Publicado hace cinco años en alemán, En el enjambre continúa el análisis de la sociedad actual desde la perspectiva de la era digital, donde se han roto todas las distancias que separaban a los hombres con graves efectos en cuanto a las relaciones personales, sociales y políticas. La crítica del filósofo coreano condensa en este texto buena parte de lo expresado en textos anteriores como La sociedad del cansancio (Guía nro. 252), La sociedad de la transparencia y La agonía del Eros, entre otros.

“El hombre de masas es el morador electrónico del orbe terrestre y a la vez está unido con todos los demás hombres, como si fuera un espectador en un estadio global de deporte. Así como el espectador en un estadio deportivo es un nadie, de igual manera el ciudadano electrónico es un hombre cuya identidad privada está extinguida psíquicamente por una exigencia excesiva.”

El símbolo actual de libertad y portabilidad, los smartphones y tabletas electrónicas son analizados desde otra óptica: “los aparatos digitales traen una nueva coacción, una nueva esclavitud. Nos explotan de manera más eficiente por cuanto, en virtud de su movilidad, transforman todo lugar en un puesto de trabajo y todo tiempo en un tiempo de trabajo. La libertad de la movilidad se trueca en la coacción fatal de tener que trabajar en todas partes.”

La digitalización y la proliferación de información prácticamente imposible de digerir afectan hasta las esferas del pensamiento y de la creación literaria en el panorama mundial. Palabras citadas por Han del escritor francés Michel Butor, pueden escucharse también en diversas partes del orbe y en distintos idiomas: “Desde hace diez o veinte años apenas sucede nada más en la literatura. Hay un diluvio de publicaciones y, sin embargo, nos hallamos en una pausa espiritual. La causa es una crisis de la comunicación. Los nuevos medios de comunicación son admirables, pero producen un ruido enorme.”

Y el enjambre continúa produciendo datos e informaciones de manera continua y creciente, con consecuencias que cada vez podemos percibir mejor: “El exceso de información hace que se atrofie el pensamiento. La capacidad analítica consiste en prescindir, en el material de la percepción, de todo lo que no pertenece esencialmente a la cosa. En definitiva, es la capacidad de distinguir lo esencial de lo no esencial. El diluvio de información al que hoy estamos expuestos disminuye, sin duda, la capacidad de reducir las cosas a lo esencial.”

Esta masa de datos constituye la materia prima para empresas como Acxiom, Google o Facebook, especializadas en el análisis y comercialización de estos big data, cuyo uso o abuso ha podido constatarse en campañas políticas y mercantiles. Han los denomina los nuevos servicios secretos de un estado en fusión con el mercado, y advierte el advenimiento de la psicopolítica digital: carente de ideología o de teorías, o quizás, como lo presenta Yuval Harari en Homo Deus, una nueva religión que cimienta su credo en divinidad de los datos y los algoritmos. Pero eso, es otro libro: Psicopolitica.

No sobra decir que buena parte de los textos escritos por Han circulan de forma gratuita en la red, aunque en esta ocasión me gustaría remitirlos a la editorial Herder, aquí.

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