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POESÍA

La doctrina del profeta que dejó la barbería por unas vacas

Agustín Villalpando

La doctrina del profeta que dejó la barbería por unas vacas
La doctrina del profeta que dejó la barbería por unas vacas - Agustín Villalpando
La doctrina del profeta que dejó la barbería por unas vacas



 

Piense en un hombre
que no es un mago
que no frecuenta
las pequeñas barberías
y tampoco
piensa en suásticas de fuego
cuando fuma cigarrillos blancos
importados de Vietnam.

Su cabeza
tiene forma de papaya
envuelta en un periódico
pero eso no le importa
ya que piensa  
en una anciana
de gestos cubistas
que saca la lengua
a urracas del parque
mientras come palomitas de maíz.

A veces piensa
en esos monjes:
ojos rasgados
y calvas brillantes
que se pintan de rojo
y se derriten
al igual que su historia
milenaria.

A veces habla
de un muchacho gordo
con sombrero de vaquero
que masca tabaco
narrando los partidos
de la Serie Mundial.

Pero
no son los parques
ni las bancas
ni la mente
que muerde sus días
como diente cariado
dibujando laberintos.

Ni su hastío por
aquellos que hablan de política
mientras comen cucarachas
con tenedores de plata fina
importada de Nepal.  

Ni el discurso
de un hombre que celebra
“el día internacional de la bebida”
escuchando jazz
y bebiendo vino de cartón.

Ni el recuerdo de su infancia:
vacas entrando al matadero.

Lo dice él mismo:
“nadie pide cortarse
pero hay gente
que enloquece con lo bello”.






***
Agustín Villalpando
 (León, 1991). Su trabajo literario ha sido publicado en revistas como Tres Pies al Gato.

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