Estamos comiendo chau-fan con palitos de plástico naranjas
Él me señala algo con el dedo y me dice mirá mirá
yo miro y no veo nada
entonces él dice que ya pasó
que era un cometa que pasa por el cielo una vez cada 4500 años
y ahora ya no lo voy a poder ver nunca
cada momento es como un cometa que pasa cada 4500 años
cada momento existe una sola vez en toda la historia de la humanidad
por ejemplo ahora que estamos comiendo chau-fan con palitos de plástico naranjas
vos y yo en esta mesa este día
entonces vivamos como si estuviéramos dando una abrazo de despedida
a cada cosa
a cada momento
chaaaau mesa!
chaaaaau plato!
chaaaaau señora!
chaaaaau palito!
a las personas que cruzamos por la calle
es la única vez que las vamos a cruzar en este momento
entonces las saludamos
y les preguntamos
si no tienen algo que decirnos
que lo digan
porque es la única vez
después estamos sentados en el colchón que está en el piso
frente a frente
yo estoy desnudo
él está cubierto solamente las piernas con una colcha
y su cuerpo es más glorioso que Neptuno
saliendo de la profundidad del mar
estamos tranquilos
yo con mi mirada lo estoy tocando
lo estoy acariciando
y lo estoy adorando como se adora a un dios
todo mi corazón está en mis ojos
y mis ojos están puestos totalmente en él
le estoy entregando mi vida con la mirada
el único regalo que los dioses aceptan
y descubro que la felicidad
es cuando uno se entrega así todo entero a un dios
él me sonríe con la sonrisa más amorosa que conocí
y hace llover la felicidad y la calma sobre mí
hasta hacerme llorar
de alegría
y entonces me dice
que no es que cada momento se va y se pierde como los cometas
como cuando estábamos comiendo chau-fan con palitos de plástico naranjas
ese momento todavía está en vos y en mí
y va a seguir estando siempre
y esa alegría va a estar mañana
cuando ya no estemos juntos
y todo lo que hagamos mañana
y pasado mañana
lo vamos a hacer con esa alegría que tenemos ahora
y él mañana le va a contar a su amigo ariel
todo lo que hicimos hoy
y toda la alegría que tuvimos
y entonces ariel se va a poner muy contento
y se lo va a contar a un amigo de él
y esa alegría se va a ir transmitiendo
a todos
y esa alegría se va juntando con toda la alegría
de todos los demás momentos alegres que vivimos
y todos los días tenemos más alegría
y más alegría
yo lo miro y creo en él
creo en la felicidad
soy feliz
y la felicidad es lo único lo único para lo que estamos aquí
por eso dice que no le importa dormir
que duerme poco
porque quiere estar conciente conciente
lo más que pueda
para disfrutar de la alegría
todos los días
y también me dice
que cuando se muera va a ser así:
va a ser muy feliz
va a estar sonriendo igual que ahora
entonces va a recostar la cabeza despacio
y va a cerrar los ojos.

***
Esteban García. Escritor de poemas como éste.

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