Mujeres-poema [fragmento]
Kadya Molodowsky
Las mujeres de nuestra familia vendrán a mí en sueños por la noche y dirán:
Con modestia cargamos una sangre pura a través de generaciones,
Te la trajimos como vino bien guardado de las bodegas
De nuestros corazones puros1.
Y una mujer dirá:
Soy una esposa abandonada, dejada cuando mis mejillas
Eran dos rubicundas manzanas todavía fijas en el árbol
Y apreté mis blancos dientes durante solitarias noches de aguardar.
E iré a encontrarme con esas abuelas, diciendo:
Como vientos de otoño, las melodías
Marchitas de sus vidas me persiguen.
Y vienen a encontrarme
Sólo donde las calles están oscuras
Y donde sólo las sombras yacen:
¿Y por qué debe esta sangre sin mancha
Ser mi consciencia, como una hebra de seda
Ligada a mi cerebro,
Y mi vida, una página arrancada de un libro sagrado
Con la primera línea rasgada?
***
Kadya Molodowsky (1894-1975) fue una poeta bielorrusa afincada en Norteamérica que escribió su obra en yiddish. Fue profesora de idiomas y editora de revistas culturales en su idioma de elección; publicó además varios tomos de poesía.
La traducción es de Esteban Cisneros.
[1] El verso original dice nuestros corazones kosher, que es la palabra hebrea que significa “apto” o “puro”, y se refiere por lo general a lo comestible. Si bien la figura retórica original funciona con la palabra kosher, se prefirió usar el término en español para evidenciar el significado.