martes. 23.04.2024
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MINIFICCIÓN

De pequeñas mordidas • Natalia Madureño

Natalia Madureño 

Natalia Madureño
Tachas 453
De pequeñas mordidas • Natalia Madureño

Pues mire usted, comencé por mordisquear sus labios. Las personas normales suelen besar, pero yo mordisqueo. Mordí sus pies, en especial me detuve en su dedo pulgar derecho. Tan gordito él, tan suave. Perdón, pero si tan sólo supiera las miles de sensaciones que brotaban de mí cada que la mordía.

También mordí sus muslos, ahí usé un poquito más de fuerza. En ese momento supe que no le disgustaba lo que hacía, al contrario, ya gemía como si estuviera a punto de explotar; sin embargo, sé que aún no lo hacía porque en realidad sintió un orgasmo cuando llegué a su sexo. Ahí me detuve por mucho tiempo y repartí un montón de múltiples mordiditas, aunque debo confesar que algunas no tan pequeñas. Creo que cuando subí a su vientre, sin afán de alardear, ella ya había ido y vuelto unas tres veces al mundo del cosquilleo profundo y de los cuerpos entumidos. Ya ve que dicen que las mujeres son multiorgásmicas y ella de seguro lo era.

Después me suplicó que no la dejara, pero tuve que hacerlo porque soy casado. Así que no fui yo, y aunque en su cuerpo la única señal de supuesto maltrato son mis dientes, yo no la maté. Créame, debió morir de amor.




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Natalia Madrueño estudió una licenciatura en Letras Hispánicas y un máster en Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana expedida por la Universitat de Barcelona. Escribe ensayo, cuento y minificción. Ha publicado algunos de sus textos en distintas antologías, periódicos y plaquettes digitales, como la Antología Virtual de Minificción Mexicana en que se publicó este texto.

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