viernes. 19.04.2024
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La crisis minorista en EEUU sólo empeorará

"Esta crisis sin precedente se ha arraigado tanto en los EEUU, que ya hasta tiene su correspondiente entrada en la Wikipedia..."

La crisis minorista en EEUU sólo empeorará

Son muchas las notas que se han generado respecto a los graves problemas que enfrentan los comerciantes minoristas en los Estados Unidos, los cuales se han traducido en una enorme cantidad de tiendas de ladrillo y concreto que han cerrado sus puertas en los últimos años. Una de las notas/investigaciones que mejor explica lo que está pasando, qué fue lo que lo causó y que se puede esperar para el futuro del mundo de los minoristas, fue publicada por Bloomberg el pasado 8 de noviembre y se titula “America’s ‘Retail Apocalypse’ Is Really Just Beginning”, y a continuación haré mención de varios de los puntos que en ella se abordan.  

Esta crisis sin precedente, también llamada “apocalipsis minorista”, se ha arraigado tanto en los Estados Unidos que ya hasta tiene su correspondiente entrada en la Wikipedia.  La respuesta de la industria minorista a ese tipo de descripción acerca del final de sus tiempos se ha basado en culpar a los medios de comunicación por exagerar los problemas de “unas cuantas cadenas comerciales bien conocidas” y querer hacer creer que este es un problema generalizado o sistémico. Hay algo de razón en la molestia de los minoristas ya que es verdad que en los Estados Unidos éstos han anunciado que en los tres primeros trimestres de este año, han abierto más de 3,000 tiendas nuevas.

Pero las cadenas comerciales también han dicho que cerrarían 6,800 tiendas en el año, lo que implica una pérdida neta en espacio comercial. Y lo paradójico es que esto sucede en un momento en el que hay una elevada confianza del consumidor, el desempleo está en un nivel históricamente bajo y la economía estadounidense sigue creciendo. Estos son normalmente ingredientes para que estuviéramos viendo un “boom” en las ventas al detalle, sin embargo, ahora es cuando más cadenas comerciales están declarándose en bancarrota y siendo calificadas como “en problemas”, en comparación con los años de la reciente crisis financiera (2008 – 2009). Esto ha ocasionado un aumento en los créditos con pagos vencidos por parte de los centros comerciales o mejor conocidos como “malls”.

Contrario a lo que se piensa, la razón no es tan simple como para echarle toda la culpa a Amazon.com Inc., quien cada vez cuenta con una mayor participación  de mercado; tampoco se trata de culpar a los veinteañeros, quienes cada vez disfrutan más el gastar su dinero en “experiencias” en lugar de cosas. La causa raíz es que muchas de estas viejas cadenas comerciales están abrumadas por sus deudas, las cuales en muchas ocasiones se originaron por haber realizado operaciones de compra de su competencia a través de endeudamiento.  

De esta manera, hoy por hoy, hay miles de millones de dólares en préstamos registrados en las hojas de balance de muchos minoristas en problemas, y la realidad es que el sostener esa carga financiera solamente se hará más difícil al paso del tiempo, inclusive para las cadenas comerciales que hoy son sanas; a continuación veremos porque.

La combinación de la deuda de los minoristas que está por vencerse, aunado a que en Estados Unidos los suburbios están sobre saturados de tiendas, además de las crecientes ganancias de los vendedores en línea, es el caldo de cultivo perfecto para un desastre. Los efectos negativos secundarios de esto seguramente se sentirán lejos a lo largo de la economía estadounidense. Habrá trabajadores de bajos ingresos desplazados, una disminución de la recaudación por impuesto predial en varias localidades, y pérdidas bursátiles para inversionistas, tenedores de bonos y dueños de bienes raíces.  De esta manera, si lo de hoy es considerado un apocalipsis del comercio minorista, entonces lo que viene será verdaderamente terrorífico.

Hasta este año, los minoristas con problemas habían sido capaces, en su mayoría, de evitar la bancarrota a través del refinanciamiento para de esa manera ganar tiempo.  Pero el mercado ha cambiado, y ahora tiene una visión negativa respecto a las perspectivas del comercio minorista. De esta manera, los inversionistas que podrían prestarles se han ido alejando. El caso de Toys “R” Us Inc. parece ser un buen ejemplo de lo que sucederá a muchos en el medio minorista. Esta empresa sorprendió a los inversionistas cuando en septiembre solicitó la bancarrota, convirtiéndose así en la tercera mayor declaratoria de bancarrota en el sector minorista en la historia de Estados Unidos, después de haber tenido graves dificultades para refinanciar una deuda de tan sólo $400 millones de dólares de los $5 mil millones de dólares que debe en total. Y esto a pesar de que sus resultados eran en su mayoría estables, con un creciente margen de utilidad aparejada de una pequeña caída en sus ventas.

Para complicar las cosas aún más, tenemos la explosiva cantidad de deuda riesgosa que deben los minoristas y que debe ser pagada en los siguientes cinco años. Varias compañías padecen lo mismo que la cadena de joyería para adolescentes “Claire Stores Inc.”, la cual fue comprada a través de la contratación de deuda por parte del grupo Apollo Global Management LLC, la cual ahora debe $2 mil millones de dólares que comenzarán a vencerse en 2019.  

Sólo $100 millones de dólares de deuda de alto rendimiento (high yield) por parte de los minoristas vencerá en 2017, pero esa cantidad subirá a $1.9 mil millones de dólares en 2018, de acuerdo con la calificadora Fitch Ratings Inc. Y de 2019 a 2025, esta cantidad se disparará a 5 mil millones de dólares por año. De igual manera, el monto de deuda de los minoristas que es considerada riesgosa también está aumentando. A lo largo del año pasado, los bonos de alto rendimiento subieron 20%, hasta 35 mil millones de dólares, y los préstamos apalancados han aumentado 15%, hasta los 152 mil millones de dólares, de acuerdo con información de Bloomberg.

Lo que es aún peor es que esto sucederá en un momento en el que la deuda de alto rendimiento para todas las industrias alcanza un nivel record de un billón de dólares y se vencerá en los próximos cinco años, de acuerdo con Moody´s. De esta manera, el incremento en la demanda de refinanciamiento para los minoristas es probable que ocurra en un momento en el que los mercados crediticios se aprietan y se vuelven menos accesibles para los deudores con problemas.

Los minoristas han postergado su ajuste estructural debido a que las tasas de interés han estado históricamente bajas por todo el dinero que el Banco de la Reserva Federal (FED) ha inyectado a la economía desde la crisis financiera. Esto ha hecho el invertir en deuda más riesgosa más atractivo para diversos grupos con liquidez. Pero ahora que la FED ha comenzado a subir sus tasas de interés, la demanda por instrumentos “riesgosos” dejará de crecer o inclusive podría ir a la baja. Eso podría llevar a varias cadenas comerciales a enfrentar problemas de refinanciamiento.

Otro hecho que confirma el pesimismo respecto a los minoristas llegó a principios de este año cuando la familia fundadora de Nordstroms Inc. trató de regresar a la tienda departamental a ser nuevamente privada (ya no cotizar en bolsa). Eventualmente ellos se dieron por vencidos porque los acreedores estaban pidiendo el 13% de intereses, tasa que representa cerca del doble de la tasa de interés regular que pagan los minoristas.

Otro efecto de todo esto es un golpe directo a la industria que es la mayor empleadora de estadounidenses  en la parte baja de la escala de ingresos. Las estadísticas gubernamentales más recientes muestran que los vendedores y cajeros en la industria suman 8 millones.

Durante la parte más álgida de la crisis financiera, los empleados de las tiendas, sintieron la parte más dura del golpe cuando se perdieron 1.2 millones de empleos, lo que implica uno de cada siete empleos perdidos de 2008 a 2009, de acuerdo con el Departamento de Trabajo. Desde la crisis, el empleo ha venido aumentando, incluyendo en la industria minorista, pero esa tendencia terminó este año cuando los empleos en las tiendas cayeron en 101 mil puestos.

La  caída coincide con la rápida aceleración en el cierre de tiendas conforme aumentan las bancarrotas; mientras que varios de los mayores minoristas de Estados Unidos, incluyendo a Wal-Mart Stores Inc. y Target Corp., se han dado cuenta de que tienen demasiado espacio disponible. Desde antes del “boom” en el comercio electrónico, los Estados Unidos ya sufrían de un exceso de tiendas (como resultado de los inversionistas que metieron enormes cantidades de dinero a los bienes raíces comerciales décadas atrás, conforme los suburbios crecían de manera exponencial. Todos estos edificios debían ser llenados con tiendas, y esa demanda obtuvo la atención de grandes sumas de capital de riesgo. El resultado fue el nacimiento de la era de tiendas masivas en prácticamente todas las categorías), desde proveedores de artículos de oficina hasta vendedores de artículos para mascotas.

Ahora ese “boom” está finalmente terminando. A lo largo del tercer trimestre de 2017, son 6,752 ubicaciones las que estaban previstas para cerrar en los Estados Unidos, excluyendo tiendas de comestibles y restaurantes, de acuerdo con el Consejo de Centros Comerciales. Eso es más del doble del total de las tiendas que cerraron en 2016 y está cerca de rebasar el máximo histórico de 6,900 tiendas cerradas en 2008, en el momento más álgido de la crisis financiera.

Las tiendas de ropa son las que, por mucho, han recibido el golpe más duro con el cierre de 2,500 tiendas. Las tiendas departamentales también fueron golpeadas, siendo Macy´s Inc., Sears Holding Corp., y J.C. Penny Co. los casos de disminución de mayor tamaño. En total, cerca de 550 tiendas departamentales, con una capacidad de 43 millones de píes cuadrados, o cerca de la mitad del total han cerrado.

A manera de conclusión vale la pena recordar el dicho de que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Sin bien es cierto que México no está saturado de tiendas como si lo está Estados Unidos, es muy importante que los comerciantes en México tomen en cuenta los grandes cambios que se están dando en los canales de venta y comercialización. Las ventas en línea en México aun representan un pequeño porcentaje del total, pero éstas crecen año con año y eventualmente representarán un porcentaje elevado.

Otra enseñanza de lo que está sucediendo en la industria minorista de Estados Unidos son los efectos perversos del sobreendeudamiento. Queda claro que ahora están pagando las secuelas de la “borrachera de crédito” que vivieron durante décadas y que se tradujo en un desarrollo explosivo del espacio comercial y cadenas comerciales poco rentables.

Finalmente, es importante que los exportadores de bienes terminados, tomen en cuenta lo que sucede en con las grandes cadenas comerciales y tiendas departamentales de Estados Unidos. El hecho de que su situación financiera se deterioré implica que el riesgo de realizar una venta y que no se recupere la cartera de cobranza va en aumento. Es por ello que los exportadores deben auxiliarse de los reportes especializados sobre la capacidad de pago de sus clientes.