Es lo Cotidiano

SHAKESPIRIANAS [XIX]

Hay libros [III]

José Luis Justes Amador

Shakes versus Shav
Shakes versus Shav
Hay libros [III]

89.

Hay libros que por un designio inmerecido (editorial o de distribución, poca más falta hace para que un volumen pase desapercibido) no acaban de encontrar lectores.

89.1. Aunque el tema sea Shakespeare.

89.2. Y nuestra América.

89.3. Ese es el caso de La última tempestad. Shakespeare y América Latina de Carlos Antonio de la Sierra.

89.3.1. Cuyo último párrafo es demoledoramente esperanzador.

89.3.2. “Próspero baila en penumbras al final de su vida, la tempestad ha amainado con la quema de sus libros; sólo le pediremos a la tormenta que sea benévola con nosotros y que permita a su indulgencia liberarnos del rocío”.

89.3.2.1. Sea lo que sea, signifique lo que signifique ese “rocío”.

 

(90.

Aunque Harold Bloom es el sumo sacerdote de la “Bardolatría”, el mérito de la invención de la palabra es de otro dramaturgo: George Bernard Shaw).

 

91.

Shaw acuñó el término para capturar en una sola palabra lo que él creía que era una excesiva sobrevaloración del dramaturgo.

91.1. Sobrevaloración a la que él correspondía con una sobrevaloración de sí mismo.

91.1.1. “Estoy convencido de que se parecía bastante a mí. De hecho, si yo hubiera nacido en 1556, en lugar de en 1856, me hubiera dedicado al verso blanco y le hubiera dado a Shakespear [errata en el original] más pelea para ganarse la vida que la que le dieron todos los isabelinos juntos”.

91.2. Tanto era el encono (o envidia o comparación o inquina o ansiedad influencial o lo que sea) de Shaw con Shakespeare, que le y se dedicó la última obra de cuantas escribió.

91.3. “Shakes versus Shav”, de 1949.

91.3.1. Una obra de títeres de apenas diez minutos de duración.

91.3.2. Que desde su prefacio no tiene desperdicio.

91.3.2.1. “Esta, tal y como esta, es probablemente mi última obra y el clímax de mi eminencia. Pensaba que mi carrera como dramaturgo ya había terminado cuando Waldo Lanchester del Teatro de Marionetas de Malvern, nuestro principal maestro vivo en los títeres, me envió dos marionetas, una de Shakespeare y una mía, junto con una petición para que le proveyera de uno de mis famosos dramas que no durara más de diez minutos aproximadamente”.

91.3.3. Y cuyas líneas finales no tienen desperdicio.

91.3.3.1. “SHAV. Paz, Bardo celoso; / Ambos somos mortales. Sufre por un momento / el brillo de mi inmarcesible luz. // [Aparece entre ambos una luz] // SHAKES. Apágate, apágate breve luz. // [Sopla y la apaga] // [Oscuro. Termina la obra]”

 

92.

Hay libros y autores que se convierten en adjetivos. Ejemplos sobran.

92.1. Kafkiano, quijotesco, dantesco, paciano. Para entenderlos ni siquiera hace falta haber leído una sola línea.

92.2. Más difícil es que un autor (y, además, malo) entre en esa categoría.

92.3. Y no sólo como adjetivo sino como verbo.

92.4. Y, aunque el español tiene equivalentes para la labor que hizo Thomas Bowdler con Shakespeare, no tiene un verbo semejante a “bowdlerise” (o “bowdlerize”).

92.5. Thomas Bowdler fue un médico (que se dedicó a la reforma carcelaria), ajedrecista (que llegó a ganarle a Philidor dos veces, sacrificando ambas torres) y adaptador literario de Shakespeare.

92.5.1. El padre de Bowdler le leía a él y a su hermana Henrietta las obras de Shakespeare que iba censurando sobre la propia lectura.

92.5.2. En 1807 (el mismo año de Tales from Shakespare de los hermanos Lamb) firmó la primera edición de Family Shakespare adaptando (censurando) veinticuatro obras de Shakespeare.

92.5.2.1. Obra que, en realidad, había escrito su hermana pero que firmó él porque no se consideraba que las mujeres fueran capaces de identificar contenidos ofensivos.

92.5.3. Aprovechando su retiro en la descansada Isla de Wight, Thomas Bowdler se dio a la tarea de adaptar todo Shakespeare.

92.5.4. Que se publicó con un título imposible de no citar en su totalidad: The Family Shakespeare, in Ten Volumes; in which nothing is added to the original text; but those words and expressions are omitted which cannot with propriety be read aloud in a family.

92.5.4.1. “El Shakespeare de la familia en diez volúmenes, al que nada se le ha añadido al texto original, pero del que se han omitido las palabras y expresiones que no pueden leerse con propiedad en voz alta a la familia”.

92.5.5. Título que omitía que había cambios como que Ofelia se ahoga por accidente, o la desaparición de la prostituta que narra la muerte de Falstaff.

92.5.6. Aun así, recibió elogios: “Nunca un hombre hizo mejor servicio a Shakespeare que el hombre que hizo posible el ponerlo en las manos de niños inteligentes e imaginativos”.

92.5.7. Y en 1850 ya llevaba once ediciones.

92.5.8. Hoy, “bowdlerize” significa “expurgar”.

92.5.9. Que el D.R.A.E. define como “Mandar tachar algunas palabras, cláusulas o pasajes de determinados libros o impresos, sin prohibir la lectura de estos”.

 

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