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NOCAUT LÍRICO

Tachas 487 • Elizabeth Wilkinson Stokes • Marina Porcelli

Marina Porcelli

Elizabeth Wilkinson Stokes
Elizabeth Wilkinson Stokes
Tachas 487 • Elizabeth Wilkinson Stokes • Marina Porcelli

Dicen que Jack Broughton fue su alumno cuando ella ya había enrocado el apellido Wilkinson por el de Stokes, y se entrenaba y hacía peleas individuales o en pareja con su marido, en el (que la historia oficial considera) posiblemente primer gimnasio moderno de boxeo, el que fundó James Figg en Londres, el conocido como Anfiteatro. Broughton hizo un intento serio por reglamentar las peleas de box en 1743, vale decir, casi cien años antes de las normas definitivas del Marqués de Queensberry, que hasta hoy obliga al uso de guantes en cada encuentro.

Al pelear a puño limpioa nudillo pelado, o con los nudillos (bare knuckles), la figura de Elizabeth Wilkinson se recorta como una de las primeras boxeadoras de la historia, y digo una de las primeras porque, rigor mediante, si Wilkinson boxeaba lo hacía contra otra mujer, que también puede considerarse primera. Así como todas de las que no se tiene registro exacto. Pero el nombre de Elizabeth Wilkinson Stokes está profundamente enlazado a la palabra escrita, a las publicaciones regulares en los periódicos: es inescindible del accionar de la prensa. Fue la estructura mediática la que articuló su popularidad, que habla de una mujer que posiblemente había sido obrera, y que vivió en el comienzo del siglo xviii en la Londres anónima e industrial. De este modo, en esta suerte de bisagra entre los que asisten a cada pelea, el boca en boca de la calle, y la palabra de los anuncios, Elizabeth Wilkinson se transformará (según sus propias declaraciones) en la campeona indiscutida de América y de Europa. 

La mayoría de los críticos coinciden en revindicar On boxing, el mítico libro que Joyce Carol Oates publica en 1987. Pero muchos, como Christopher Thrasher, por ejemplo, cuestionan la sentencia de Oates sobre la exclusividad masculina en la historia del box. Boxing is a purely masculine activity, escribe Oates, boxear es una actividad únicamente masculinaand it inhabits a purely masculine World, y está inmersa en un mundo exclusivamente masculino. Por eso se habla de un borramiento sistemático de las  mujeres en la historia de este deporte, una ausencia sospechosa.  

Ahora bien: los cambios de apellido de Elizabeth tienen que ver con esto. Nunca se supo realmente si ella había tomado el Wilkinson de su primer marido (acusado de asesinato y ahorcado en la plaza pública cuando tenía 35 años), si ella lo hizo como homenaje al líder de la banda de gánsters, o si respondió a una estrategia comercial para dar miedo a sus oponentes. El caso es que entre 1722 y 1726, Elizabeth, ya definitivamente casada con Stokes, reta a sus contrincantes con juegos de palabras, y con anuncios y con amenazas en la prensa. Un suspenso narrativo va generándose y crece hasta el combate. Proyecta las expectativas. Con todo el acting sobre la ferocidad, aparecen los promocionales de Miss Stokes.

Entonces no se trata sólo de boxear (se sabe también que ella era hábil en esgrima y en las peleas con espadas cortas) sino de edificar una figura mediática que va más allá de lo deportivo. La primera pelea es de 1722 y contra Hannah Hyfield, del mercado de New Gate. Los anuncios tienen un tono de duelo, casi como si hubiera que saldar un agravio deshonroso.    

Yo, Elizabeth Wilkinson de Clerkewell, al intercambiar algunas palabras con Hannah H, y al exigirle que lo repare

Pelean por tres guineas y sin tiempo limitado. La única condición es que cada mujer debe sostener en una mano media corona, y la primera que deje caer el dinero, pierde el combate. 

            Lo que responde Hannah Hyfield también contiene cierta retórica, un aire casi teatral: que le dará más golpes que palabras, le dice. 

            

Pero este marco de teatralidad no es gratuito: esboza, de algunaforma, la invitación al espectáculo, al entretenimiento, al show. Para alegría de todos los espectadores se lee en la reseña sobre la pelea del The London Journal, que establece a Wilkinson como campeona indiscutida. Además, según anuncia The British Gazatter de octubre del 26, en los combates las mujeres usan chaquetas, enaguas cortas por encima de las rodillas (enaguas bombachudas, llamadas holland drawers), calcetines blancos y zapatos de taco bajo (pumps), 

Sin duda, los promocionales más jocosos refieren a la pelea contra Anne Field. El oficio de Anne era el de burrera: llevar mercadería sobre un burro, de un lado a otro en la ciudad. El doble sentido de la palabra ass da pie a los comentarios desopilantes de Stokes.

            

los golpes que le voy a dar van a ser más difíciles de digerir que cualquiera que ella jamás le haya dado a su burro / a su culo.

Después de 1728, el rastro de Elizabeth se pierde. Su carrera se interrumpe, se conjetura que se dedicó a la maternidad. Ya no aparecen anuncios de ella. Así, Wilkinson Stokes, posiblemente la primera boxeadora moderna, abre también la pregunta sobre cómo la prensa construye trayectorias y moldea la percepción del boxeo, y qué pasa con tantos deportistas de nivel, que nunca fueron reportados.

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Marina Porcelli. Ciudad de Buenos Aires, 1978. Narradora, ensayista, cursó estudios de historia en la UBA. Fue becaria del Centro Cultural de la Cooperación (Buenos Aires, 2004) y obtuvo diversos premios en género cuento y ensayo. Entre sus libros se encuentran: Cuaderno de invierno (novela corta, México, 2021); Nausica. Viaje al otro lado de la otredad(ensayos sobre género, Monterrey-La Plata, 2021); La cacería (cuentos, México, 2016); De la noche rota (cuentos, Argentina, 2009). Parte de la obra de ficción y ensayística de la autora ha sido publicada en medios y antologías de Argentina, Chile, Cuba, México, Nicaragua, España, EEUU y China. En 2010, Marina Porcelli fue elegida por el Fonca/Conaculta para participar del Programa de Residencias Artísticas para Iberoamérica y Haiti; en 2012 fue becada por la Secretaría de Cultura Argentina, en convenio con México. En 2014, recibió el Premio de cuento Edmundo Valadés; Mención en el Premio Casa de las Américas, Cuba, categoría ensayo; y la Primera Mención en el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires. En 2017, obtuvo una residencia artística en Montreal, Canadá, y ese mismo año, otra, en Shanghai, China. Dio talleres de escritura creativa en el Observatorio de violencia contra las mujeres, en Salta, y el Seminario de Narrativa en la Universidad de Salta, Argentina, 2019. Algunos de sus cuentos y ensayos fueron traducidos al inglés, al alemán y al chino. Colabora regularmente con revistas y suplementos de cultura de América Latina, y desde 2018 a 2020, estuvo a cargo de la sección de Narrativa de Revista Levadura de Monterrey, México.


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