Es lo Cotidiano

CUENTO

Ophelia (1862)

Beatricia Braque

Beatricia Braque
Imagen de Jana Heidersdorf (checanty en instagram)
Ophelia (1862)


Me vi extraviada en un gran jardín. Creí ver un camino. Creí no ver ningún camino y continúe descendiendo en dirección hacia un río que me adormecía con su transcurrir suave. Pensé en el tiempo. Pensé en bañarme en pausa en un río congelado. Pensé en Heráclito, en cómo burlarlo. ¿Y si construyo una presa? Pensé en mi cadáver flotando, ¿sería entonces la misma?, el tiempo no podría tocarme. Pensé en Ophelia y en su vestido quieto. Pensé en Elizabeth Siddall flotando en aquella bañera de Gower Street para representar el ahogamiento, en Millais contemplándola, en cómo después de estas largas sesiones durante el invierno ella contrajo una neumonía de la que jamás se recuperó. Pensé en su inmovilidad, en todas las horas que pasó en una bañera fingiendo estar muerta. Ser musa es renunciar al movimiento. Una mujer vasija.  

El jardín quería hacerme descansar en su abrazo. Pensé en cómo sería desvanecerme con láudano. La somnolencia seguida del hormigueo, el tacto exacerbado, y finalmente una sensación de paz, un último respiro. Siempre he creído que ese último respiro se parece al que se toma antes de sumergirse en una piscina. Una piscina inversa en donde al cambiar de densidad el cuerpo que ha dejado de ser cuerpo flota y se eleva hasta abandonarse por completo.   

Las adelfas se abrían y cerraban. Me imagino los días de Elizabeth cubiertos de letargo, ella moviéndose apenas. Y los Prerrafaelitas orbitando a su alrededor, deseándola. Cómo negar el atractivo de una mujer tan frágil, tan no viva. Uno de ellos más adelante la desposaría para reclamarla como su maniquí de carne. Suyo y solo suyo. Me imagino a Rossetti acomodándola para pintarla como si se tratara de una muñeca sin vida. Inclinándole el rostro para hacerla mirar hacia la nada. Me la imagino a ella en trance, respirando apenas, sumergida en el éxtasis del no ser, al fin convertida en pensamiento puro. La veo alejarse de su cuerpo para explorar otras memorias hasta regresar al momento en que fue planta y sus pies y manos abiertas fueron raíces, y así sentir a las horas escurrirse como el rocío.




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Beatricia Braque. Narradora irredenta || Poetastra neobarrocosa || Femimarxista multimaterialista || Ideológicamente inconsistente.


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