*
¿Desierto será la mano
de tu padre que se
dobla alrededor de mi
cuello para siempre?



*
No te angusties;
serás un mito en el desierto.
A nadie le importa.
Pero serás un mito.



*
Lalo:
Cuando no puedas quitarte una escena de la cabeza, quítasela al
mundo. No intentes recordar sino tener a mano el instrumento para
descomponer el guion. Mañana debemos filmar una escena donde
jugamos al piedra, papel o tijera para ver quién conduce a San Felipe.
Hazme el pinche favor. Ya estuvo ¿no? ¿Cómo ves si nos amotinamos?



*
Álvaro (Jugando Zelda en el Switch de Lalo):
Sí, yo creo que todo debe ser más natural.
Las mejores escenas han sido
las que realmente captan lo que somos,
sin poses ni delirios forzados.
Como el otro día que no dejaba de hablar de Elon Musk mientras gritabas
que el paisaje de piedras rojas
no difería mucho de Marte, y después otro
tema y otro y otro a la vez,
para terminar hablando de Kurismäki.



*
Conducimos por la arena leyendo
textos de Ortuño con el altavoz.
Hago sonar la sirena. Siento ansiedad,
un poco de hambre.
Bajamos de la Cheyenne y Lalo corre
haciendo surcos.
No, no alcanzamos a captar lo que murmura;
de seguro cómo destruir la identidad de un
guion bastante simple.
Le marco a Krusty y digo que un puma
acecha en medio de la nada y pregunta si tomé
Clonazepam. Risas a lo lejos.
El radio se interpone: Lalo, Álvaro
¿se escucha? Suban al montículo dorado,
faltan tomas amplias con el dron, y otra
mientras vuelven discutiendo por ver quién
maneja de regreso.
Krusty… ¡Joder, así le dices a tu madre!
Me grita Frodo al otro lado de las dunas.



*
Tomo la grabadora y me alejo del grupo.
Pongo Rec, digo en voz muy baja: volatilidad
de las cosas y mutación inesperada de la
autopista; el ojo del caballo muerto ignora
mi cámara.




*
El desierto no es más que una estafa metafísica.
Sí, es violento, sucio e infinito. Pero hasta hoy no es
más que eso.



*
Una escena que muestre
cómo hacerle el amor
a un cactus sin morir
desangrado.



*
Dormí en el asiento de la camioneta
y soñé con blandas estrellas negras;
su presentimiento me guiaba
a través de mil fenómenos
y me dijeron: Cuando escuches nacer
nuestra luz habrá llegado el momento.
Tu grito será un vacío ininterrumpido.



*
Aquí no perduran los fenómenos.
El yermo es una máquina que cambia
a cada instante de temperamento
y presiento algo que ya existe;
la noche clara sin desierto
llevándome a una zona imaginaria.



*
Los guías nos llevaron a conocer un claustro en ruinas a medio
desierto donde encontramos dos sillas, un paraguas y un buzón lleno
de pegatinas con varios mensajes dentro.

Frodo dijo que nos sentáramos. Lalo dibujaba signos en la arena con
la punta del paraguas mientras yo intentaba decirle que algo se
movía entre las piedras.

La escena quedó bizarra, algo buñuelezca. Nos olvidamos de escribir
nuestros mensajes.



*
Debí hacerte caso; escuchar
a Brian Eno y no leer cuentos de
Ligotti aquella noche.
Había una iglesia que flotaba
como fuego en medio de las dunas
donde un niño me observaba
abrir el ataúd de su madre
y encontrar el rostro sonriente
de la mía.



*
Abro la mochila para buscar
Clonazepam y encuentro la mica
con la foto y el tipo de sangre de
quien fuera un gran amor.



*
Imaginen a un cowboy con bloqueador
y playera de la NASA listo para un duelo
en un descampado de Rancho San Cosme.
Los buitres observan atentos sobre los postes.
¿Listo? Uno, dos, tres, desenfundo, levanto
la pistolita y en vez de apuntar hacia el otro
la pongo sobre mi sien y ¡pum! Caigo aturdido.
¡Corte! Por la noche, mi doble triunfante llevará
mi cuerpo montando un caballo lento, muy lento,
hacia la playa.



*

                   a Daniel Bencomo

Esnorqueleo con lobos
marinos en Isla Espíritu Santo
y en el eco de sus rugidos
escucho Atmosphere
de Joy Division.

***
Álvaro Luquín (Guadalajara, Jalisco, México). Ha publicado Praderas Silenciosas (La Zonámbula), Blanco Sucio (filodecaballos), Panóptico (Bonobos), Grandes Distancias (filodecaballos), Musulmán (Manosanta editores), Hubo Fiestas (Cinosargo), Paraíso Pixel (Bonobos), Desierto 21 días (próximamente en Herring Publishers) y la antología La gente es el peor invento del hombre (El viaje ediciones). Ha sido becario del Fonca y del PECDA. Su trabajo aparece en el blog de poesiamexa.wordpress/alvaroluquin.