viernes. 19.04.2024
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GUÍA DE LECTURA

Pinocho, historia de una marioneta, de Carlo Collodi

Jaime Panqueva

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Le avventure di Pinocchio visto da Enrico Mazzanti, Firenze, 1883
Pinocho, historia de una marioneta, de Carlo Collodi

Este fin de semana, gracias a la visita del escritor Ernesto Lumbreras a Irapuato para conversar en torno la literatura infantil, me gustaría recomendar en este espacio una versión formidable del clásico de Carlo Lorenzini, quien en algún momento de su carrera adoptó el nombre de su villa natal y fue conocido con el apellido Collodi. En 1881, tras publicar un libro de cuentos llamado “Ojos y narices”, Collodi le envía a Fernando Martini, fundador de un periódico infantil de la Toscana italiana (Giornale per i bambini) la historia de ese pedazo mágico de pino que se convierte por intervención de un carpintero en una marioneta. Su inquieto viaje continuaría con gran éxito e interrupciones, algunas de varios meses, hasta completar 36 capítulos tras de dos años de primera su aparición. Los pequeños lectores de entonces fueron responsables de que las aventuras tuvieran esta extensión pues a través de cartas, que tuvieron el efecto del pulgar en alto del coliseo romano, solicitaban a Collodi dejar con vida al personaje y proporcionarle más peripecias. Los saltos y giros en la trama son por ello muy evidentes, así como el carácter aleccionador de sus episodios, como cuando Pinocho se niega a tomar una medicina, que engulle de prisa tras aparecérsele un sepelio donde conejos negros cargan el ataúd del muñeco. En uno de mis episodios favoritos, que parece transcurrir en América Latina, Pinocho va a la cárcel por ingenuo, tras denunciar ante la corte que ha sido estafado. Su liberación vendrá meses después cuando miente al confesar que es un criminal muy peligroso, y entonces recibe una amnistía.

En 1883 los relatos se reúnen en una novela ilustrada por Enrico Mazzanti y publicada por una editorial florentina. El éxito es inmediato e incluso el mismo ilustrador realizará dibujos para las traducciones en idiomas inglés, francés y español. Las fuertes imágenes concebidas por Collodi, reforzadas por frases lapidarias y descarnadas, se prestan para realizar trabajos ilustrados como lo hizo Disney para el cine en 1940, o mi recomendación: el formidable ejemplar con imágenes de Roberto Innocenti publicado en 2005 por La Margherita edizioni de Milán, y que se consigue en español a través de Kalandraka Infantil. El libro potenciado por Innocenti, toscano también que volcó sus recuerdos de la infancia en este trabajo, es una joya que debe leerse lentamente y devorarse con la vista de igual manera. Pinocho, más de un siglo después de su creación, se sigue reelaborando y mantiene la fascinación del original, con su toda su desfachatez y crueldad.

 

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