Una de las grandes aportaciones de la literatura es que nos acerca a la historia y permite comprender aspectos fundamentales de nuestra sociedad, ejemplo de ello es la novela a la que hoy le dedico la reseña: Rebelión en la granja, del escritor nacido en la India británica Eric Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell (1903-1950)

Publicada en el año en que concluyó la Segunda Guerra Mundial, este relato forma parte de la literatura llamada distópica, un libro de solo 119 páginas de extensión, que reflexiona sobre el poder y la corrupción a través de una fábula que hace alusión al régimen de Stalin pero que aplica a cualquier líder o dictador.

Estructurada en 10 capítulos breves, Rebelión en la granja se vale de animales para realizar una crítica social, nos sitúa en una granja británica cuando, ante los malos tratos que el propietario les da, son convocados por un cerdo de 12 años para revelarse ante el único enemigo que tienen: el hombre; luego de echarlo y cambiar el nombre a simplemente “La granja de los animales”, los cerdos toman el control y estructuran un nuevo sistema ideológico conformado por siete mandamientos llamado Animalismo (reglas que luego cambian a conveniencia)

Aunque es una novela que recientemente cumplió 76 años de su publicación, sigue siendo hoy una referencia para entender la naturaleza del lenguaje persuasivo como instrumento de poder, un texto que hace una crítica a los regímenes totalitarios y a las masas que fielmente siguen a líderes sin cuestionar, un sorprendente libro que, en medio de la aparente sencillez del argumento, plantea de una manera clara la naturaleza y el proceso de las rebeliones con un cierre brutal, lejano a cualquier final feliz.

Rebelión en la granja es una obra breve que todos debemos leer y que cuenta con múltiples ediciones, el que yo leí me costó $29 pesos con el sello de Casa Editorial Boek México.

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