martes. 23.04.2024
El Tiempo

Drones para los corruptones

"¿Por qué es tan importante atrapar de nuevo al Capo, al Chapo o como se diga?"

Drones para los corruptones

El Chapo escapo con ayuda de sus custodios, de ingenieros y de un ejército de reserva que busca riqueza.

Los gringos envían un ejército de drones a su búsqueda.

No se conformaron con enviar a Pershing a buscar a Villa y no encontrarlo.

Ahora siguen los drones al Chapulín Colorado y se les volvió a pelar, aunque lo dejaron mal herido; no se fue limpio.

¿Por qué es tan importante atrapar de nuevo al Capo, al Chapo o como se diga?

Para recuperar un poco de prestigio en el gobierno mexicano, sometido al ridículo el ridículo de no mantener tener una prisión de máxima seguridad los estándares de la certificación.

Pero pueden atrapar a todos los chapos del mundo y de todas formas no solucionaran el enorme problema de la producción, distribución y consumo de la droga y del crimen organizado.

¿Por qué?

Porque los ingresos provenientes del lavado de dinero son indispensables para el funcionamiento del modelo neoliberal; de otra forma, el PIB de la economía mexicana no crecería.

Según la revista Latin American Report, en México se lavan entre 30 y 40 mil millones de dólares por año.

La economía mexicana ha crecido en los últimos 30 años un promedio de 1.5%, lo cual significa que cada año se producen adicionalmente bienes y servicios por un monto de alrededor de 22 mil 500 millones de dólares.

Sin la existencia del dinero lavado, simplemente la economía mexicana no crece.

Pero el problema no radica sólo ahí: el bajo crecimiento del PIB, la mala distribución de ese producto y la generación sistemática de la pobreza en México, son el verdadero problema.

Porque ante la falta de oportunidades de empleo, los jóvenes de todas las edades, de todas las clases sociales, de todos los niveles de preparación, son reclutados por el crimen organizado. Así de fácil.

Forman parte del ejército de reserva que apoya directa o indirectamente al crimen organizado.

Para que no digan que los estamos choreando, vamos a poner un ejemplo: en el año 2014, suponiendo que la economía mexicana en 2014 creció 2.1%, o sea 30 mil millones de dólares.

Esa cantidad es un poco menor que los 35 mil millones de dólares que fueron lavados en México.

De acuerdo a la distribución del ingreso en México, los 30 mil millones de dólares serán repartidos de la forma siguiente:

21 mil millones de dólares para las 54 familias más adineradas, para los que tienen un patrimonio mayor a un millón de dólares.

Los restantes 9 millones de dólares serán repartidos entre la clase media y la clase baja, o sea, los 119 millones de mexicanos restantes, quedando a cada uno de los mexicanos solo 13 dólares cada año, como fruto del crecimiento del PIB:

¿Qué otros efectos tiene un crecimiento del PIB deficiente como el mexicano?

En los últimos 30 años el PIB mexicano crece a una tasa del 1.5% anualmente. Si cada año es de alrededor de 1.5 billones de dólares (1.5 trillones en la nomenclatura anglosajona).

En pocas palabras: 1.5 millones de millones de dólares.

En 1980 el crecimiento poblacional de México era de 2%, porcentaje que se ha reducido paulatinamente hasta llegar al 1.2%.

Como puede observarse, el crecimiento de la producción concretizado en el PIB es apenas superior al crecimiento poblacional.

Esto significa un crecimiento del producto que no alcanza a satisfacer las necesidades de los consumidores mexicanos y, por lo tanto, ha sido insuficiente.

Si a este crecimiento insuficiente se le añade que la distribución del ingreso favorece sólo a los que más dinero tienen, el PIB se reparte en unas cuántas familias, dejando sólo las migajas al resto de la población.

Con drones y sin drones, la situación seguirá igual… y posiblemente se agravará.