Es lo Cotidiano

Introspección

Luz de Lourdes Gutiérrez

Foto, María Gómez Bulle
Foto, María Gómez Bulle
Introspección

En la penumbra aguardo, entre los olores fétidos de un pasado que se deshace entre mis manos de tanto estrujarlo. Escondido en la cloaca absorbo de la vida, lo putrefacto. El hedor se ha hecho soportable con los años a tal grado que a veces olvido que sigo vivo y me diluyo hasta hacerme uno con lo acuoso del espacio. La soledad se ha vuelto mi guía y mi humanidad se ha hecho a un lado y paralizado construyo mi vida de la repetición de este momento que controlo con maestría y en el que, por ende, no hay desperfecto.

Y de pronto una sacudida, una onda caótica me recorre por completo, va de mi cabeza hasta despertar mi sexo. Vibra el duro metal, parece que alguien está golpeando a lejos. Y se revela en mi mente consciente lo reducido del espacio, que mi tamaño no me permite seguir aquí dentro, que me duele cada hueso, que la presión me hará estallar cada órgano del cuerpo, que me sofoca el paso del tiempo; el tiempo es un viejo que no comprende del miedo, si lo hiciera juro que por piedad iría más lento. Y la vibración sólo aumenta, el ruido por fin me despierta y una fragancia de renovada naturaleza me alienta, agua corre entre mis piernas y me empuja como diciendo: ¡éste es tu momento! Intento ponerme de pie, pero no puedo, grito desesperado hasta que cansado comprendo que de algunas alcantarillas sólo se sale de rodillas y empapado en llanto.

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Luz de Lourdes Gutiérrez
(Celaya, Guanajuato, 1988) es licenciada en Comunicación. A los 17 años participó por primera vez en un concurso de poesía y comenzó su inquietud por las letras. Aunque trabaja en cuestiones de Comunicación Corporativa, la literatura es su preocupación mayor; se dedica, mayormente, a escribir cuento.

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