Es lo Cotidiano

UN RATITO DE TENMEALLÁ

Lars y una chica de verdad (Lars and the real girl - 2007)

Caleb Landaverde

Lars y una chica de verdad (Lars and the real girl - 2007)

Lars y una chica de verdad relata la historia de Lars Lindstrom (Ryan Gosling) y su novia Bianca, una muñeca tamaño real, que él trata como verdadera y cómo ambos son aceptados en un pequeño pueblo. Él es un chico extremadamente tímido, aislado, que con dificultad logra socializar, apenas si soporta el contacto físico con alguien más, tiene un trabajo de oficina, va a la iglesia cada domingo, pero su timidez y su torpeza lo aíslan en la cochera de su casa. Su hermano Gus (Paul Schneider) y esposa Karin (Emily Mortimer) viven en la misma casa que heredaron de sus padres, y Karin intenta sacar a Lars de su aislamiento de la cochera, fracasando en cada intento, al invitarlo a comer, cenar y a cualquier actividad que ella cree que puede lograr algún avance.

Un día en la oficina, Lars se entera por medio de un compañero de trabajo de un sitio web, en el cual ofrecen muñecas sexuales en tamaño real, con características personalizables, para adultos solitarios. Semanas después una caja llega a la casa de los Lindstrom, y a la brevedad la muñeca Bianca es presentada a hermano y cuñada. Lars tiene una explicación para todo, desde el motivo por el cual ella no puede hablar, comer e incluso moverse. Lars siempre la trae en silla de ruedas. Cabe mencionar que a pesar de que la connotación sexual pueda estar muy presente, queda claro que Lars no la usa para estos fines, ya que le pide a su hermano que ella se quede en el cuarto que era de su madre, pues Bianca es una misionera mitad brasileña, mitad danesa y por su religión no puede dormir con su pareja antes del matrimonio.

Gus reacciona con asombro pensando que su hermano perdió la cordura, pero su cuñada, esperanzada, confía en que es un avance, ya que de una manera u otra es un cambio, y Lars a su manera está tratando con alguien. Ahora está en una relación, pero siendo ella consciente también de los posibles problemas mentales, decide buscar la manera de llevar a Lars con una terapeuta con la excusa de que Bianca puede tener una enfermedad por los tantos viajes que ha hecho. Logran mantener citas recurrentes con una medico/terapeuta, que “trata” a Bianca por una enfermedad desconocida, mientras tanto habla con Lars y así tienen sus consultas.

A través de todo esto la doctora decide que lo mejor por el momento es seguir la corriente de lo que está sucediendo y tratar a Bianca como a un ser humano, alegando que, con certeza, ella es real, pues está ahí, presente en la habitación. Gus, desesperado, acepta la encomienda y la optimista de su cuñada también, hacen una pequeña reunión con la gente más allegada a Lars para explicar la situación y piden la ayuda de los mismos. Esto desencadena una conversación bastante interesante en la que hay opiniones cruzadas, unos aceptan, otros dicen que es tonto y no formarán parte, pero una de las vecinas la Sra. Gruner (Nancy Beatty) que es muy cercana a Lars lo defiende, convenciendo a las demás personas, diciendo:

Oh, por el amor de Dios, ¿Cuál es el gran problema?
Sally, tu primo les pone vestidos a los gatos.
Hazel, tu sobrino le dio todo su dinero a un club de OVNIs.
Y Arnie, todos sabemos que tu primer esposa era una cleptomaniaca.
[…]
Estas cosas pasan, Lars es un buen chico, (dirigiéndose a Gus y Karin) pueden contar conmigo.

Esta actitud de aceptación genera que la sociedad se encariñe con Bianca, tratándola como su igual, consigue actividades por hacer, trabajo, y hasta llega a tener peleas con Lars, todo como si ella realmente estuviera viva, Bianca es sólo el reflejo de lo que Lars es y quisiera ser y hacer, su relación, es el modo en que Lars pretende enfrentar a la vida, de una manera u otra, permitiéndole desenvolverse más, llegando a socializar y abrirse más con su familia, amigos y terapeuta.

Ante un tema tan complicado, pudo haber salido muy mal este filme, ya que pudo haber caído en el mal gusto con chistes vulgares o con un mal trato del tema, pero no fue así, ya que la película es tratada con la misma amabilidad y respeto con que se trató a Bianca dentro de la misma. El director Craig Gillespie y la escritora Nancy Oliver hicieron un espléndido trabajo entregando una película honesta, haciendo creer a su público que la bondad y empatía en la humanidad aún existe.