jueves. 18.04.2024
El Tiempo

El restablecimiento de las relaciones EE.UU.-Cuba

"Este jueves 13 de agosto Fidel Alejandro Castro Ruz cumplió 89 años de edad, por lo que Cuba le está festejando por todo lo alto su aniversario de vida al líder moral de la Revolución Cubana"

El restablecimiento de las relaciones EE.UU.-Cuba

Este jueves 13 de agosto Fidel Alejandro Castro Ruz cumplió 89 años de edad, por lo que Cuba le está festejando por todo lo alto su aniversario de vida al líder moral de la Revolución Cubana.

Irónicamente, este jueves se celebró el Día Internacional de la Juventud y el anciano comandante se mantiene lúcidamente activo, festejando su cumpleaños al lado de los Presidentes Evo Morales y  Nicolás Maduro, de Bolivia y Venezuela respectivamente. Beligerante, Castro insiste -en su última publicación en la prensa cubana- en el adeudo millonario (en dólares, por supuesto) que las administraciones estadounidenses tienen con los ciudadanos cubanos producto de las enormes pérdidas monetarias que el bloqueo organizado por los norteamericanos ha ocasionado a la isla durante más de medio siglo. 

En el retiro político desde el 2006, se entiende que retóricamente no podría ser otra su postura, al presenciar el cambio de rumbo que está tomando Cuba en sus políticas de apertura, esperadas por propios y extraños. Iniciadas por su hermano Raúl (el Gorbachov cubano), en el discurso el gobierno cubano se mantiene en el ámbito socialista, pero en la práctica las reformas democráticas -que no podían esperar para los caribeños-, han permitido mayores libertades y progresos en los derechos humanos en la isla.

La reapertura de la embajada estadounidense

Son ya 54 largos años de fracturadas las relaciones entre EE.UU. y Cuba, este viernes 14 de agosto se concreta el restablecimiento de los vínculos diplomáticos, comerciales, económicos y culturales que de manera oficial se firmaron el pasado 20 de julio. Sin la presencia oficial de los Castro, la embajada estadounidense en La Habana reabre sus puertas con una ceremonia encabezada por el secretario de Estado John Kerry. Transmitida en vivo por diferentes cadenas anglosajonas de televisión y agencias internacionales de noticias como CNN, AFP, Reuters, Univisión y Televisión Cubana, el evento ha causado revuelo y la expectativa internacional es amplia, a pesar de la ausencia de las máximas autoridades cubanas. El gobierno de Raúl Castro ya había abierto la embajada de Cuba en Washington desde el 20 de julio, evento que no tuvo tanta trascendencia como la esperada reapertura de su similar estadounidense en La Habana.

El bloqueo sigue vigente

Recordemos que el embargo económico no ha sido levantado aún, pero la presión de la administración Obama al Congreso estadounidense continúa.

En breve, la prohibición de viajar a la isla será levantada, el gobierno de Obama se ha alejado de la disidencia cubana para no entorpecer las negociaciones de normalización; hay grandes avances en materia financiera por ambas partes y los acuerdos en el grupo bilateral de gestión continúan por buen camino.

Fueron dos mujeres las gestoras encomendadas para la normalización de relaciones: la estadounidense Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado y la cubana Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la Cancillería cubana. El papel de ambas féminas les depara un futuro promisorio en la política de sus respectivos países.

Cuba en el corazón

No podemos señalar una contrarrevolución disfrazada en este proceso, pues los ideales de la Revolución Cubana siguen establecidos desde el régimen oficial; tampoco es el triunfo de la disidencia política ni de los cubanos en el exilio, el acercamiento entre ambas administraciones se ha dado paulatinamente con muestras de buena voluntad de ambas naciones en los últimos años. Atrás ha quedado la Guerra Fría, la Crisis de los Misiles, el intento de invasión en Bahía de Cochinos, los lamentables casos de los Balseros cubanos, y la distancia forzada entre familias enteras en ambos países.

El restablecimiento de las relaciones entre ambas naciones es un logro diplomático de Raúl Castro y Barack Obama, no podemos escatimarle a ninguna de las partes su buena voluntad, pero levantemos la ceja hacia el futuro de las inversiones extranjeras de los empresarios estadounidenses en Cuba, en donde la hermosa isla representa un ansiado manjar para los insaciables deseos de expansión de las trasnacionales anglosajonas.

Para los amantes de la libertad y los derechos humanos, el sueño de un gobierno cubano que equilibre los alcances sociales de la Revolución, con el ejercicio verdadero de la libertad de expresión, de libre asociación y libre pensamiento, comienza a ser tangible.