Jaime Panqueva
05:17
31/08/19

Homenaje a la leyenda

"Sí, muchas de las letras no soportarían la diamantina que graniza en estas épocas, pero su frescura, ingenio y honestidad las han convertido en himnos populares."

Homenaje a la leyenda

El jueves pasado, durante una charla en el programa La nave de Argos, Pepe Laguna evocaba la canción Caminos de Guanajuato. Comentó que el famoso “No pases por Salamanca” estaba relacionado con la muerte de Ignacio, uno de los hermanos José Alfredo Jiménez, quien había sido asesinado por un irapuatense en esa ciudad. Eso justificaba el hecho de borrar de su canción, y de todo su repertorio, a la ciudad fresera.

Semejante anatema me hizo buscar al día siguiente más información al respecto. Lo más verosímil que pude encontrar es que Ignacio sí murió en Salamanca, a donde se había movido la familia completa al conseguir trabajo en la nueva refinería, mientras José Alfredo vivía en la Ciudad de México. Pero no se trató de una muerte violenta, sino de una complicación intestinal que cuando buscó tratarse en la capital ya era demasiado tarde. No sé si el irapuatense era el taquero de confianza de Ignacio, o alguno de sus médicos, o siquiera si existió, pero traigo a colación este caso para mostrar este halo de leyenda y la cantidad de historias que se han tejido, y seguramente se seguirán tejiendo, alrededor de la figura del Hijo del pueblo.

Anoche en el Teatro de la Ciudad de Irapuato, fuimos testigos del poder que aún poseen sus letras. El homenaje preparado por los maestros Gabriela Castillo, José Laguna Zúñiga e Ignacio Elías, en conjunto con la soprano Neri Ramírez, el tenor Octavio Ramírez, Perhaps Jazz Band y el mariachi Reyes de México, agotó las entradas con algunos días de antelación y brindó al público momentos de romanticismo y furor con una extraordinaria mezcla de estilos lírico, jazz y mariachi. Por fortuna, quienes que no compraron su entrada a tiempo, pudieron escuchar la función en el foyer del recinto. La sala abarrotada coreó las canciones e incluso, para ratificar el halo de leyenda del cantante, hubo llamadas al teatro a lo largo de la última semana para preguntar si podía ingresarse con el tequila de rigor... Sin embargo, no hizo falta el alcohol, ni hubo balazos al aire; de nuevo pudimos confirmar que Irapuato y muchas de nuestras ciudades necesitan de este tipo de espectáculos, para vencer los miedos que quieren imponer los dueños de nuestra inseguridad. Jóvenes y viejos compartieron a lo largo de casi dos horas ritmos y canciones que hacen parte de la identidad de este estado, interpretadas por jóvenes talentos de Irapuato, Celaya y La Piedad. Sí, muchas de las letras no soportarían la diamantina que graniza en estas épocas, pero su frescura, ingenio y honestidad las han convertido en himnos populares.

Si queremos cultura, si queremos profesionalizar el arte, si queremos producir local para importar menos productos enlatados foráneos, si queremos vencer el miedo, no vendría mal el apoyo de las autoridades estatales para poder transmitir esta misma alegría y sentimiento de fraternidad a otras ciudades de Guanajuato.

 

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