de una realidad inescrutable, igual no resulta definitoria e incluso puede ser minimizada, si los otros tres cuartos más o menos indican cierta consistencia, o al menos alguna inquietud por cambiar y transformarse. En fin, dejemos las proporciones y vayamos a los número enteros.

250 entregas de una revista electrónica es un logro. Más si es semanal. Más si se trata de cuidar la calidad y, sobre todo, la diversidad temática, con un sentido no evidente pero siempre subyacente. Hay mucho trabajo detrás, y mucho más allá de lo que suponemos: quien cómodamente entrega sus elucubraciones sobre esto y aquello, nada más envía, pero la articulación y organización termina por ser la clave. Todo mundo tiene grandes ideas, pero pocos son quienes las aterrizan: Tachas es un medio que lo hace, lo multiplica y lo engrandece.

Felicidades por estos 250 números, un cuarto del millar, seguro apenas el cuarto de la expectativa que se va construyendo de a poco, nunca alcanzada pero seguro orientadora: como la utopía. Y seguro, el cuarto también es un refugio, pero del que habrá que salir para continuar explorando el resto de la casa.

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