martes. 16.04.2024
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Toda la verdad

Jonathan Minila

Toda la verdad

Un día caminaste sobre escombros. Atravesaron tus pies. Encontraste un cuerpo: el tuyo. Ahí estaba, listo para decirte la verdad: habías muerto. Arrastraste tu cadáver por campos grises; lo escondiste entre la tierra sin llorar, porque no podías. Volviste a casa. Ahí estaban tus hijos. La vida siguió. Los remordimientos te acosaron. Nadie conocía tu secreto. La falsedad de una vida fingida te estorbaba. La mirada de tu mujer era una tortura. Se acabaron las sonrisas. Tu falsedad te hizo desgraciado. Adelgazaste hasta la locura. Te destrozó el insomnio. Te sentías culpable en cada palabra. Miraste a tus hijos crecer, casarse. Tuviste nietos. Se hicieron reuniones donde todos gritaban celebrando la vida. Menos tú. Al intentarlo recordabas tu cuerpo, tu muerte, los campos grises. Las caricias y besos te laceraban el alma. Qué peso tan enorme. Cuántos momentos de tentación terrible. Cuántas ganas de despertar a tu mujer para decirle la verdad: estoy muerto. Pero eres cobarde; una y mil veces. Elegiste la farsa, la mentira, el engaño. Todo te acusaba. El sol, la luna, las aves, los ruidos lejanos. Ya nada era tuyo. Intentaste olvidar, no pensar en ello. Era imposible. ¿Cómo hacer para olvidar la propia muerte? Escribiste cuentos, te encerraste, quisiste que se olvidaran de ti. Pero ahí estaban las palabras, de nuevo, para aumentar los remordimientos. Víctimas de la mentira. ¿Cuántos años? Todos. Tus nietos crecieron, ¿y tu?, ahí, viejo, falso, triste; mirando a tu mujer de siempre, sufriendo, resistiéndose a soltar la vida. Miraste en sus ojos aquellos juegos que laceraban más tu contrición. Las noches en que decían: yo moriré primero. Cuántos deseos de declararte vencedor, con ventaja. Hasta que se cerraron, y la dejaste ir así, engañada. Sufriendo por abandonarte. Porque eres cobarde, una y mil veces más. Planeaste confesarte en el último momento y no tuviste el valor. La vistieron, la cargaron, la guardaron y la dejaron allá, en un lugar lejos, triste, sin ti. Entonces lo hiciste. Sin despedirte de nadie, recorriste de nuevo los escombros, los campos grises y desenterraste tu cuerpo. Lo arrastraste hasta donde estaba ella y lo enterraste a su lado, lo más junto posible. Ya podía saber la verdad y tú descansar, dormir tranquilo, o quedarte ahí mirando ese sitio que guarda toda la verdad.

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Jonathan Minila. México, 1980. Autor de cuentos, ensayos y coautor de la obra teatral “Asphalt[u]" presentada en Líbano en el 2010. Su obra se ha publicado en diversas antologías y revistas. En el 2012 recibió mención honorífica en el XIX Premio FILIJ de Cuento para Niños y Jóvenes. Fue jefe de promoción de Océano Travesía y actualmente es Jefe de Promoción y Relación con Autores de la Coordinación Nacional de Literatura. Es colaborador de La Jornada Aguascalientes.