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GUÍA DE LECTURA

El monte Calvo y La madriguera, de Jairo Aníbal Niño

Jaime Panqueva

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Los olvidados
El monte Calvo y La madriguera, de Jairo Aníbal Niño

Escritas con unos cinco años de diferencia, El monte Calvo (1966) y La madriguera (1971) cuentan como las obras de teatro más conocidas de Jairo Aníbal Niño y, con seguridad de las más representadas, dada la sencillez de los recursos que exigen: tres actores la primera y dos la segunda. Escritor quizá mucho más conocido por su trabajo para niños, a quienes dedicó poesía y narrativa extraordinaria, Niño despliega en estas dos piezas su visión crítica de la realidad latinoamericana.

El monte Calvo evoca la participación de Colombia en la guerra de Corea por medio de dos personajes. Sebastián, excombatiente lisiado olvidado por su país, y Canuto, ex-payaso que ayuda a Sebastián a recorrer las calles buscando techo y comida. Azotados por el hambre se aferran a la esperanza de reunirse con otro antiguo soldado, el coronel, que sufre estrés postraumático tras los horrores del frente.

La madriguera, por su parte, se desarrolla en un país latinoamericano sin nombre concreto, donde un dictador militar debe esconderse en un antiguo depósito para evitar ser apresado por fuerzas revolucionarias que han tomado el palacio presidencial. Junto a él se encuentra su asistente y sobrino, Pepe Arboleda, cuya familia ha sido despojada de poder y bienes por el presidente. Durante el encierro involuntario, a través del diálogo se dibuja la figura monstruosa del tirano, a la expectativa de la llegada de tropas leales que le permitan salvar el pellejo. La tensa espera se convierte en una lucha con su secretario, que se harta del trato despótico del presidente. La madriguera condensa los mitos y anécdotas de ese particular habitante mítico del imaginario latinoamericano, origen de un subgénero narrativo explotado desde principios del siglo XX.

La dramaturgia de Niño, directa y límpida, no se envuelve en banderas nacionalistas, y refuerza la realidad a partir del uso de la ficción y los elementos míticos. Estas dos piezas, fáciles también de obtener gracias a las ediciones y reimpresiones de bajo costo que han realizado editoriales como Panamericana (mi ejemplar es la reimpresión 17, de hace dos años), les permite llegar a pequeñas compañías y a actores aficionados que pueden enriquecerlas con su propia visión.

Me da gusto ver vivas y con buena salud a estas dos piezas, que se han montado con gran éxito en otros países y se presentan con cierta regularidad en diversas partes de la geografía mexicana.

 

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