Es lo Cotidiano

SHAKESPIRIANAS [XXIII]

Shakespeare el curandero

José Luis Justes Amador

hamlet
Shakespeare el curandero
Shakespeare el curandero




107.

“Ambiente de exquisita educación, cortesía, ambigüedades y apariencias, junto apasiones, duda, desconfianza, disimulo, intrigas y venganzas”.

107.1. Así describe un periodista económico, José Medina, el ambiente empresarial que compara “al castillo de Elsinore” con situaciones “propias del teatro de la vida”.

107.2. Antes de lanzarse a la explicación, superficial, de un síndrome que afecta a algunos de los altos cargos decisivos de las empresas contemporáneas.

107.3. El síndrome de Hamlet.

 

 

(108.

Artículo que contiene joyas que demuestran que lo único que parece conocer de Shakespeare el escritor es el nombre y una vaga noción de la trama.

108.1. Lo que lleva a joyas de intento de explicación comolas siguientes.

108.1.1. “Perfil desdibujado e influenciable. En vez de que el líder maneje y gestione los eventos, estos le manejan a él. La sombra del padre de Hamlet deambula por las murallas de Elsinore, avisándole de que su futuro y trono peligran”.

108.1.1.1 Si dos cosas no tiene Hamlet es estar desdibujado ni ser influenciable.

108.1.2. “Muchos amigos/enemigos. Hamlet no atina a distinguir unos de otros. Quienes vienen a "ayudar" parecen querer el puesto, y, a veces, se mata al amigo. Así hace Hamlet con Polonio, a quien atraviesa con su espada, confundiéndole con Claudio”.

108.1.2.1. Tal vez el mejor verbo para lo que le pasa a Polonio no sea una confusión con Polonio.

108.1.3. Etc, etc…

108.1.4. Hasta terminar con una frase de esas que tan bien quedan en las capacitaciones modernas que hablan de lo de siempre con palabras rimbombantes y ejemplos para asombrar al receptor: “El Síndrome de Hamlet se resume en el exceso de reflexión y escasez de acción. Se pierden grandes ocasiones y proyectos en el teatro de las organizaciones y de la vida”).

 

 

109.

Desde que a Andrew Goldblatt se le ocurriera la denominación (y escribiera un libro de superación personal con el pomposo título de “The Hamlet Syndrome: Overthinkers Who Underachieve”), mil y un artículos y mil y un “coaches” lo ha utilizado, citándolo o sin citarlo.

109.1.  Un libro que, confiesa el mismo Goldblatt que escribió para librarse de su propio síndrome de Hamlet.

 

 

(110.

Síndrome que se utiliza también en los consultorios sentimentales para revestir de palabras, grandilocuentes y ajenas, la tan humana disyuntiva de “quiero estar en una relación / no quiero estar en una relación).

 

 

111.

Aunque no todo en la utilización terapéutica de Shakespeare es palabrería.

111.1. Blue Apple Theatre, fundado en 2005, presentó un “Hamlet” con doce actores con Sindrome de Down.

111.1.1. Ese mismo grupo de teatro en 2010 ya había presentado con actores con las mismas características el “Sueño de una noche de verano”.

111.1.2. Tommy Jessop, fundador de la compañía, es el primer actor profesional con Síndrome de Down.

111.2. Vitor Pordeus en Rio de Janeiro es actor, activista de la salud mental y médico en el Hospital Psiquiátrico Silveira da Nise.

111.2.1. Además del protagonista del “Hamlet” en el que el resto de los papeles están encarnados por sus propios pacientes.

111.3. Deanna Smid, profesora asistente de inglés en una universidad canadienbse ha estudiado teóricamente las propiedades terapéuticas de la música en las obras teatrales de Shakespeare.

111.3.1. Y su trabajo está encabezado por un epígrafe de Cuento de Invierno: “Music, Awake her, strike!”

111.3.2. “Despiértala, música, golpea”.

 

 

112.

“Últimamente, y sin saber por qué, he perdido toda la alegría y el deseo de ocuparme de las tareas cotidianas. Tengo tal pesadumbre en la mente que esta gran fábrica, la Tierra, me parece un promontorio yermo; y esa bóveda cristalina, ese firmamento majestuoso tachonado de fuego áureo, solo me recuerda una infecta y nauseabunda licuefacción de vapores”.

112.1. Dice Hamlet.

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