Cuando uno nota expresiones distantes y casi totalmente demacradas en quienes están junto a nosotros (por una triste razón específica: porque tienen algo tremendo que decirnos) hay una sensación en destiempo con el alrededor. No se sabe qué hacer, uno desearía interceptar en el poderío del infinito y rebobinar a otras mejores cosas, incluso mucho antes de saber que lo que viene es realmente malo… y entonces es la hora, no hay otra oportunidad, uno puede estar totalmente feliz cuando surge la confrontación repentina con la mortandad. Pero cuando uno antecede las trágicas enunciaciones, los feos avisos de lo que están por decir, cuando uno ya sabe de memoria (al pie de sus estridencias) las expresiones preparatorias a decir todo lo malo que ha pasado… uno puede darse el lujo de decir: en sus marcas… ¿listos?... ¡Sáquenlo! Díganme qué pasa, yo escucho.

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Andrés Baldíos es escritor. Los primeros peldaños son peligrosos, su hasta ahora primer libro de cuentos, fue editado en 2012 por San Roque.

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