POESÍA
La celebración
Pamela PeAl
Intenté procurar la comodidad de las habitaciones contiguas,
la tranquilidad del sueño que transcurre a las 4 de la madrugada;
no pude evitar el estallido.
En mi garganta se acumularon las energías,
subieron de mi entre pierna, a mi vientre y hasta mi pecho.
Se acomodaron con necesidad de lanzarse,
convertirse en grito;
viajar y predicar el gozo
expulsar las represiones
liberar lo contenido.
Pensé en los huéspedes en un micro segundo;
en evitar alteraciones.
Las vibraciones internas resultaron mayores
a los consensuados modales.
Germinaron las pasiones en estruendosos aullidos.
Viajaron con intenciones de no ser percibidos.
Ignoro las latitudes alcanzadas
y las molestias ocasionadas,
sólo tengo la certeza de la materia que habito;
recorrida en su totalidad,
sacudida hasta la irrupción.
Imagino que la detonación viaja
y las alteraciones del accidental público
son más bien celebraciones.
Que las molestias no existen
y que las quejas son en realidad ovaciones;
por predicar el gozo
expulsar las represiones
liberar lo contenido.
***
Pamela Pedroza. 24 años. Comunicóloga por título, promotora cultural en la nómina, melómana por herencia y supervivencia, escritora ocasional por exfoliación de ansiedades.
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