viernes. 19.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

LA ESTUPIDEZ HUMANA PRESENTA… [XX]

Contradicciones

José Luis Justes Amador

La estupidez humana presenta - Contradicciones
Tachas 390
Contradicciones

305. ¿Es la contradicción una estupidez?

306. La respuesta más obvia, la más sencilla, la más intuitiva, parece ser que sí. Pero si uno se detiene a pensar bien la pregunta y su resolución, la respuesta es no.

307. La contradicción, como la estupidez, es humana.

308. Y, como la estupidez, bien usada puede ser un motor de avance, un agente de cambio, una herramienta necesaria para la evolución, tanto personal como humana.

309. Entonces, ¿toda contradicción es útil y nada estúpida? Y, como casi siempre, la respuesta no es afirmativa ni negativa sino un sonoro y rotundo, aunque incierto, depende.

310. Si la contradicción se basa en un cambio por algo que no habíamos visto, que no sabíamos, en lo que no habíamos caído en cuenta, entonces puede ser no sólo buena, sino positiva y radical y necesariamente humana…

311. pero si la contradicción se basa en la cerrazón en una idea o en una acción a la que el mundo se empeña en demostrar la estupidez, no sólo resulta perniciosa sino que cae en lo ridículo.

312. Como ha ocurrido esta semana con el suceso que ha provocado el siguiente titular: “Tumban un contrato del Ministerio de Igualdad por discriminación de género”, y su balazo inmediato: “El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales impugnó el contrato porque discriminaba a los varones y vulneraba el artículo 14 de la Constitución”.

313. Tal vez la historia merece una pequeña explicación previa, ya que el Ministerio de Igualdad español es precisamente el que había propuesto que en los contratos celebrados por el Gobierno con cualquier contratista externo, debía establecerse una paridad en el sexo de las personas a contratar.

314. La noticia no tiene desperdicio.

315. El Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero, ha tenido que dar marcha atrás con un contrato público para cubrir los servicios del 016, porque vulneraba directamente el principio de igualdad de género. Una de las empresas concurrentes denunció ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales que en los pliegos existía una discriminación por razón de género, ya que se exigía que el personal adscrito fueran mujeres y no varones.

316. El 16 de mayo de 2020, la empresa recurrente, Innova, presentó el recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. La empresa señaló que en el Pliego de Prescripciones Técnicas existía una discriminación por razón de género, "con preferencia de la mujer, en la exigencia de que el personal adscrito sean mujeres y no varones, contraviniendo el artículo 201 LCSP y el convenio 111 de la OIT, así como la LO 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres", señala la resolución.

317. El tribunal determinó que, efectivamente, "los defectos del pliego impugnados constituyen causas de nulidad de pleno derecho (...) por cuanto implican una vulneración de derechos fundamentales". "La recurrente alega que la redacción de los pliegos es lesiva para sus intereses, por lo que consideramos que la infracción alegada le impide participar en condiciones de igualdad con el resto de licitadores y, en consecuencia, tiene legitimación", detalla la resolución. Finalmente, el tribunal determinó que la redacción de los pliegos vulneraba "nuestro orden constitucional, así como los artículos 1 y 126 de la LCS. En consecuencia, en tales extremos, los pliegos de la contratación son nulos de pleno derecho".

318. La contradicción está en crear una ley que asegure un porcentaje determinado de mujeres que cuando se supere, por méritos o especificaciones necesarias, se convierte automáticamente en ilegal y discriminatoria.

319. ¿Es la contradicción una estupidez? Que cada lector decida.

320. Lo que sí es estúpido es la actitud que el refrán mexicano resume perfectamente al decir que uno es “limosnero y con garrote”.

321. Unos inmigrantes ilegales en las Islas Canarias fueron alojados, por sobrecupo de las instalaciones de Centro de Internamiento de Extranjeros, en un hotel de lujo de la capital, situación que inmediatamente fue protestada por uno de los inmigrantes, al quejarse en la recepción del hotel de que le habían asignado una habitación que no tenía vista al mar.

 

[Ir a la portada de Tachas 390]