Es lo Cotidiano

DISCOS 2018 [V]

Electrónicos y Exploradores

Fernando Cuevas

Aphex Twin Collapse
Aphex Twin Collapse
Electrónicos y Exploradores

Llegamos a la penúltima entrega (se agradece la paciencia) del repaso de la música del 2018 que cada vez se aleja más en el tiempo, pero no lo suficiente como para seguir recuperando la riqueza sonora que se produjo y, sobre todo, la posibilidad de creciente acceso gracias al desarrollo de las tecnologías de la información y los procesos de mundialización: en tiempos donde se escuchan canciones, aquí la propuesta de los discos como objeto artístico y unidad expresiva. Veamos

Entre Bits y Bytes late un corazón

El experimentado dueto Autechre plasmó una sesión integral en el afortundamanete interminable NTS Sessions 1-4, toda una experiencia sonora de largo aliento, en tanto Moby regresa, después de sumergirse en el ambient, a la electrónica emotiva con tintes soul a través de Everything Was Beautiful, And Nothing Hurt, acaso buscando el lado amable de la vida sin necesariamente encontrarlo. Aphex Twin le entró a la lógica de aprovechar el error o lo imprevisto para moldearlo como obra musical en Collapse y ADULT nos colocó en perspectiva con su nocturno bailador de tonalidades dark This Behavior, como cuando los pasados de años quieren seguir la fiesta pero a media luz, como le pasa a mis conocidos (claro, nunca a mí).

El germano DJ Koze, con invitados diversos, concretó en Konck Knock, toda una llamada para abrir las puertas irresistibles fuerzas digitales con texturas orgánicas, en tanto Against All Logic, criatura de Nicolas Jaar, recuperó propuestas de alcance amplio en 2012/2017. Yves Tumor (bautizado Sean Bowie) urdió Save in the Hands of Love, ya en disquera más o menos grande pero manteniendo el espíritu experimental a través de una exigente yuxtaposición de géneros con base en una electrónica subterránea; por su parte, Jon Hopkins construyó Singularity buscando, como suele hacerlo, el apunte distintivo en la era de la digitalización y Harmony Rockets hizo lo propio con el bien desarrollado digitalmente hablando Lachesis/Clotho/Atropos.

Tim Hecker articuló Konoyo a partir de una variante constante de atmósferas, como si estuviéramos en un mundo extraño. Ryan Lee West, mejor conocido como Rival Consoles, entregó el intrigante e hipnóticamente bailable Persona y Nils Frahm puso quietud y reflexión con el absorbente All Melody, incluyendo coros sutiles y discretas notas jazzística, en la línea del proyecto de Wolfgang Voigt conocido como Gas, ahora produciendo el oscuro y por momentos triste Rausch, armonizado a partir de notas e instrumentaciones que nos llevan a un contexto de difícil introspección. Shy Layers nos invitó a disfrutar la noche de manera más pausada que eufórica en Midnight Marker, muy agradable combinación de colores y aromas que despiertan en la oscuridad brillando con luz propia.

Daniel Lanois / Venetian Snares, en otras de esas asociaciones que ayudan a hacer de la vida un trámite mucho más intrincado, produjeron el ídem Daniel Lanois / Venetian Snares, salapicado de las virtudes de ambas partes, mientras que con el sabor inglés de los clubes, Demdike Stare lanzó electrónica con los laberintos correspondientes y sonidos propios del grime y de la jungla iluminada con luces intermitentes en Passion; por su parte, Fire-Toolz nos lleva a un viaje con rumbos inciertos a través de Skinless X-1, de pronto tomando rumbos más asequibles pero a la menor provocación cambiando de ruta a partir de una brújula gutural de miedo.

Buscadores de sonidos

Oneohtrix Point Never, proyecto ya muy consolidado de Daniel Lopatin, siguió combinando géneros con toques futuristas en Age Of, justamente para no ceñirse a época alguna y mantenernos en ascuas con cada secuencia musical propuesta. El prolífico Fred Thomas, que parece no dormir, ahora ensambló el versátil Aftering, entre un garage que busca la salida hacia la experimentación y ciertos paisajes de reconocimiento mediato y Colin Self armonizó –es un decir-  diversas formas cual si de un patchwork contrastante se tratara, para consolidar Siblings, siempre impredecible y por ello inquietante.

En explosiva asociación del respetado japonés vanguardista y el trío metalero estadounidense-canadiense, Keiji Haino & Sumac perpetraron el pesadísimo y extremo American Dollar Bill – Keep Facing Sideways, You’re Too Hideous To Look at Face On, explorando territorios poco frecuentados y ampliando los márgenes del frenesí, sin entregar una sola concesión, como cabría esperar, en tanto Body/Head, el dueto formado por Kim Gordon y Bill Nace, produjeron The Switch, prendiendo y apagando espacios de un rock inasible y poderoso a la vez. Seth Graham, después de grabar un casete, presentó el experimentador Gasp, colocándonos en esos extraños espacios tan bien expresados por la pintura surrealista de Giorgio de Chirico.

Desde Egipto, Zuli combinó electrónica, Hip-Hop, industrial y lo que estuviera a la mano para producir Terminal y el dueto indonesio Senyawa grabó el sincrético Sujud, entre apuntes roqueros que se inoculan en sonidos autóctonos. Sebastian Gainsborough, el, entregó Queen of Golden Dogs, tercer disco bajo el nombre de Vessel, acá contrastando épocas y estilos, intenciones y resultados, clasicismo y electrónica, generados desde desde Bristol como el homónimo Young Echo, álbum que gusta de combinar géneros y especies, apostando a juventudes que se resisten a irse y confeccionado por el colectivo Young Echo.

El experimentado ambient del primero, la sobrada experiencia en la producción del otro y la electrónica alterna de los terceros, muy bien integrados por las diagonales tal como se muestra Laraaji / Arji OceAnanda / Dallas Acid, produjeron el aparentemente tranquilizador Arrive Without Leaving, aunque no habría que confiarse demasiado, sobre todo después de los efectos tras escucharlo. Por lo que a él le corresponde, el innovador percusionista y baterista Tyshawn Sorey se destapó con casi cuatro horas de música encapsuladas en su triplete llamado Pillars, como para dejarse ir por las continuas sorpresas estilísticas entre ritmos y cuerdas.

 

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