miércoles. 24.04.2024
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ENSAYO

Ensayo • Las vidas secretas del color (fragmentos) • Kassia St. Clair (trad.  Helena Álvarez de la Miyar)

Kassia St. Clair

Kassia St Clair
Tachas 426
Ensayo • Las vidas secretas del color (fragmentos) • Kassia St. Clair (trad.  Helena Álvarez de la Miyar)

 

Los colores deberían entenderse como creaciones culturales subjetivas: fijar de manera plausible una definición específica de todas las tonalidades conocidas es tan posible o imposible como establecer las coordenadas espaciales de un sueño.

 

El albayalde es un carbonato de plomo básico con una estructura molecular de cristales. Es espeso, opaco y pesado, y hay pruebas rotundas de que ya se fabricaba en Anatolia alrededor del año 2300 a.C., y se ha estado utilizando por todo el mundo desde entonces utilizando, básicamente, el mismo método descrito por Plinio el Viejo hace 2000 años: se colocaban unas tiras de plomo en un compartimento que se metía en una vasija especial de arcilla dividida en dos. Se vertía vinagre en la otra mitad, y luego se rodeaba la vasija de estiércol animal en el interior de un cobertizo cerrado a cal y canto durante 30 días. Durante ese tiempo, se producía una reacción química relativamente sencilla: los gases del vinagre reaccionaban con el plomo y se generaba acetato de plomo; a medida que fermentaba el estiércol se liberaba CO2, que a su vez reaccionaba con el acetato, convirtiéndolo en carbonato. Al cabo de un mes se enviaba a algún pobre diablo al interior del cobertizo apestoso a recoger las piezas de plomo, para entonces cubiertas de una capa blanca de carbonato de plomo con un aspecto parecido al hojaldre, que se podía moler tal cual, prensar en pastillas y vender.

El albayalde, sin embargo, tenía un defecto letal: en el número de invierno de 1678 de Philosophical Transactions, la revista de la Royal Society, Sir Philiberto Vernatti describió la suerte que corrían los que participaban en la producción del albayalde:

Las afecciones a las que se exponen los trabajadores son el Dolor Inmediato de Estómago, terribles Retorcijones de Tripas y Estreñimiento que no se alivia con Purgas catárticas… También les ocasiona Altas Fiebres, Asma y Falta de Resuello en grado sumo… Luego les provoca Vértigo o Mareos con Intenso Dolor Constante en la Frente, Ceguera, Aturdimiento y Trastornos de Parálisis; pérdida de apetito, Mala gana y Vómitos Frecuentes, por lo general con abundante Flema, a veces mezclada con Bilis, hasta debilitar el Cuerpo al máximo.   

La plata crece y decrece en ciclos sucesivos de lustre y deslustre: un minuto está resplandeciente y refleja todo como un espejo, y al siguiente está eclipsada por una película negra de sulfuro de plata. Hay algo en esta imperfección que la hace más humana: parece tener un ciclo de vida y, al igual que nosotros morimos, su brillo también muere un poco.

En las personas, el amarillo es un color que se asocia a la enfermedad: no hay más que pensar en la piel cetrina, la ictericia o los cálculos biliares. Si se aplica a grupos o fenómenos de masas, las connotaciones son todavía peores. En conjunción con “periodismo” indica sensacionalismo imprudente. El flujo de inmigrantes que llegaron a Europa y América del Norte de Oriente, sobre todo de China a principios del siglo XX, se conocía como “el peligro amarillo”.

A mediados del siglo XX, los nazis encumbraron el ideal ario y ojos azules como el sumun de la humanidad. Una exposición escalofriante del Stadtmuseum de Münich contiene una carta de colores de pelo, que se empleaba en una de las pruebas realizadas para identificar a los que poseían características físicas de la raza aria, que era la que el Führer quería propagar por considerarla una raza superior.   

El azafrán es, al peso, la especia más cara del mundo. En 2013, una onza de azafrán costaba 364 dólares, mientras que la misma cantidad de vainilla valía 8 dólares y el cardamomo unos míseros 3,75 dólares. Esto se debe en parte a que las flores requieren condiciones tan especiales: según un relato del siglo XVI, la Crocus sativus prefiere “noches cálidas, dulces rocíos suaves, terreno fértil y amaneceres brumosos”. Además del breve florecimiento individual de cada flor, toda la cosecha se realiza en una quincena. Hay que recoger las flores y extraer los estigmas a mano; todos los intentos de mecanizar el proceso han fracasado debido a que las flores son demasiado delicadas. Hacen falta entre 70.000 y 100.000 flores para producir un kilo de la especia.

 




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Kassia St. Clair (escritora, historiadora cultural y consultora) vive en Londres. Su primer libro, The Secret Lives of Color está entre los diez más vendidos y fue seleccionado como el Libro de la Semana de Radio 4. Ha sido traducido a más de una docena de idiomas. Actualmente está escribiendo su tercer libro, que se publicará en 2022. Estos fragmentos fueron tomados de Las vidas secretas del color (Ediciones Urano, 2017).

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