sábado. 20.04.2024
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Ampulex compressa

Ixchel Ledesma

Ixchel Ledesma
Ampulex compressa

Nos dimos un beso en el auto y Christina se despidió dejándome su joya. Era una esmeralda en forma de hexágono sostenida por una estructura unida a una cadena de oro. La esmeralda es la piedra de los alquimistas, quienes construyeron una tabla con este cristal, donde se ve reflejado el fundamento ontológico último de la filosofía: la finalidad del Ser. La Tabla Esmeralda es una puerta directa para ingresar en la esencia del Uno, del Todo. Llegar a la totalidad que ya se es.

Christina me hablaba a diario, pero por alguna circunstancia inexplicable, nunca me dejaba ir a verla. Ponía pretextos que yo no podía entender, sin embargo, el profundo amor que le tenía me hizo sostener la ilusión de otro encuentro. Su voz apenas audible agudizó mi oído al punto de eliminar los ruidos y las distracciones del exterior. Escuchaba sus órdenes y  las seguía de modo obsesivo. La primera de ellas fue dejar de comer.  Me convencí de que no lo necesitaba.  Supuse que el sacrificio del cuerpo era el alimento de eso que estábamos construyendo.

La segunda instrucción fue un viaje. Me llamó asustada pidiéndome que tomara el primer vuelo a Torino. Prometió que lo entendería todo a mi llegada. Dejé Argentina y caminé por las calles de Italia según sus deseos. Al llegar al río vi mi reflejo descarnado en el cristal verdoso, al que entré conducido por su voz.

Dentro del agua sentí una punzada en el vientre. Algo efectivamente estaba naciendo entre Christina y yo.






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Ixchel Ledesma 
es escritora, feminista y curadora independiente. Este texto aparece en su blog Dactylopius coccus.

 

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