La intensidad crece en este Tachas 102. León Fernando Alvarado, narrador y rockólogo de cepa, aprovecha su artículo Más vale tarde, Deep Purple para dar un repaso a los entretelones del mainstream y la hoyofonquización de estas músicas, así en México como particularmente en la tierra umbilical del autor.

Yara Ortega entrega en O terrario do Pai la memoria de un dolor que debería ser ineludible si de madre no se carece: el homenaje en vida a quienes nos han formado y son sujetos de marginación.

Pablo E. Montes, siempre encanchado en el terreno de juego, despliega una elemental evaluación de lo que suele ser en nuestros tiempos El fut mercancía (La Liga MX).

José Luis Pescador, ilustre ilustrador —que también eso cabe en su condición de artista visual-, entrega la segunda parte de su Nueva Historia tropidélica Mínima de México, en una versión tan solemne y rigorista como puede ser cuando El Marambo de la cuenta toda.

En su gustada columna dominical Cine Coliseo, Gerardo Mares reseña como Días festivos un esfuerzo tan valioso como el de  la cineasta Ruth Figueroa y su empresa productora Nueve Cine.

Desde el Tablero, ahora nuestro experto en trebejos, Guillermo Cano, alude ahora a un personaje que ha pasado a la historia por otras dotes: Karol Józef Wojtyla, oficiante del altar y del tablero.

Jaime Panqueva, con su siempre puntual Guía de lectura, coloca en la mesa Gabriel García Márquez, una vida, biografía trabajada por Gerald-Martin sobre este personaje que nos dejó –por lo pronto- esperando las siguientes entregas de Vivir para contarla.

Humeemos.