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Tachas 395 • Películas centenarias y cincuentonas • Fernando Cuevas

Fernando Cuevas de la Garza

El gabinete del doctor Caligari
El gabinete del doctor Caligari
Tachas 395 • Películas centenarias y cincuentonas • Fernando Cuevas


Un breve repaso por algunas de las cintas que se presentaron hace un siglo, ya con el cine más instalado en las sociedades como parte de la forma de vida cotidiana, manifestación artística y entretenimiento. Después, filmes que iniciaron la década de los setenta y que siguen con su fuerza narrativa intacta.

1920: Las centenarias

El expresionismo alemán tuvo uno de sus años clave con el estreno de la clásica El gabinete del doctor Caligari, filme de Robert Wiene en el que un siniestro mago utiliza sus poderes hipnóticos sobre un hombre sonámbulo para cometer crímenes, haciendo referencia a los poderes del estado sobre los ciudadanos comunes y a los impulsos asesinos subconscientes. Los decorados que desafían la verticalidad, formas inesperadamente oblicuas, incluso recordando a la estética cubista con líneas remarcadas, y el uso de la iluminación como elemento terrorífico, justamente para exacerbar las expresiones, se integraron para este representativo y exultante filme. Dentro de esta corriente, también se presentó la secuela El Golem: cómo vino al mundo (Boese y Begener), obra que cuenta la historia de un rabino que crea un ser de barro para defender a los judíos de Praga.

En The Flapper, Crosland revisa el estilo desenfadado de vida que le da título, siguiendo a una adolescente enviada a un estricto colegio pero que rompe con las convenciones de la época junto con sus compañeras: un retrato de una de las modas disruptivas de los años veinte vinculada con la liberación femenina. No faltaron los dramas con dosis de romance como April Folly de Robert Z. Leonard, con Marion Davies como una joven escritora que crea una historia de intriga y amor; el director también realizó The Restless Sex; The Devil's Passkey de Erich von Stroheim, que narra la historia de un amor imposible entre una mujer casada y un militar, y Way Down East, filme dirigido por Griffith, basado en la obra escrita por Lottie Blair Parker y que ya había sido llevada a la pantalla, además de volverse a adaptar en 1935; este afamado director también presentó Las dos tormentas, basada en la obra de teatro homónima.

En este tenor, Fred Niblo realizó Sex para revisar cómo utilizar el atractivo personal para beneficio propio; Cecile B. De Mille entregó Why Change Your Wife? sobre esa vieja premisa de valorar lo que se tiene hasta que se pierde, y en The Lure of Crooning Water de Arthur Rooke un desliz de un granjero casado y una actriz termina en tragedia. Dirigida por J. A. Barry, Passion’s Playground  plantea una serie de enredos e intrigas amorosas con Monte Carlo como telón de fondo. Mostrando su enorme talento e imaginación para la comedia en sus diferentes vertientes, Buster Keaton nos regaló la hilarante Una semana, en tanto John Ford desarrolló con enfoque de drama The Prince of Avenue A, The Girl in Number 29, Hitchin’ Posts y el western Just Pals.

Se retomaron textos muy conocidos, práctica habitual en el cine desde entonces, para trasladarlos a imágenes: Dr. Jekyll and Mr. Hyde fue adaptada en dos películas, una a cargo de Robertson, con la actuación de John Barrymore, y la otra por Hayden; Huckleberry Finn de Desmond Taylor; Oliver Twist de Lupu Pick; El último de los Mohicanos, realizada por Clarence Brown y Maurice Tourneur, quien también orquestó La isla del tesoro con Shirley Mason y Lon Chaney, también poniéndose a las órdenes de Tod Browning en Fuera de la ley y en Nómadas del norte de David Hartford; La marca del zorro, dirigida también por Fred Niblo con Douglas Fairbanks en el estelar.

The Penalty (Worsely) presenta a un hombre que busca venganza tras perder las piernas por un error médico y Helen of a Four Gates (Hepworth), gravita alrededor del abuso de una joven a manos de un tipo que la fuerza a casarse con él, como sucede dentro de la trama de La virgen de Estanbul, cinta realizada por Tod Browning a manera de intriga trágica con dejos de exotismo. Las novelas de detectives empezaban a representarse en pantalla, como el caso de la escrita por Edmund Clerihew Bentley, también responsable del guion de la película Trent's Last Case, realizada por Richard Garrick.

De los grandes directores nórdicos y centroeuropeos, se presentaron The Parsons Widow (Prästänkan) de Carl Theodore Dreyer, girando en torno a un matrimonio forzado, quien también rodó Blade af Satan Bog, estructurada a partir de cuatro episodios en los que se percibía la presencia del mal: la tentación de Jesús, la Inquisición española, la Revolución francesa y el final de la guerra rusa en 1918; Mästerman, The Monastery of Sendomir y Karin Daughter of Ingmar fueron las cintas del clave realizador sueco Victor Sjostrom, mientras que Ernst Lubitsch compartió la comedia romántica Kohlhiesels Töchter y el incansable Michael Curtiz entregó Bocaccio, The Scourge of God y The Star of Damascus.

Erotikon de Mauritz Stiller desafió las restricciones de lo que se podía presentar en las salas, tal como Le ménage moderne du Madame Butterfly (Natan), que mostró escenas homo y bisexuales. Considerada como la primer película escrita, producida y dirigida por un afroestadounidense, Within Our Gates representó el aporte de Oscar Micheaux, en el que una mujer abandonada por su novio decide ayudar a una escuela con problemas financieros. El cine latinoamericano estuvo presente a través de las chilenas Uno de abajo (Rojas Castro) y Manuel Rodríguez (Barrios); las argentinas Palomas rubias (Ferreyra) y Pueblo chico (Cominetti), la uruguaya Pervanche (Ibáñez Saavedra) y la mexicana Hasta después de la muerte (Vollrath).

1970: Las cincuentones

En El conformista, Bernardo Bertolucci adapta la novela de Alberto Moravia para regalarnos toda una lección de lenguaje cinematográfico para contar la historia de un hombre que se integra a un partido fascista y recibe la encomienda de matar a un político en el exilio que fue su profesor; además, dirigió La estrategia de la araña, recurriendo a una narrativa fragmentada en la que en principio un hombre viaja a investigar las actividades políticas que llevaba a cabo su padre y, a partir de ahí, las líneas narrativas se bifurcan y confunden para crear un mosaico por desentrañar. Dirigida por el gran Vittorio De Sica, El jardín de los Finzi-Contini aborda el proceso de los judíos buscando sobrevivir y adaptarse ante el fascismo italiano.

En Tristana, Luis Buñuel retomó la novela de Benito Pérez Galdós para explorar las complejidades del control y abuso ante la orfandad y las implicaciones del enamoramiento como vehículo de independencia: Catherine Deneuve, Fernando Rey y Franco Nero asumen este triángulo protagónico de luchas de poder en las relaciones personales. En La rodilla de Claire, Éric Rohmer explora la fragilidad de las decisiones en asuntos amorosos y cómo pueden trastocarse con una fascinación imprevista, mientras que Historia de amor de Arthur Hiller se convirtió en un clásico del drama romántico que hemos visto influenciar a múltiples filmes del género. David Lean compartió la prolongada La hija de Ryan con todo y romance prohibido,

Mi vida es mi vida (Five Easy Pieces) de Bob Rafelson, presenta a un Jack Nicholson encarnando con soltura a un explosivo y al mismo tiempo sensible trabajador de una refinería que viaja para reconciliarse con su padre, mientras que se va replanteando la relación con su novia. John Cassavetes siguió entre comedia y drama a tres hombres que viajan después de la muerte de un amigo, vía su filme Maridos, en tanto John Frankenheimer retrató un amor invadido de dilema moral en Yo vigilo el camino (I Walk the Line), con música de Johnny Cash. Los teutones Fengler y Fassbinder propusieron un análisis del hombre común que parece tener estabilidad en ¿Por qué corre amok el Sr. R?, duda que se va infiltrando conforme avanza el film.

Con base en la novela de Thomas Berger, Arthur Penn grabó Pequeño gran hombre con Dustin Hoffman y Faye Dunaway, poniéndole un dejo de desenfado al viejo oeste y rompiendo los estereotipos de algunos de sus personajes característicos, revisados también en Un hombre llamado caballo, con la icónica interpretación de Richard Harris y la dirección de Elliot Silverstein. El caso del niño encontrado en un bosque de Francia criado por lobos fue llevado a la pantalla por François Truffaut en El niño salvaje.

William Wyler filmó The Liberation of L. B. Jones, poderoso drama interracial que integra infidelidades y venganzas, en tanto Robert Altman entregó M*A*S*H comedia crítica y arriesgada acerca de la guerra de Vietnam que después generó una famosa serie televisiva. Dirigida por Franklin J. Shaffner y con guion coescrito por Coppola, Patton retoma con amplitud la figura del polémico general estadounidense durante la II Guerra mundial, interpretado con brío por George C. Scott: se trata de uno de los filmes biográficos más importantes que se han rodado. En este contexto bélico, Fleischer, Fukasaku y Masuda unieron esfuerzos para dirigir Tora! Tora! Tora!, sobre Pearl Harbor.

Un hombre lucha por mantener a su familia después de perder su medio de subsistencia en Umut, película turca de Serif Gören y Yilmaz Güney, incluso emprendiendo una búsqueda de entrada imposible, aunque cargada de irrefrenable optimismo, mientras que Jorge Fons presentó El quelite, cual canción que impone sus recuerdos traumáticos en el momento más inoportuno y Alejandro Jodorowski realizó El topo, western surrealista de búsquedas místicas con toques sicodélicos y sicoanalíticos. Por su parte, Jerzy Skolimowski rodó Deep End, retrato trágico de un quinceañero obsesionado con el sexo. El realizador chino Tun Fei Mou presentó en The End of the Track a dos jóvenes amigos que practican atletismo hasta que uno muere, con las consecuencias del caso.

El documentalista Michael Wadleigh, con ayuda de los jóvenes Shoonmaker, Scorsese y Lucas, capturó el espíritu de la música popular de finales de los sesenta y sus significados en Woodstock, dando cuenta del concierto multitudinario más famoso de la historia del rock y anexas. En este tenor contracultural se presentaron la enlatada durante dos años Performance, realizada por Cammell y Roeg, Zabriskie Point de Michelangelo Antonioni y el documental Gimme Shelter, siguiendo en forma contextualizada a The Rolling Stones en la famosa gira de 1969 que terminó con la tragedia de Altamont.

El afamado director indio Satyajit Ray ideó y realizó Days and Nights in the Forest (Aranyer Din Ratri), retrato de las relaciones entre clases sociales y sexos, aprovechando el encuentro de algunas personas que vacacionas unos días en el campo; además, dirigió The Adversary (Pratidwandi), filme centrado en las dificultades de un joven para conseguir trabajo, insertado en un contexto familiar diverso. Jibo Theke Neya de Zahir Raihan es una crítica política sobre la tentación dictatorial en el este de Pakistán, hoy conocido como Bangladesh, incluyendo toques satíricos entre intrigas familiares y protestas sociales, mientras que La oreja (Ucho) de Karel Kachyna, retrata la realidad vigilada de la Checoslovaquia bajo el dominio de los soviéticos, a través de la mirada de un matrimonio en crisis.

El fulgurante sol del desierto (Beloe solntse pustyni), filme de la Unión Soviética realizado por Vladimir Motyl, sigue en tono aventurero a un ex soldado al final de la guerra civil que se une a un harem de un líder guerrillero. Dario Argento contribuyó con la hitchconiana El pájaro de las plumas de cristal, sobre un escritor estadounidense en Roma que se obsesiona con un asesino serial, en tanto que Investigación de un ciudadano sobre todo sospecha del italiano Elio Petri, se ubica en el cine detectivesco, aquí presentando a un jefe de la policía dejando pistas acerca del asesinato que él mismo cometió en contra de su amante, mientras que Jean-Pierre Melville integra un trío criminal en Le cercle rouge, creando atmósferas propias del cine noir.

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