Es lo Cotidiano

Stuart y Nick

Javier Morales i García

Nick Cave and the bad seeds
Nick Cave and the bad seeds
Stuart y Nick

20 de enero de 2007

Hoy fue uno de esos días señalados en rojo... Y de eso se trata, ¿no? Guardar momentos en la memoria. Casualidad y destino que se juntan.

Hoy fui a ver a Stuart A. Staples en el Auditorio de Tenerife y estoy escribiendo unas horas después del concierto. Sublime y fantástico. No podía ser de otra manera.

Puedo decir, por fin, que un extraño círculo se ha cerrado. Por fin.

Casualidad, porque vi el cartel anunciándolo mientras caminaba por la calle. Destino, porque estaba escrito en mí que volvería a oír esa voz.

Fui con mis mejores galas: mi traje marrón, mi gorra gallega y mi chapa de Polar. Yo solo.

Solo para mí y para los recuerdos.

¿Quién está más guapa de las dos? Tú, nena, tú... Y gracias, de todo corazón.

¡Casi llego tarde! Maldito tráfico, malditos taxis... y si, lo acepto: maldito despistado que es uno.

Nervioso pero relajado a la vez. Como siempre, seguro de mí mismo.

¿Quién es ese tipo?

No me fijé mucho en nada que no fuera la banda y el escenario. Atento. Estaba concentrado en los prolegómenos de la actuación y poco más.

Había un buen ambiente y más gente de lo que tenía pensado (aunque me pareció que había mucho público casual). Me dio la sensación de que flotaba la idea de que sí, que habrá un disco más de Tindersticks. Uno más, por los viejos tiempos.

Una vez más allí estaban Stuart, Neil Fraser y David Boulter... Otra vez tocando para mí después de... ¿cinco años? Sonrisas y alguna broma, algún despiste. Cerveza mejicana y un metrónomo encima del teclado. El par de canciones que no conocía y que, como todo el concierto, sonaban maravilloso. Un alucinante Thomas Belhom a la batería y percusión. Sí, el de Amor Belhom Duo. Terry Edwards en el saxo tenor y la trompeta, así como un pequeño xilófono de juguete. Creo que era Volker Zander el que tocaba un precioso bajo. Terry Edwards entraba y salía del escenario, justo con el timing necesario de tocar graves solos con ese saxo, esa pequeña trompeta y ese xilófono de color azul.

Stuart llevaba unos pantalones negros, una camisa blanca y encima un chaleco gris.

Un bis.

Yo hubiera querido más, pero de la misma manera me siento satisfecho. Fila 2, asiento 24.

Desde que entre en la Sala de Cámara del Auditorio una idea se me paso por la cabeza: tenía que conseguir el setlist.

Al principio del concierto, el hombre del sonido estaba ultimando todos los detalles. Y acababa de terminar el concierto y ya estaba en el escenario otra vez. Me acerqué a él por el principio del escenario y le hablé:

Excuse me, Sir, can you give me the setlist?

Me miró y me sonrió. Nadie se había acercado al escenario. Solo yo. Me la dio al instante...

Ok, fantastic, thank you! –le dije.

Miradas cómplices. Guarde mi tesoro. Le haré fotocopias... y la incluiré en algún fanzine.

Setlist
Goodbye to old friends
The path
Which way the wind
This road is long
People fall down
She don't have....
16 summers,15 falls
Marseille sunshine
Friday night
Say somethin now
Shame on you already gone
0-----0
That leaving feeling
Pulling into the sea

Está escrito a mano y tal cual sale en la hoja que tengo... Aunque creo que no está la lista completa. Juraría que también tocaron “Hey Don’t You Cry” (una de las nuevas que sale en un disco llamado Songs for the Young at Heart) y “I’ve Come A Long Way”, es decir, canciones extraídas de los dos discos en solitario Lucky Dog Recordings 03-04 y Leaving Songs. La última del concierto, en el bis, dejando un poso de paz, de presente y pasado.

Y futuro. Sea como sea.

Al lado mío había un tipo vestido de negro que se sabía todas las canciones. También había varios ingleses entre el público. Realmente, todo fue fantástico, emocionante desde el principio al final, una delicia sublime. Uno de esos días señalados en rojo y un circulo que se cierra para que otros se abran.

Por días como hoy sé que estoy viviendo y que vale la pena...

Después del concierto salí rápido afuera, aun medio flotando con esa sensación de ingravidez tan típica, a fumarme un cigarro que me supo genial. Una sonrisa estúpida en mi cara.

La imponente ballena blanca y una gran noche. Elegante como hacía tiempo. Una guagua me esperaba como para eternizar el instante, llena de señoras elegantonas. Había una vestida de blanco y con un bastón que me llamo la atención porque tenía un halo como de magia...

La noche acaba pasando por el lugar mágico por excelencia: la Plaza de Los Patos. Silenciosa. Majestuosa. Cercana. Esotérica, diría yo. Un cortado en el Quiosco Numancia para decir Adiós Al Pasado.

Vuelvo a casa.

Días señalados. De eso se trata, ¿no?

Hoy me sentí especial.

De eso se trata.

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(I N T E R M E D I O)

Otra sorpresa: Nick Cave and The Bad Seeds en Tenerife. Otra vez el Auditorio.

Otro de los mejores conciertos que he ido en mi vida.

Yo quería un concierto punk. El Señor Cave y los suyos me lo brindaron.

Todo de color negro, muy oscuro y con brillos. Un gran sonido que parecía una apisonadora por momentos, y otros una mariposa posándose en una flor de perfume mágico. Como un pequeño pájaro que se posaba en la rama de un árbol en un invierno de nieve.

Aunque en la entrada ponía "Solo Performance", Mr. Cave venía acompañado de sus amigos de las malas semillas y hacía un repaso musical a una carrera de más de 20 años, revoloteando aquí y allá.

El Ruido y la Furia.

El Silencio Romantico.

Mr. Cave, al piano de cola y mucho más abierto y simpático con el público de lo que creía. Saluda. Habla. Firma autógrafos. Bromea una y otra vez con los que allí estamos, con los músicos.

Llama a la rebelión.

Grinderman...

Jim Sclavunos (bateria)

Warren Ellis (violin y guitarras varias)

Martyn P. Casey (BAJO)

Una corriente eléctrica que iba desde el escenario hasta las butacas... Me pareció ver a una chica bailando cerca de mí.

Abbatoir blues

Murder ballads...

Red righthand

Henry Lee

Deanna

The mercy seat

God is in the house

Warren Ellis, el violinista karateka o una especie de animal desbocado que le sacaba unos sonidos fascinantes a su violín, a su mandolina, a un ukelele o lo que fuera... Conectando con el público por su forma de ser, de tocar apasionado...

Martyn P. Casey o el mutismo hecho bajista. Apenas se movió durante el concierto. Apenas se movió. Punto.

Ni un centímetro.

Me recordaba a los bajistas de los grupos de garaje en los años 60. Una roca inamovible.

Era como ver triturados los sueños.

Jim Sclavunos, el batería también era una roca pero sabía sonsacar suavidad a sus baquetas. Ejercía de líder incluso... gritando aquello de ¡1-2-3!

Dios en la casa, sí.

Y Nick Cave también en la guitarra y esa sensación de "tener al diablo entre los dedos". Ruidos extraños. FANTASMAS. Bramidos. Ecos y los sonidos de los huecos del alma. Huesos.

La magia de lo desagradable y lo agradable de la magia hecha música. Sentimientos que te hacen sentirte más vivo que otros. También había tiempo para unos coros muy en plan soul... o muy surferos... ¡y un tema de puro Deep Funk!

El Amor como redención, como castigo, como signo de la maldad y como forma de sentirse en soledad. El Amor o el darte cuenta de que las piezas no encajan como pensabas...

Una cadena de flores o algo así.

Un concierto en 2 partes.

Un Hombre.

El Hombre del Piano.

El Maestro de Ceremonias... en las sombras.

Una pandilla de locos bohemios que hacen lo que les da la gana mientras haya fuerzas.

El sonido de 4 personas.

Todo irá bien... o, por lo menos, eso es lo que creemos... Lo que queremos creer. Lo que nos gustaría creer.

Nick Cave en Tenerife. 21 de abril del 2007. Al día siguiente tocaba en Málaga en lo que era el otro único concierto de esta gira y le dedica una canción a Picasso.

Permíteme la expresión: Un Concierto Genial... ¡Un puto concierto genial!

"Ojalá sea un concierto muy Punk"

Pues eso.

Gracias a José, amigo y compañero de trabajo.

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Javier Morales i García
(Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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