viernes. 19.04.2024
El Tiempo

Las momias de Guanajuato y un plebiscito contra la corrupción

“…la presente administración municipal excedió límites en la exacerbación del morbo…”
Las momias de Guanajuato y un plebiscito contra la corrupción
[En coautoría con Francisco Esquivel Hernández]

 



El mayor elogio que me dedicaron en toda mi vida fue cuando alguien me preguntó qué opinaba y esperó mi respuesta.
Cuando ocurre algo así me sorprendo, aunque por supuesto me agrada, ya que se hace un uso tan poco corriente de mí, que siento como si se me conociera y respetara.

Henry David Thoreau



 


 

El hedor de corrupción en el Museo de las Momias de Guanajuato

Desde el 23 de junio de 1870, con el hallazgo de la primera Momia de Guanajuato(el cuerpo de quien fuera en vida el médico francés Remy Leroy), la progresiva aparición de elementos que conforman la colección de momias naturales más grande del mundo (presuntamente 117) y el interés y la curiosidad de propios y extraños, han detonado el surgimiento del Museo de las Momias de Guanajuato, un museo de sitio junto al Panteón Municipal de Santa Paula.

Sin embargo, la presente administración municipal excedió límites en la exacerbación del morbo, al denigrar a las momias y exhibirlas en calidad de atractivos circenses en contextos destinados a la diversión, el entretenimiento y el espectáculo, llegando a concebirlas como “ganchos” para la atracción de inversionistas de una plaza comercial con amplio estacionamiento, lo que ha indignado a la población capitalina.

El 10 de mayo de 2019 el gobierno del Municipio de Guanajuato anunció que “Proyectan nuevo Museo de las Momias en Guanajuato; tendrá estacionamiento y nuevas vialidades”, el cual “requiere una inversión de 200 millones de pesos”, y que “ya cuenta con el aval del INAH”[1].

El proyecto se “justifica” con los siguientes argumentos:

Pretende dar solución a la problemática de las instalaciones actuales, buscando un espacio amplio y funcional que dé cabida a los miles de visitantes que acuden mensualmente a él[2], ofreciendo condiciones de confort, seguridad y estética[3].

[…] Habrá mayor atracción turística[4] debido a conexión con los principales accesos de la ciudad y cercanía con la zona centro, se contará con más espacio para comerciantes,[5] lo cual representa atracción para los visitantes el tener variedad de productos; se generarán ingresos adicionales[6] y se mejorarán las condiciones para promover espacios más atractivos para los turistas, pero sobre todo para los guanajuatenses.[7]

En la sesión ordinaria 32 del Ayuntamiento de Guanajuato, el 29 de abril de 2020, se aprueba por mayoría el Programa de Obra Pública y Acciones Sociales 2020, con la construcción del nuevo museo, a financiarse mediante un endeudamiento por 66’498,995 pesos[8].

Qué inspira la organización del plebiscito

Es claro que el proyecto de nuevo Museo de las Momias no tiene una sólida justificación y que se apoya sobre falsedades para ser impulsado (además de que no está contemplado en el Plan Municipal de Desarrollo Guanajuato 2040, es decir, se trata de una espontánea ocurrencia). También es cierto que, además de discrepar de las desatendidas prioridades ciudadanas (seguridad, limpieza, transporte público de calidad, por citar algunas), la ciudadanía debería sufragar en forma de impuestos los pagos del crédito a diez años asociado al proyecto de nuevo museo, lo que evidentemente genera desaprobación social. Para muestra, las posiciones del Observatorio Ciudadano de Guanajuato, otras organizaciones de la sociedad civil y asociaciones de comerciantes.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos aclara que el “poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste” (artículo 39), y como esta afirmación se ve contrariada por el proyecto del nuevo museo, es indispensable devolver, mediante el apropiado conducto institucional (es decir, la activación de un mecanismo de participación ciudadana), la determinación a la ciudadanía.

Los mecanismos de participación tienen como finalidad garantizar que en la adopción de decisiones públicas y en la resolución de los problemas de interés general, tome parte activa la población, su destinataria.

El plebiscito que queremos

Para echar abajo la intención gubernamental de imponer una obra pública que a la ciudadanía ni siquiera se le ha permitido conocer (puesto que el proyecto ejecutivo ha sido reservado), un sector de la sociedad guanajuatense ha ido desde la solicitud al Congreso del Estado de que se deseche la solicitud de autorización para el endeudamiento inherente, hasta la identificación e impulso de la figura de plebiscito —utilizado ya en la pasada intención de urbanizar la Bufa con resultados favorables para la comunidad-, con el objetivo de que sea la ciudadanía quien decida al respecto.

Desde nuestra condición ciudadana, hemos manifestado formalmente a la autoridad electoral del estado (IEEG) nuestra determinación de promover un plebiscito. Para ello, hemos consultado la viabilidad de acceder a la aplicación desarrollada por el Instituto Nacional Electoral para la captación del apoyo ciudadano por las candidaturas independientes en las elecciones del 2018, lo que simplificará drásticamente el registro de promoventes, a una interacción cercana a un minuto desde cualquier celular, y verificado en un número indeterminado de dispositivos, lo cual ha sido avalado gracias a las diligencias de la Junta Local Ejecutiva de Guanajuato y el IEEG ante el INE.

Además hemos planteado al IEEG la posibilidad de que la contingencia sanitaria (y las consecuentes medidas de distanciamiento social para frenar la propagación de la pandemia) sea considerada para que el plazo marcado en ley, de 45 días contados a partir del acto de gobierno (para la activación del mecanismo de participación ciudadana contemplado) comience cuando sea levantada la recomendación de la sana distancia, factor adverso a la captación del apoyo ciudadano, lo cual también ha sido autorizado.

En el caso concreto del plebiscito que se ha promovido, se trata de todo un acontecimiento histórico. La vigente Ley de Participación Ciudadana para el Estado de Guanajuato fue expedida el 22 de octubre de 2002, y contempla cuatro mecanismos: plebiscito, iniciativa popular, referéndum y referéndum constitucional. Desde entonces, nunca se ha emprendido alguno sólo por organización social (ocurrió uno en el 2010 en la capital, que sirvió para frenar la urbanización del emblemático cerro de la Bufa, pero ese plebiscito fue solicitado al Instituto Electoral del Estado de Guanajuato y financiado por el gobierno municipal de aquel tiempo).

Los porqués del plebiscito

Pensar un ejercicio de Plebiscito como algo enfocado en un solo tema, o creer que con éste se quiere señalar a una sola persona y/o administración, es limitante. Si bien en el estado de Guanajuato hay el antecedente de un plebiscito, éste nunca había nacido desde la sociedad civil,lo que es digno de atención para este caso.

Así como en su momento los consejeros electorales del estado fueron ejemplo nacional, también otrora la ciudadanía del estado se caracterizó por ser una de las más participativas. Más que apelar a la melancolía, hay que convocar a la ciudadanía a usar los mecanismos de participación si la causa es legítima.

Este plebiscito hoy es gran ventana de oportunidad para decidir el futuro de una población en pleno siglo XXI. Si la clase política ha quedado a deber en cuanto a representantes de uno y otro partido, es el momento de que la sociedad asuma las decisiones públicas y populares que afectan directa e indirectamente la vida diaria.

Aún más: no sólo es momento de salir a decidir sobre un tema en específico. Es la pauta para que a partir de ahí los gobernantes consulten constantemente las decisiones cuasi unilaterales en un sistema que, si bien, legalmente establecido, en la práctica más de muchísimas veces simulado. Si los electores porcentualmente han disminuido es en efecto producto de una decepción política, de la realidad que supera la esperanza o bien el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.

Está claro que la aludida ley llegó por herencia federal y a su vez de convenios internacionales que obligan una mayor participación directa en las democracias actuales, pero llegados al país, y concretamente al estado, se tradujeron en la exigencia de una cuota de respaldo social de tan elevado porcentaje, que más fácil resulta formar un partido político que unir el sentir público a través de este mecanismo, por lo que el Congreso tiene aquí una tarea pendiente.

México tiene su tercer partido en el poder en la federación, y en el municipio. La clase política dista de emanar del pueblo y la ciudadanía. Se repiten errores, prácticas, vicios y un sinfín de desatinos que dejan ver que no es de los partidos, de la ley o de los actuales gobernantes de donde la respuesta debe aflorar, sino de la ciudadanía que hoy acude menos a las urnas,convencida de que la clase política y partidista tiene secuestrada a la burocracia, y será sólo la ciudadanía quien pueda rescatarla.

¿Empezamos?

 

[1]Esta aseveración jamás ha sido acreditada. Inclusive, tuvo que desmentirla el Director de Antropología Física del INAH, Delegación Guanajuato.
 

[2]Es curioso el interés municipal en crear un museo más grande para albergar a los “miles de visitantes” cuando, debido al incremento de 42% en el costo del boleto (de 60 a 85 pesos) aprobado el 10 de octubre de 2018 (justo en el inicio de la presente administración municipal), la afluencia del Museo de las Momias de Guanajuato no sólose redujo 22.38% en 2 años, del 2017 al 2019[2], sino que muestra una tendencia decreciente, como era de esperarse.
 

[3]El gobierno municipal, tan preocupado por ofrecer a los visitantes “condiciones de confort, seguridad y estética”, cuando lo que ellos quieren es que mejoren las actitudes y competencias de los guías y el personal (análisis de quejas de los últimos 3 años. Anexo del oficio CM/0293/2020).
 

[4]Todo un acto de fe. El gobierno municipal espera que un nuevo museo signifique “una mayor atracción turística”, a pesar de que la Dirección General de Cultura y Educación reconozca (Oficio DGCyE/0346/2020) que “no obra en los archivos de esta Dirección un documento con el plan de promoción y difusión” del museo.
 

[5]Una simulación más. No se dice para qué comerciantes. Al menos, no los del exterior del inmueble actual, quienes en ningún momento han sido considerados. Inclusive, se tuvo una supuesta reunión con ellos para presentarles el proyecto (o así fue anunciado), pero sólo se convocó a funcionarios municipales.
 

[6]La Organización Mundial del Turismo reconoce la situación actual derivada de la contingencia sanitaria por la pandemia como una “crisis sin parangón” que, según este organismo especializado de las Naciones Unidas (OMT),

…podría llevar a un declive anual [en las llegadas de turistas internacionales] de entre el 60% y el 80% en comparación con las cifras de 2019.

La demanda interna podría recuperarse antes que la demanda internacional según la encuesta del Grupo de Expertos de la OMT. [Sin embargo,] los expertos de las Américas son los menos optimistas.
 

[7]http://www.guanajuatocapital.gob.mx/pagina/gaceta-municipal (Sesión Ordinaria 27–Ayuntamiento de Guanajuato / Documentos en que se soportan los asuntos a tratar en la Sesión de Ayuntamiento / 4. Punto de acuerdo Deuda Pública)
 

[8]Cuya cancelación debería promoverse de inmediato pues, según indica el punto de acuerdo aprobado, “como parte de las políticas generales para que el municipio de Guanajuato emprenda un procedimiento de contratación de deuda pública se deberá considerar [que…] si durante la marcha del ejercicio se avizoran posibles reducciones a los ingresos pronosticados; y aún no se ha contratado deuda, ésta se cancelará hasta en tanto el Ayuntamiento revise nuevamente las condiciones de las finanzas públicas municipales”, aunque aún no ocurre este acto de congruencia gubernamental.

Lo más dramático de este acto es que la ciudadanía no tiene posibilidad de conocer el documento completo del proyecto ejecutivo del nuevo museo, porque el gobierno municipal lo reservó (Oficio SDGOP/DJ/170120-01).