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RESEÑA

Tachas 488 • Inventario de fósiles, de Sergio Pérez Torres o El disfrute de la poesía • Ofelia Pérez-Sepúlveda

Ofelia Pérez-Sepúlveda

Inventario de fósiles, de Sergio Pérez Torres
Inventario de fósiles, de Sergio Pérez Torres
Tachas 488 • Inventario de fósiles, de Sergio Pérez Torres o El disfrute de la poesía • Ofelia Pérez-Sepúlveda

Un poema para abstraerme de una realidad que no me pertenece, pero cohabita conmigo. De eso se trata la búsqueda. No de cumplir con una invitación-obligación que vino de no sé dónde pero se incrusta en el parabrisas y no me deja conducir, como yo quisiera, por los temas en los que ahora mismo, trabajo, para más señas: ciudadanía, sociedad y democracia.

Un poema que me quite de maldecir y suplicar por la falta de agua, por el tráfico. Por las instalaciones eléctricas y tantos temas que alteran por momentos la paz de mi oficina. De eso se trata la búsqueda, y no de sentarme entre la gente y hacer un repaso con el índice.

De esto, de mi conversación a solas con Inventario de fósiles, es de lo que quiero hablar.

Hay una Nota del autor sobre la antología que aparece al final y que dice que “El orden de los poemas es cronológico, no conforme fueron publicados sino a cómo fueron escritos. Lo anterior con el afán de mostrar una progresión más orgánica según se avance en la lectura. Los cincuenta textos reunidos en este volumen se seleccionaron tratando de mostrar lo más representativo, algunos de ellos aparecen con una edición diferente a su versión inicial, mientras que otros se mantienen inalterados.”, y agradezco el detalle, editorialmente es oportuno, pero no necesario. Es más, difiero sobre la presumible organicidad que se buscó en su acomodo. La organicidad del texto no está en el sitio que ocupan los poemas, sino en la voz poética que sobresale, en ese encuentro que es ola entre los amantes y sus sombras, y en el aliento que destaca en la poética de Pérez Torres.

“Me está contando una historia”, pienso, mientras leo el libro, y mi correspondencia, pienso también, es ver cómo termina.

Con Inventario de Fósiles ocurre una relatoría de un sempiterno encuentro donde la sensualidad, la fuerza y la luminosidad se revelan y se desdoblan. Una orgía no de amantes, sino de sombras que, entre penumbras, a diferencia de los amantes, se entregan libres, primitivas.

Duermo, aunque él se despierta aquí dentro como los sueños se apagan para que emerja el sol”, dice el poeta, en una pormenorizada jornada que va de la 1:59 a las 7  de la mañana,  y aunque en primera instancia el que predomina es el otro que es el objeto en la mirada del poeta, del que canta, el que importa no es el sujeto que acciona la autoexploración del aeda, sino un segundo otro, similar a un vampiro, no en el sentido cinematográfico, sino en el sentido del ánima que copula con el otro en las penumbras, que se alimenta de sus líquidos vitales, incluida la sangre.

Con un gran despliegue de imágenes sensoriales, Inventario de fósiles es un libro que a pesar del título, o debiera decir, en contraposición al título, habita en el ahora, en la deconstrucción de una sociedad, en la desacralización del afuera. El mundo de los amantes es el vasto, el que triunfa.

Yo buscaba un poema para abstraerme de la realidad, precisamente. Y en esa búsqueda tropecé con este libro, o me hicieron tropezar —la autoría no importa—, importa que con la obra de Pérez Torres uno acude como muy pocas veces, a una urgencia por disfrutar del poema. 

Por supuesto que hay elementos para teorizar y lanzar interpretaciones, pero esa organicidad y vitalidad proclamada a la que hace referencia el autor, insisto, no está en el acomodo, sino en la naturalidad con la que, similar a la danza horizontal de los amantes, los cuerpos se encuentran y abandonan. Es Inventario de fósiles la historia de una batalla, la poesía del cuerpo y de los rituales que los seres humanos, conscientes de nuestra finitud, ensayamos. 


 

Museo de la Guerra 
Fuimos las banderas ondeando
entre la derrota y la victoria,
el claroscuro nos hizo más solemnes, volamos desde las alturas
como dioses olímpicos,
mirábamos las muertes en combate,
la sangre sobre el césped era hermosa,
los buitres se posaban sobre los cadáveres para picar un poco y continuar la vida. 
No éramos los héroes de guerra,
pero sin nosotros resultaba ridículo pelear,
en el árbol que dividía al campo de batalla
un soldado le dio la mano al enemigo
y continuó el camino con la derrota en el rostro. 
Ahora son otros hombres, otros tiempos, estamos en la vitrina de un museo,
la gente pasa sin detenerse a saludar,
si robaran mi cuerpo pesaría una ofensa, pero no la soledad. 
Mi contrario y yo hemos perdido los días de gloria, estamos junto al otro como el tacto de aquel militar, ahora somos buenos amigos del silencio,
hemos comenzado a comprendernos 
como viejos veteranos encerrados en el mismo asilo. 

Qué bello libro, Sergio. Yo buscaba un poema, y encontré un hallazgo. Después de leerte yo también digo, como en uno de tus textos: “Yo sé que de mi sangre la muerte hará una flor”.

***

Ofelia Pérez-Sepúlveda. Guadalupe, N.L., 1970. Escritora, investigadora y productora multidisciplinaria. Se ha desempeñado en la administración cultural, la docencia y el periodismo en prensa y radio. Como escritora ha publicado los siguientes libros: Doménico (1993), De Todos los Santos: Herejes (1995), Cuartos Privados (1997), La Inmóvil Percepción de la Memoria(2000), De las Tantas Voces (2006), Los Sueños (2016) y, en coautoría, Un Siglo en la Memoria (2013). Como investigadora ha desarrollado los siguientes proyectos: Literatura en Nuevo León 1965-1995 (1995), Escritores y Ciudades del Noreste (1999) y Voz del Nuevo Santander: Fonoteca del Noreste (2005). Como productora multidisciplinaria ha participado en diversas ediciones de Festival Internacional de Santa Lucía y San Pedro Artefest con las temporadas y/o espectáculos: De Sor Juana a Frida (2011), Entre Diosas, Transgresoras y Milagros (2012), Silent(2012), Divas y Terrenales(2013), De Tierra y Fuego: Mujeres que hicieron el mundo (2014), Cabaret Amor (2015). Directora fundadora de Pérez-Sepúlveda, centro cultural y 323 Servicios Publicitarios. Ha obtenido becas y reconocimientos de algunas instituciones, entre los que destacan: Fundación Rockefeller-Guadalupe Cultural Arts Center, por investigación sobre literatura binacional (1999); Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, por creación poética (2004); Medalla al Mérito del Ayuntamiento de Ciudad Guadalupe, por promoción cultural (2008), y Reconocimiento a la Excelencia en el Desarrollo Profesional, por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León (2015).



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