viernes. 19.04.2024
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INAOE: 46 años de explorar el universo

Reúne investigadores en astrofísica (39), óptica (41), electrónica (35) y ciencias de la computación (24)

INAOE: 46 años de explorar el universo

Tonantzintla, Puebla. El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) es uno de los centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que suma 46 años de trabajo ininterrumpido, con la consigna de crecer y expandir sus áreas de investigación y desarrollo de conocimiento, pero también su vinculación con el sector regional, nacional e internacional.

Ubicado en el municipio de Tonantzintla, Puebla, el INAOE se creó por decreto presidencial un 11 de noviembre de 1971. A la fecha, su planta de investigadores está conformada por 143 científicos, distribuidos en cuatro áreas: astrofísica (39), óptica (41), electrónica (35) y ciencias de la computación (24).

Para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Leopoldo Altamirano Robles, director general de este centro de investigación, destacó que de los 143 científicos que alberga el INAOE, 130 pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), siendo en las áreas de astrofísica y óptica, los que tienen niveles más altos. Adicionalmente hay 18 investigadores que entraron por cátedras Conacyt.

Altamirano Robles indicó que al lograr un arbitraje en más de 60 por ciento del total de sus publicaciones en este año, además de cumplir con los estándares que establece el propio SNI, se puede dar referencia de la calidad de los proyectos que se desarrollan en el INAOE.

“En proyectos científicos, hasta mediados del año, teníamos 151 y la meta son 167. Tenemos 90 por ciento de avance. En publicaciones estamos bastante bien. La meta es 210 y tenemos 124, entonces andamos cerca de 60 por ciento de publicaciones arbitradas”.

El compromiso con el GTM

Cuando el doctor Altamirano Robles asumió la dirección del INAOE en 2016, uno de sus compromisos fue terminar la instalación en la antena de 50 metros del Gran Telescopio Milimétrico “Alfonso Serrano”, conocido como GTM.

Hoy la expectativa está superada, ya que se espera que para este 2018 el GTM opere al 100 por ciento de su capacidad.

Como parte de este compromiso, el doctor Leopoldo Altamirano advierte que la operación científica de este instrumento, que será el más grande en su tipo en todo el mundo, requerirá de un replanteamiento en su administración. Para eso ya se trabaja en un documento de gobernanza que estipule nuevas normativas.

“Hasta ahora la propuesta es que el GTM se queda dentro del INAOE, pero que se convierta en una nueva dirección dentro del propio centro. La gobernanza se hará a partir de un comité, en el cual puede estar la Universidad Nacional Autónoma de México y nuestro socio principal, la Universidad de Massachusetts”.

Indicó que existen cuatro intenciones de instituciones extranjeras para colocar instrumentos en el gran telescopio milimétrico y eso facilitará la apertura a otras formas de trabajo, como puede ser un modelo de consorcio internacional que reditúe al INAOE una visibilidad mayor, pero además permita adquirir recursos para solventar los gastos de mantenimiento.

"Creo que es el momento de tomar y aprovechar las oportunidades para formar una especie de consorcio internacional, en el cual reconocemos a nuestro socio, que es Massachusetts, pero a la vez nos abrimos a otros para lograr apoyo financiero para el mantenimiento del telescopio. Por ejemplo, tan solo en electricidad se gasta en promedio 300 mil pesos mensuales”.

Abiertos a nuevas áreas del conocimiento

En la última junta de gobierno se aprobaron tres nuevos posgrados para el INAOE: el doctorado en ciencia e ingeniería biomédica, que ya opera desde agosto de este año; la maestría en ciberseguridad, con dos vertientes, la de software y la de infraestructuras físicas; y la especialidad en cómputo de alto desempeño y ciencia de datos.

“En alumnos graduados de doctorado de este ciclo tenemos 20 y vamos a llegar a 30. En maestría tenemos como meta 65 y llevamos 25; actualmente, entre maestría y doctorado tenemos 475 estudiantes”.

Como parte del compromiso social que mantiene el INAOE, también se ofrece capacitación continua a unos mil 400 profesores de 15 municipios de los niveles secundaria, preparatoria y licenciatura en las áreas de matemáticas, física y computación.

Ciencia con sentido social

Entre la lista de proyectos relevantes que se desarrollan en el INAOE también destaca el procedimiento de clasificación de llanto de bebé con fines de diagnóstico, una investigación que lleva la Coordinación de Ciencias Computacionales.

Este trabajo, explicó el doctor Leopoldo Altamirano Robles, busca que a través de una computadora se analicen las grabaciones de llantos de bebés, y con esa información diagnosticar si el menor tiene alguna enfermedad o deficiencia mental que, si se conoce a tiempo, se puede corregir.

“Con la forma en que el bebé llora ya se puede diagnosticar. Esto ya está probado, ya se publicó y hay estudios que se están haciendo actualmente. El gran aporte de este grupo de investigadores que trabajan en coordinación con colegas de Italia, es que demostraron que el llanto de un bebé de padres mexicanos, comparado con uno de padres franceses y otro de italianos, es diferente”.

Las observaciones que han realizado en este proyecto, liderado por el doctor Carlos Alberto Reyes, advierten que cuando el bebé se está gestando, el cerebro ya se está adaptando al idioma que hablan los padres y por eso al nacer el llanto difiere.

El doctor Carlos Alberto Reyes también está a cargo del posgrado de ciencias y tecnologías biomédicas, un nuevo posgrado que a partir de este año ofreció el INAOE, con la participación de 15 estudiantes.

Otro proyecto relevante que se llevó seis años de trabajo en el área de ciencias computacionales es el simulador de vuelo para aviones CASA C-295; desarrollo que ya se concluyó y fue entregado a la Secretaría de Marina.

El observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov) de rayos gamma es un laboratorio dedicado a observar el universo en las más altas energías y se suma también a la lista de trabajos científicos relevantes que se llevan a cabo en el INAOE, también en colaboración con instituciones nacionales e internacionales.

Esta interacción científica también ha contribuido en la creación de nuevas sedes del INAOE en Monterrey, Aguascalientes y Mérida, además de otras dos proyectadas para Tlaxcala y Guadalajara.

Finalmente, el doctor Leopoldo Altamirano Robles reconoció que la experiencia al frente del INAOE ha sido enriquecedora, llena de retos y metas que serán replanteadas por la comunidad científica que integra este centro.

“Es un gran reto. Es muy diferente estar como investigador que como director. Parte de la enseñanza de esta experiencia es poder observar de forma holística a la institución, que no solo tiene cuatro áreas de conocimiento sino que en su conformación existen otras: la administrativa, los estudiantes, trabajadores, etcétera, y hay que observar de forma global para trabajar en una sola visión como institución y llegar a una meta. En enero tendremos nuestra reunión de investigadores y ahí se discutirán nuevas direcciones que este centro tiene que seguir. He aprendido mucho y espero que podamos llevar a la institución a mejores niveles”.