Es lo Cotidiano

ARTÍCULO

Músicas en otro cuerpo

César Zamora

Tachas 131
Tachas 355
Músicas en otro cuerpo


YouTube nos acerca culturas musicales lejanas y puede poner en contacto a unas con otras: a Jorge Drexler con Os Mutantes, al avant-prog con Javier Solís e inclusive a los discos Cenzontle con la disquera Garden of Delights. Consigue el efecto de divulgar en cifras astronómicas la obra y las actuaciones de grupos y artistas. De la profundidad africana o de la península indostánica a tu casa en un abrir y cerrar de ojos.

Oír por primera vez un pasaje musical tan extraño como el dripping de Pollock nos abre mundos elásticos que ni siquiera sabíamos que existían y se nos enredan para siempre en el cerebro.

 “Recuerdo escuchar «Mr.Tambourine Man» de los Byrds siendo adolescente y, tal como volvería a ocurrir tantas otras veces después, fue como si una parte oculta del mundo se revelara ante mí de repente. Aquella música no sólo sonaba diferente, sino que era socialmente diferente”, apuntó el compositor David Byrne en su libro “Cómo funciona la música” (2012:92).

Las obras de arte escultórico, arquitectónico y pictórico están pasmadas. Han sacado, en cierta manera, de su pasmo natural a mármol, piedras, lienzo y pigmentos, mas ellas no pueden cambiar de forma o de aspecto. Han caído en otra forma de pasmo, empero el arte musical posee ya procedimientos para cambiar de cuerpo a sus obras (García Bacca, 1990:303).

La música extraña e inaccesible arrumbó su cuerpo de policarbonato para reencarnar en uno expansivo. Se apartó de las grandes tiendas y se incrustó en artefactos móviles que despliegan series eternas. Por lo tanto, el cuerpo anterior de la música se abarata cada vez más y hoy podemos encontrar en cincuenta pesos aquel disco de importación que alguna vez costó 500 (pero la música añora su cuerpo de vinil y esa evocación va ganando adeptos que gustan de seducir a «ese cuerpo», marcado por surcos concéntricos).

Con esta transmutación, la música es cada vez menos pública, se aleja de las glorietas, de los grandes estadios y de las estanterías. Sin embargo, podemos acceder a obras del arte musical que hace una década jamás hubiésemos podido escuchar, como esos discos de krautrock, trance, garage, folk o jazz experimental que no llegaban a Mixup ni a otras tiendas de promoción musical.

Siempre se había escuchado música en compañía de un grupo de gente, pero ahora ya puedes escucharla a cualquier hora y en solitario. Para algunos, eso es horrible; es como alcoholizarse solo, dicen; es antisocial y psicológicamente peligroso. ¡Lo describían como masturbación! (Byrne, 2012:83).

Si el internauta quiere, puede pasar de Luis Pérez Ixoneztli a José Luis Fernández Ledesma, de Circus 2000 al “Obscured by clouds” de Pink Floyd, o de Julián Carrillo y su Sonido 13 a las esculturas sonoras, con un simple deslizamiento dactilar.

Perdí “Alturas de Macchu Picchu” del grupo chileno Los Jaivas, empero puedo abrir YouTube y escuchar el disco en la secuencia original de las composiciones, al azar o entre una pieza de Luis Alberto Spinetta y una de Kim Deal y sus Breeders.

YouTube es, evocando a Borges, “uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” de la creación musical. ¿O cuál sonata, sinfonía, álbum, compilación, sombra o laberinto del arte musical no está en “el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos”?

Si bien podemos acceder a enormes catálogos, la memoria y la atención ya no se ejercitan como antes. Recordar portadas, set lists y reseñas servía para mejorar nuestra capacidad memorística, una herramienta psíquica para orientarnos y reconocernos. Al escuchar todo un disco sin interrupciones ni saltos ejercitábamos la concentración, la persistencia y la reflexividad, tres cosas útiles en el proceso de ejercer un control voluntario sobre la capacidad atentiva para realizar tareas cognitivas complejas. Ahora saltamos de canción en canción, de estilo en estilo o de país en país, porque YouTube nos acerca culturas musicales lejanas y puede poner en contacto a unas con otras.

Cuando YouTube se clausure o se extinga, ¿qué cuerpo adoptarán las obras del arte musical?



[Ir a la portada de Tachas 355]