martes. 23.04.2024
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Visitas musicales

Fernando Cuevas

Foto cortesía Periodico diagonal
Fela, foto cortesía: Periódico diagonal
Visitas musicales

Varios músicos andan rondando por nuestras tierras durante estos días ardientes. Una breve revisada a sus trayectorias para recibirlos con las orejas bien abiertas.

Neosouleros

Bebiendo de sus antepasados que sentaron las bases del canto sensible emanado del alma con rítmica pulcra y pausada, Leon Bridges y Curtis Harding se han constituido como sólidos continuadores de la tradición, no obstante su breve trayectoria. Las voces de Otis Redding, Sam Cooke, Aretha Frankiln, Marvin Gaye, Ray Charles, Al Green y Stevie Wonder, por mencionar algunos representantes notables, siguen sonando en las atmósferas actuales a pesar del tiempo transcurrido. Y sobre todo cuando van surgiendo figuras tan relevantes que saben combinar influencias con propuesta personal.

De ahí que la llegada de nuevas propuestas alimenta el desarrollo del género y lo actualiza para insertarlo entre otras tendencias sonoras, como las recientes reformulaciones experimentadas por el R&B, que lo catapultan hacia una enriquecida permanencia. Algunos críticos lo identifican más bien como un retro-soul, en particular el que se empezó a grabar en la década de los ochenta, no tanto desde la lógica de la renovación, sino de la nostalgia. En otros casos, ecos jazzeros y discretos apuntes funkies se cuelan entre las instrumentaciones con la sutileza que el caso amerita.

Originario de Fort Worth y bautizado como Todd Michael Bridges (1989), este nuevo cantante empezó a tocar la guitarra y a mostrar pronto sus notables cualidades vocales, así como una gran sensibilidad para recrear sonidos de la tradición del soul y el R&B. Una vez que fue reconocido a nivel local, consiguió grabar su primer disco, integrado por prístinas baladas haciendo referencia a su madre y al hogar, como bien se plasma desde el título: Coming Home (2015), obra inicial de sorprendente madurez compositiva que aprovechó una detallada producción con todo el halo retro del caso, expresado desde la portada misma.

Tras colaborar con varios músicos en labores de composición e interpretación, presentó Good Thing (2018), bien arropado por colaboradores de su anterior disco y algunas incrustaciones que contribuyeron a ampliar algunos horizontes, como los de ciertos acentos jazzeros que se insertan en instrumentaciones gráciles, a su vez espolvoreadas por coros totalmente reconocibles dentro de los márgenes del soul, aunque buscando encontrarse con algunos otros estilos para provocar fusiones controladas.

Por su parte, el ecléctico vocalista originario de Michigan Curtis Harding, que parte de su base soulera para revisitar otros territorios más roqueros, fue influido por su madre, cantante de góspel, para ir encontrando su propia voz. Tras colaborar con Outkast y Cee-Lo Green, presentó el robusto Soul Power (2014), debut solista convertido en pasional carta de amor al género en particular, con todo y los diversos aditamentos estilísticos, y a las posibilidades del canto como vehículo de expresión.

Vitaminado con sonidos propios de la sicodelia y el funk ya anunciados en su obra inicial, Face Your Fear (2017) explora la conjunción de las músicas negras desde las raíces mismas. Con colaboradores de la talla de Danger Mouse, Brian Burton y Sam Cohen, las canciones discurren plantando cara a cualquier vacilación, a partir de esas poderosas y versátiles vocalizaciones que parecen encaramarse en instrumentaciones que en efecto nos transportan por épocas y tierras diversas, por alguna vez reconocibles y al mismo tiempo desconocidas.

Paz intercultural

Este curioso colectivo de cambios constantes de personal, asentado en Brooklyn y liderado por el saxofonista Martin Perna desde finales del siglo pasado, gusta de incorporar sonidos africanos, latinos y funkies a su propuesta estilística. Debutaron con Liberation Afrobeat (2000), señalando ideología, tendencia y enfoque; seguirían Talkatif (2002) y Who is This America? (2004), planteando propuesta desde la protesta. Editado en Japón, grabaron Government Magic (2006) para dar paso a Security (2007), obra que ayudó a abrir puertas más allá del barrio. Participaron en el musical Fela! en honor al gigante del afropop y presentaron el EP Rat Race (2010), incluyendo una versión de la famosa canción de Bob Marley.

Continuaron tocando en vivo y se dieron tiempo para producir el ídem Antibalas (2012), alcanzando a públicos más amplios fuera de las fronteras de Estados Unidos. Tras una pausa prolongada, volvieron al estudio para entregar al efusivo Where the Gods Are in Peace (2017), ya consolidando presencia y esencia en diversos circuitos alrededor del mundo. Antibalas es un buen ejemplo de los tiempos que corren, si bien ahora amenazados: hibridación, “glocalización”, integración y sincretismo cultural. Ciudadanos del mundo recordando la importancia de la tolerancia en tiempos convulsos donde se vuelve a ver con sospecha a los diferentes.

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