martes. 23.04.2024
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La banalidad del mal

Andrés Baldíos

bansky
La banalidad del mal, foto: Bansky
La banalidad del mal

No sé por qué la maldad (muy distinta a la noción de “malicia”, por ejemplo, en los ámbitos artísticos) debe aparentar un escondite o una mascarada evidente cuya sonrisa ni siquiera es congruente con su finísimo vestuario.

¿Por qué se esconde? Si ya la hemos descubierto, si ya sabemos que está ahí: señal totalmente tangible que demuestra a la maldad como una pose de cobardía que, en su costumbre, se torna indiferente y maquinal, triplemente peligrosa para el sector de la humanidad que busca, no ser buenos (nadie lo será nunca completamente y es de sobra decirlo), sino concienciar a medida que las circunstancias ocurren.

Por ejemplo, el arquetípico gobierno corrupto, construido por estímulos sin estrategias de inteligencia colectiva (muy diferente a la noción de “complot”): ¿por qué insiste en la prohibición si tarde o temprano todos seremos escuchados? ¿Por qué su insistencia en esconder lo que ya se conoce y quedar bien con aptitudes oficiales que han resultado ser las únicas e irrefutables contribuyentes a la terrible manifestación de las rutinas? ¿Por qué tratan de aparentar que las cartas sobre la mesa son sólo posavasos?

En serio que la maldad es tan evidente que resulta tediosa.

El bien es la verdadera piedra en el zapato de la bestialidad. Viéndolo desde ese ángulo, los practicantes de la consciencia pueden proseguir con sus actividades; pueden seguir viviendo para contar la verdadera historia del mundo.

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Andrés Baldíos
es escritor. Los primeros peldaños son peligrosos, su hasta ahora primer libro de cuentos, fue editado en 2012 por San Roque.

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