La dualidad manufacturera de México y su dependencia automotriz

"México podría ser una potencia manufacturera como las asiáticas, si somos capaces de utilizar todos nuestros recursos humanos actualmente desaprovechados..."

La dualidad manufacturera de México y su dependencia automotriz

Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció a una tasa de 2.41% promedio anual, y de los componentes del PIB, la industria manufacturera creció durante el mismo periodo a una tasa promedio de 2.27%. Ambas tasas, si bien modestas,  pueden ser consideradas como “aceptables” ante diversas comparaciones internacionales, pero el gran problema es que queda claro que dichos aumentos fueron insuficientes para abatir las condiciones de precariedad salarial e informal laboral, así como para reducir significativamente el ampliamente extendido problema de pobreza.

Parte del problema del porque el crecimiento económico, y en especial el de la industria manufacturera,  no se traduce en mejores condiciones de vida para la mayoría de las personas, es porque el grueso de la actividad manufacturera se focaliza en unas pocas entidades federativas. En esta entrega analizaremos la composición de la industria manufacturera, dónde se ubica geográficamente y cuál ha sido su evolución en las diferentes regiones de México.

Comenzamos señalando que de acuerdo con la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) de INEGI, el valor de la producción de la industria manufacturera sumó 7.319 billones de pesos en el 2018, cifra que en términos nominales resultó 6.7% superior a la observada en 2017. Esto implica que en términos reales (ajustado por inflación), el valor de la manufactura reportado por dicha encuesta aumentó en 1.69% en el año que recién concluyó.

Respecto a la composición del valor total de la producción manufacturera en el 2018 reportado por la EMIM, a continuación se presenta la participación porcentual relativa de cada rama de actividad, organizada de mayor a menor (entre paréntesis se indica el porcentaje de participación): Fabricación de equipo de transporte (33.6%); Industria alimentaria (15.6%); Industria química (10.3%); Industrias metálicas básicas (8.0%); Industria de las bebidas y del tabaco (6.0%); Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón (4.4%); Industria del plástico y del hule (3.5%); Fabricación de productos metálicos (3.4%); Fabricación de productos a base de minerales no metálicos (3.4%); Industria del papel (2.8%); Fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica (2.7%); Fabricación de maquinaria y equipo (2.0%); Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos (0.9%); Fabricación de insumos textiles y acabado de textiles (0.8%); Fabricación de prendas de vestir (0.6%); Curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos (0.5%); Otras industrias manufactureras (0.5%); Impresión e industrias conexas (0.3%); Fabricación de muebles, colchones y persianas (0.3%); Industria de la madera (0.2%); y Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir (0.2%).

Llama la atención que las tres principales actividades manufactureras en México concentran el 59.5% del valor total de la producción; y en especial, la industria del transporte (principalmente industria automotriz) genera más de una tercera parte de todo el valor de la producción manufacturera de México. 

Ahora, en cuanto al desempeño de la industria manufacturera por entidad federativa, como ya se indicó, vemos que cuando ésta crece no se beneficia a todas las regiones del país por igual ya que la actividad manufacturera se encuentra concentrada en unos pocos estados. De acuerdo con cifras de la EMIM, del valor total de la producción manufacturera en 2018, 10 entidades concentran el 74.3% del total del valor de la producción, y éstas son (en paréntesis se indica su participación porcentual respecto al total nacional): 1. Estado de México (12.9%), 2. Nuevo León (12.1%), 3. Coahuila de Zaragoza (10.7%), 4. Guanajuato (9.3%), 5. Jalisco (6.3%), 6. Puebla (6.2%), 7. San Luis Potosí (4.7%), 8. Veracruz de Ignacio de la Llave (4.4%), 9. Ciudad de México (3.9%) y 10. Querétaro (3.8%).  Queda claro que hay otras 22 entidades federativas que contribuyeron en 2018 con apenas el 25.7% del total del valor de la producción. De hecho los estados de Colima, Baja California Sur, Nayarit, Quintana Roo, Guerrero y Campeche contribuyen en su conjunto con apenas el 0.5% del total del valor de la producción manufacturera de México en el 2018. Resulta obvio entonces que cuando hablamos de que la industria manufacturera tiene un buen desempeño, a estos estados no les causa ningún impacto.

Más allá del análisis del peso relativo de cada estado en la actividad manufacturera, debemos analizar el desempeño de cada entidad. A continuación se presenta el desempeño de cada estado en el 2018 respecto al aumento del valor de la producción manufacturera, ordenado de mejor a peor desempeño (en paréntesis se indica la tasa de crecimiento nominal): Oaxaca (51.4%), Quintana Roo (25.1%), Baja California (22.6%), Aguascalientes (17.0%), Yucatán (15.8%), Michoacán de Ocampo (14.6%), San Luis Potosí (13.6%), Nuevo León (12.2%), Colima (10.6%), Zacatecas (8.7%), Estado de México (7.7%), Jalisco (6.9%), Durango (6.5%), Coahuila de Zaragoza (6.3%), Tlaxcala (6.0%), Puebla (6.0%), Veracruz de Ignacio de la Llave (5.4%), Sinaloa (5.2%), Querétaro (5.0%), Chiapas (4.4%), Chihuahua (4.3%), Guerrero (3.9%), Ciudad de México (2.6%), Hidalgo (1.3%), Morelos (-0.2%), Campeche (-0.4%), Baja California Sur (-1.0%), Sonora (-1.2%), Guanajuato (-3.3%), Tamaulipas (-3.8%), Tabasco (-3.9%) y Nayarit (-4.3%).

Si tomamos en consideración que la inflación en 2018 fue de 4.83%, entonces queda claro que en 2018, hubo 19 entidades federativas que si registraron un incremento real del valor de su producción,  mientras que hubo otras 13 entidades en las que el valor de la producción cayó en términos reales. Llama la atención los casos de Sonora, Guanajuato y Tamaulipas, los cuales representan en su conjunto casi el 15% del total del valor de la industria manufacturera nacional.

En el caso de Guanajuato, su caída de 3.3% se debió a que la rama de actividad “Fabricación de equipo de transporte” representa el 47.6% del valor generado por la industria manufacturera y esta actividad registró una caída nominal de 12.1% en 2018. Esto no significa que la salud económica de Guanajuato se haya deteriorado, ya que de las 18 ramas de actividad manufacturera, este estado registró crecimientos nominales en 12 a lo largo de 2018.

El caso de Sonora es similar al de Guanajuato, ya que la “Fabricación de equipo de transporte” representó el 43.04% del valor de la producción manufacturera, y ésta registró una caída de 9.70% en el 2018.  En cuanto a Tamaulipas, se aprecia que su fuerte es la industria química, ya que ésta representa el 58.2% del valor de su producción, pero apenas creció el 0.08% en términos nominales en el año que recién concluyó, mientras que la gran caída se dio en la rama “Los demás subsectores” con  una contracción de 45.88%.  

Desde luego que se pueden realizar análisis detallados respecto a lo que sucede en cada entidad federativa, y veremos que la contracción en la fabricación de equipo de transporte es algo que afectó el desempeño de varias entidades en el 2018. Vemos con preocupación que los estados en los que hay un mayor peso de la industria automotriz, el desempeño de ésta industria puede ser lo suficientemente fuerte como para arrastrar sus indicadores macroeconómicos para abajo.

Con independencia de lo anterior, una conclusión es que una tarea fundamental del nuevo gobierno federal debe ser el fortalecer la presencia de la industria manufacturera en las entidades en las que ésta tiene muy baja o casi nula presencia. En este sentido las industrias ligeras como calzado, textil y vestido, pueden ser de gran ayuda para la formación de una fuerza laboral con una adecuada cultura de trabajo y para el establecimiento de algunos de los procesos productivos. De igual forma, los gobernadores de las entidades federativas con escasa presencia manufacturera, deben crear las condiciones propicias para que llegue este tipo de inversión. Con esto me refiero a que no basta con la creación de parques industriales, sino que se debe formar una fuerza laboral dispuesta a trabajar.

Desde luego que el papel de gobierno federal también es importante en materia de generar incentivos fiscales para el establecimiento de empresas manufactureras, tanto en temas de compra de equipo para producir, como en temas de capacitación y formación laboral, obviamente también generando condiciones de seguridad pública.

México es sin duda una potencia manufacturera mundial, pero queda claro que son solo 10 estados los que tienen la mayor participación. México podría convertirse en una potencia manufacturera aún más grande, así como las asiáticas, si somos capaces de utilizar todos nuestros recursos humanos que actualmente están desaprovechados. Esta sin duda sería la mejor política pública para sacar a los millones de mexicanos de la situación de pobreza en la que viven.

Director General GAEAP*

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En Twitter: @alejandrogomezt