sábado. 20.04.2024
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GUÍA DE LECTURA 442

Tachas 463 • Hedda Gabler, de Henrik Ibsen • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

Hedda Gabler de Henrik Ibsen
Hedda Gabler de Henrik Ibsen
Tachas 463 • Hedda Gabler, de Henrik Ibsen • Jaime Panqueva


¿Cómo puede un feliz regreso al futuro hogar, tras una luna de miel, convertirse a lo largo de día y medio en una secuencia de muerte, dos de ellas con un par de viejas pistolas heredadas de un viejo general? Ibsen desarrolla toda su maestría dramática a través de un personaje femenino, Hedda Gabler, seductora, manipuladora y desesperanzada, que  tras conseguir una posición a través del matrimonio con Jorge Tesman, se encuentra abrumada por el tedio. Provenientes de familias distinguidas pero con dificultades económicas, el padre de Hedda fue un general que le hereda sus armas, con las cuales Hedda se divierte disparando de vez en vez. Tesman depende económicamente de sus tías mientras espera se le asigne una cátedra universitaria.

Escrita durante su residencia en Alemania a lo largo de dos años, entre 1889 y 1890. Ibsen completó el primer borrador el 7 de octubre de ese último año, y finalizó la copia en limpio a mediados de noviembre. El manuscrito llegó a su editor el 18 de noviembre, para imprimirse el 16 de diciembre: una primera tirada de 10.000 ejemplares, inusualmente alta para una obra dramática.

Antes del estreno ya el crítico de teatro alemán Otto Brahm escribió que la obra era "un evento literario europeo", una obra de "sólida concepción", con “gran poder de percepción", y de "individualidad demoniaca". Representada en alemán por primera vez en Munich el 31 de enero de 1891 en el Residenztheater de Múnich, en presencia del autor, fue recibida con frialdad por la crítica: la puesta en escena no fue particularmente exitosa, buena parte gracias a la actriz que representó a Hedda. Siguieron producciones en Helsinki, Estocolmo y Copenhague, antes de que el estreno noruego finalmente tuviera lugar en Oslo el 26 de febrero de 1891. A partir de entonces se convirtió en un gran éxito.

El personaje principal, lleno de contradicciones, parece haber sido inspirado en la joven Emilie Bardach, a quien Ibsen había conocido en Tirol del Sur en julio de 1889. Según él, esta mujer era "una destructora demoniaca", una "pequeña depredadora". Aburrida de su matrimonio y de las convenciones sociales, Hedda orilla a la destrucción a uno de sus antiguos pretendientes, Eylert Løvborg, mientras busca dañar también a la amante de éste, Thea, a quien ya aterrorizaba de joven. Mientras Hedda manipula y miente, un antiguo admirador, el consejero Brack, aprovecha las circunstancias para obligarla a ser su amante. Atrapada entre el querer y no poder, entre el hastío y la cobardía, Hedda termina con su vida como un acto de soberanía individual y de emancipación del yugo social de su época.

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