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Cosas del día

Chema Rosas

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Erebo
Cosas del día

En la cosmogonía de la mitología griega había una serie protogones o deidades primordiales. Eran primordiales no porque les dijeran tíos a los padres del otro -aunque en muchos casos eran hijos de la unión entre hermanos, y su parentesco resultaba confuso- sino porque existían desde los inicios del mundo y normalmente estaban asociados a elementos naturales en los que se genera la vida y la naturaleza.

Así, tenemos que uno de los primeros en aparecer fue, para variar, Caos, y como ocurre con todo lo caótico, comenzó a reproducirse. Uno de los hijos de Caos fue la oscuridad conocida como Érebo. La hermana de Érebo se llamó Nix y ella era la noche. Es por todos conocidos que la noche y la oscuridad se llevan muy bien, y aunque eran hermanos, eran también dioses y no tenían que preocuparse por enfermedades genéticas. Además no tenían mucho de dónde escoger porque no había nadie más en el universo y tampoco era un problema el qué dirán… así que se juntaron y tuvieron dos hijos: uno fue la luminosidad y lo llamaron Éter; la segunda hija fue el día y le pusieron Hemera.

Como es de esperarse, Hemera y Nix se la pasaban peleando porque eran literalmente tan diferentes como el día y la noche. Cada atardecer Nix cubría el mundo con su manto de oscuridad, y todas las mañanas Hemera disipaba las tinieblas y llenaba todo de luz. Claro que el sol existía, y era el tipo más popular en las playas, pero era un ser independiente al día. Podía haber sol, pero sin Hemera no era posible que hubiera día.

Aunque no muchos recuerdan a la diosa primordial, su nombre se ha colado en el lenguaje común y en el no tan común para todas esas cosas que, de algún modo, hacen referencia al día. Las palabras en general son poderosas, pero las de la siguiente lista están hechas con el nombre de una de las diosas más antiguas del mundo:

Hemeroteca: Así se le llama a la colección organizada de periódicos y revistas. Surge de la combinación de Hemera y el sufijo “teca” que en griego es lo mismo que caja, depósito o colección y puede aplicarse tanto a las grandes colecciones en bibliotecas especializadas como al archivo de investigación anatómica que los adolescentes guardan bajo la cama (y los casados en una caja disimulada en el closet…)

Hemerografía: Combina el nombre de la diosa del día con el elemento “grafos” que es dibujo o descripción. Se refiere al rescate de las características principales de un material periodístico para la elaboración de un informe, como los resúmenes que a veces hacemos de la TVNotas o del Reader’s Digest cada vez que vamos a la sala de espera o al baño de cualquier casa que se respete.

Hemeralopía: Es lo que pasa cuando se junta Hemera con la palabra “opos” que es como ojos, pero en griego y con “p”. También es lo que pasa cuando la luz del día te molesta tanto que no te deja ver bien.

Hemeropatía: Viene de “hemer” y de “pathos” que significa enfermedad. Es una palabra que se refiere a cualquier padecimiento que dura sólo un día o que es mucho más presente durante el día. Una forma educada de llamarle a la cruda dominguera.

Efeméride: Puede que sea la primera palabra no tan rara de esta lista, pero sólo nos parece común porque nos la recetaron en la escuela cada primer lunes de mes. Está compuesta por el prefijo “epi” (alrededor, lo concerniente a), “hemera” y el sufijo “is” que marca relación o pertenencia. Dicho de otra forma, significa literalmente “lo concerniente al día”, aunque para la mayoría de nosotros significa estar parados en el patio bajo el sol mientras algún compañero lee en sílabas el reverso de una estampita de Benito Juárez con marco azul.

Efímero: Literalmente significa alrededor del día… pero lo hemos convertido más en una medida inconsistente y relativa del tiempo. Llamamos efímeras a las libélulas ya que algunas especies viven su adultez sólo durante algunas horas y luego mueren, a las esculturas de hielo, a los fuegos artificiales, la canción perfecta, el olor a tierra mojada, el dinero en la cartera, el libro favorito, la satisfacción de la venganza, la música en vivo, el fuego, el humo, el sexo, un beso, el helado en verano, la ampolla bajo el sol, una buena siesta y prácticamente cualquier cosa que no sea Chabelo o el semáforo en rojo que está por mi casa.

Y es que estamos acostumbrados a que el sol marque el inicio y el fin del día… pero Hemer es una identidad aparte y no se mide tanto por el movimiento de rotación planetario como por el valor de lo que hacemos mientras dura. Porque a fin de cuentas todo es efímero, pero hay momentos que se quedan grabados en la hemeroteca personal y son dignos de convertirse en efeméride. Otros nos hacen sentir que viviremos por siempre… aunque seamos como libélulas hemerópatas en el gran esquema de las cosas.

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Chema Rosas
 (Ciudad de México, 1984) es bibliotecario, guionista, columnista, ermitaño y papa-de-sofá, acérrimo de Dr. Who y, por si fuese poco, autoestopista galáctico. Hace poco incursionó también en la comedia.

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