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ECOS DE VINILOS

Joe Jackson, I’m The Man

Javier Morales i García

Joe Jackson
Joe Jackson, I’m The Man
Joe Jackson, I’m The Man

Joe Jackson, I’m The Man (1979).

Me acuerdo perfectamente. Este fue el primer vinilo que me compré. Mi primer LP.

No fue ninguna herencia de mis hermanos mayores, no fue un regalo de mis padres, ni de un cumpleaños, ni un souvenir de esos viajes que hacían. Fue mi Primer Disco.

Una tarde a la salida del colegio y con mil pesetas en los bolsillos, me di una vuelta por la tienda de discos que fue casi mi segunda casa durante mucho tiempo. Aquel día estaba convencido a comprarme uno de esos artefactos con diez o doce canciones. Hasta aquella tarde maravillosa solo me compraba singles de música disco a doscientas pesetas o rebuscaba en los vinilos de casa, pero sin entender mucho.

Así que llegue a la tienda y, no pienso decir el nombre, les odiaba por tener todos aquellos discos y siempre me parecía que se guardaban los verdaderos tesoros para ellos o que, por lo menos, se los escondían a los nuevos compradores como yo. Tras un primer vistazo casi a ciegas, me centré en la búsqueda de algo que no sabía muy bien lo que era, pero lo que sí tenía claro era lo que no quería. No quería ni lo que escuchaban en casa ni lo que sonaba en las radiofórmulas. ¡No más singles de sonido discotequero, por favor! Quería guitarras. ¡Quería PoP! ¿Qué es Pop? Me lo pregunte a mí mismo delante de todos aquellos discos... El Pop es lo que tú quieres que sea y así, apareció la portada que me llamo la atención. Era una foto de un tío con una pinta algo sospechosa. Sombrero y bigotillo. Uno de esos vendedores callejeros con diferentes artículos colgados de la parte interior de la chaqueta, enseñando el material a la posible clientela. Entre relojes y pulseras, pendientes y yo-yo's, postales y hojillas de afeitar, pares de calcetines y cerillas... Hubo algo que casi me decidió. Era una chapa de forma cuadrada y con algo escrito en el centro. Era la palabra PUNK.

Aquel tipo era Joe Jackson y el disco se llamaba I'm The Man. No me lo pensé mucho, se me hacía tarde y en casa empezarían a preguntarse en dónde estaba. En la contraportada, sencilla y con letras negras sobre fondo blanco, se podían leer los títulos de las canciones y nada más, aunque prometían las letras de las canciones y más créditos en el interior. Aquella sencillez me llamo la atención y dicho y hecho. Lo llevé a la caja el dependiente me pregunto:

–¿Lo vas a escuchar?

–No –le conteste secamente... Y por dentro pensaba:

–No quiero que lo escuches antes que yo, no quiero que me pongas caras raras, es mío ahora y tu opinión me da igual... Solo lo voy a escuchar yo a partir de ahora.

Así que le di las mil pesetas. El dependiente me devolvió doscientas y me fui con el disco bajo el brazo. Pasé por otra tienda y me compré una cinta de una hora de duración... y aún me dio para una bolsa de golosinas. ¡Qué tiempos aquellos! Al llegar a casa, una merienda rápida y las tareas escolares. Después tenía el par de horas para mí solo y para, por supuesto, escuchar el disco sin que nadie me molestase. Mi primer LP y el segundo de Joe Jackson, desde aquella tarde "mi Joe Jackson". Uno de esos artistas que te acompañan en tu vida, creciendo y cambiando contigo y sorprendiéndote siempre. De eso se trata.

Meses más tarde me haría con el primer LP llamado Look Sharp, 1979, y que tenía aquella canción que no paró de sonar en un estupendo verano en Inglaterra: "Is She Really Going Out with Him", una favorita de toda la vida... Y después me haría con el tercero, Beat Crazy, 1980, y con el cuarto, Jumping Jive, 1981, y con el quinto (que no hay quinto malo), Night and Day, 1982... Pero no me quiero ir por las ramas y vuelvo al I'm The Man. La carrera de Jackson es tan variada que daría para escribir mil artículos mucho más sesudos que este porque siempre sorprendía a sus seguidores, algo que para mí formaba parte de su encanto.

Aquella tarde cambiaron mis esquemas a base de Punk Pop, de New Wave y de diez canciones geniales que aun hoy me hacen sentirme vivo. Joe cantaba y tocaba el piano y la armónica, y su banda, su banda de siempre eran Gary Sandford (guitarra) y Dave Houghton (batería y coros) y el mano derecha de Joe, Graham Maby (bajo y coros). Joe escribía todos los textos de las canciones. Todo había empezado en Portsmouth y el productor David Kershenbaum le dio el empujón necesario para que solo con el par de discos en el mercado, el éxito y una gira norteamericana le dieran la fama.

Las comparaciones son odiosas y muchos quisieron ver en Joe Jackson un remedo de Elvis Costello, pero sus carreras han demostrado la validez de ambos y en cualquier caso, mi elección fue Joe. Más fresco y un compositor y letrista brillante, pero también un gran músico... Un gran pianista, como lo demuestra por ejemplo en la canción que se convirtió en mi favorita de este mi primer disco, "Kinda Kute", que tiene un solo de piano maravilloso. Jackson hablaba de todo lo que pasaba alrededor con fina ironía, burlándose del amor en "Geraldine and John" en donde habla del adulterio, de lo efímero de las modas en "I’m The Man", de las noches perdidas en bares en "The Band Wore Blue Shirts" o de la superficialidad del fin de semana en "Friday". Pop instantáneo e inteligente en "Get That Girl". Punk con conciencia y vengativo en "On Your Radio" o canciones con mensajes como el Mundo sería un sitio mejor si algunos de nosotros pudiéramos seguir siendo amateurs en "Amateur Hour". Por si fuera poco, Joe Jackson volvió a lo más alto de las listas con esa extraña, mágica y a la vez realista canción llamada "It’s Different For Girls", tanto como oír la versión que hicieron de este tema mis queridos Polar, el grupo valenciano y que estoy seguro de que a Joe, dentro de su eclecticismo, le gustaría.

Aquellas dos horas en mi cuarto cambiaron mis gustos musicales. Me di cuenta de que yo quería ser diferente, "Don’t Wanna Be Like That". Un gran disco y un gran artista dando una lección a aprender sobre la variedad en el gusto musical. Fue mi primer disco y aún lo escucho ya que me hace sentirme bien, causa el mismo efecto de querer seguir con el intento... de lo que sea. Vivir, supongo.

Soy el Hombre.

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Javier Morales i García
(Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse en ecos-de-sociedad.blogspot.com.es. Es obseso de la música y el cine.

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