Como si pudiese haber un mundo
De absoluta inocencia
En el que poder perderse.

Los dueños arrojan palos
Y pelotas de tenis medio calvas
Hacia el surf
Y los perros felices saltan hacia ellas
Como catapultados –

Perros negros, perros bronceados
Tubos de glorioso músculo

Persiguen el placer
Más que la obediencia
Corren, derrapan hasta detenerse en la arena húmeda,
A veces se zambullen directo
En las espumosas olas.

Como pájaros buceadores, dejan que la verde turbulencia
Los arroje, hasta que estallan y se hunden.

Dientes en la madera que flota
Regresan a sus dueños
Brillando de mojados, con rapidez apasionada
Por nada,
Por absolutamente nada más que la alegría.

***
Alie Suskin Ostriker (Nueva York, EEUU, 1937) es una poeta nacida en Brooklyn; su educación temprana, por parte de su madre, estuvo llena de literatura clásica y poesía. Se considera feminista y ha escrito varios ensayos y análisis de poemas sobre el tema, así como tratados sobre la Torá. Entre sus numerosos galardones está el Premio William Carlos Williams de la Poetry Society of America en 1986 por El amante imaginario, su colección de poesía más celebrada.

La traducción es de Esteban Cisneros.

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