martes. 23.04.2024
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GUÍA DE LECTURA

Verdugos, de Ana Lilia Pérez

Jaime Panqueva

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Verdugos, de Ana Lilia Pérez
Verdugos, de Ana Lilia Pérez

Cerraremos este 2018 con un cambio de régimen y quizás con un nuevo récord respecto al número de asesinatos en México, que superaría al año pasado, que a su vez había marcado un nuevo máximo. Desde que se sacó el Ejército de los cuarteles para combatir al narcotráfico, la violencia y violaciones a los derechos humanos se han disparado en la mayor parte del territorio nacional.

Entre las promesas de campaña, la cuarta transformación ofrecía disminuir la presencia del Ejército para dar mayor peso a las fuerzas policiales civiles. Sin embargo, quizás en algún punto de ese larguísimo interregno entre el primero de julio y el primero de diciembre, se modificó de manera drástica la estrategia: en contra de las recomendaciones de organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, se presentó el proyecto de crear una Guardia Nacional bajo tutela y con participación importante militar. Hasta el momento el proyecto no sido aprobado en las cámaras, a pesar de las mayorías que posee el gobierno en el Legislativo, y la discusión se prolongará el próximo año.

En esta coyuntura, me parece importante recomendar Verdugos (Grijalbo, 2016) de Ana Lilia Pérez, un libro que narra desde el quehacer periodístico algunas de las historias oscuras que han protagonizado elementos de las fuerzas armadas, y que distan mucho de la idea de un ejército profesional y bajo control civil. Pérez documenta en particular el caso de dos jóvenes migrantes centroamericanos, Delmer y José David, asesinados en Saltillo por Ricardo Olvera, un militar con graves problemas psicológicos y acceso al arsenal de su cuartel. A través de este caso llegó a la estadística de que en promedio cada año, 470 miembros del ejército son ingresados a hospitales por problemas mentales.

Además del caso de Olvera, Pérez presenta una crónica de actuaciones oscuras de los uniformados, desde el general Mariles Cortés en los años 70 hasta la vinculación de los Kaibiles en las filas de los Zetas, y el empleo de tácticas de terror, aprendidas en la Escuela de las Américas, en las bandas criminales en México.

La lectura de Verdugos puede ser en muchos casos estremecedora e indignante, pero tiene la capacidad de llamar a la reflexión sobre aspectos que deben cambiar en este país para poder avanzar hacia una nación más pacífica, donde podamos hablar de un Estado de derecho. No estaría mal que quienes tienen la capacidad de definir los alcances de la Guardia Nacional le dieran una ojeada.

 

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