Es lo Cotidiano

GUÍA DE LECTURA 431

Guía de Lectura • Librerías, de Jorge Carrión • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

James Joyce y su editora Sylvia Beach
James Joyce y su editora Sylvia Beach
Guía de Lectura • Librerías, de Jorge Carrión • Jaime Panqueva


Una de las fotos que dieron la vuelta a mundo esta semana celebró el primer centenario de la edición de Ulysses. Junto a los estantes de la librería Shakespeare & Co, situada en el número 12 de la rue Odeon de París, se aprecia al autor, James Joyce, junto a su editora, la inglesa Sylvia Beach, dueña del local y amiga de una muy larga lista de personajes geniales entre los que se recuerdan Ernest Hemingway, Gertrude Stein, Man Ray, Ezra Pound, William Carlos Williams, F. Scott Fitzgerald, Samuel Beckett, André Gide, Paul Valéry o el psicoanalista Jacques Lacan.

La novela moderna más importante del idioma inglés se editó en París gracias a una librera, no a una casa editorial; se trató más de una autopublicación, pues Joyce financió el tiraje de su bolsillo, que de un lanzamiento de una colección.

Librerías (Finalista del premio Anagrama de ensayo, 2013) de Jorge Carrión, nos transporta a través de los siglos y la geografía mundial tras la huella de quienes se dedican a la venta de libros. Desde los primeros establecimientos en una posible Atenas hasta la popularización de éstos y de los locales para venderlos, hacia finales del siglo XVIII; Goethe habló en su obra, tanto de una literatura mundial como de un mercado mundial de bienes culturales.

Carrión se desplaza por los cinco continentes para abordar la modernidad, los grandes personajes que, como Sylvia Beach, pasaron a la historia por su oficio, además de los locales míticos que han sido referentes de los diversos movimientos literarios: Gotham Book Mart, City Lights o la Librairie des Colonnes y la misma Shakespeare & Co en su nueva ubicación.

Pero más allá de los espacios y los clientes, el librero en sí es un personaje tan especial e irrepetible, que podemos recordar que la misma Sylvia Beach cayó en desgracia cuando en 1941, en pleno París ocupado, se negó a vender la primera copia del Finnegan’s Wake (también de Joyce) a un oficial alemán.

Me despido con este fragmento que condensa, en palabras de un librero escritor, las viscisitudes del oficio:

Un librero es un hombre que cuando descansa lee; cuando lee, lee catálogos de libros; cuando pasea, se detiene frente a las vidrieras de otras librerías; cuando va a otra ciudad, otro país, visita libreros y editores… El librero es el ser más consciente de la futilidad del libro, de su importancia. Por eso es un hombre escindido; el libro es una mercancía para comprar y vender y él integra esa mercancía. Se compra y se vende a sí mismo.

Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]