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El Rolls-Royce psicodélico

Esteban Cisneros

El Rolls-Royce psicodélico

El verano de 1967 es aún en el imaginario popular el verano del amor. El primero de junio salió el disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles, sin sencillos para la radio: si querías escuchar el disco, tenías que escucharlo completo. El 25 de ese mes, en la emisión internacional de televisión Our World, transmitida vía satélite a millones de televidentes, los Beatles estrenaron All You Need is Love. La canción –descrita por Peter Brown, asistente y biógrafo de los Beatles, como “algo ingenuo y banal, pero tan fervoroso que nos daba esperanzas a todos”– comenzaba con los acordes de la Marsellesa, para dar paso a un John, mascando chicle, cool, convencido de que “es fácil: todo lo que necesitas es amor”.


 

Para festejar éste acontecimiento y aprovechar el pretexto, Brian Epstein, manager de los Beatles, organizó una fiesta en Kingsley, en tono psicodélico. Entre los invitados estaban Mick Jagger y Marianne Faithfull, sir John Pritchard (director de la Orquesta Filarmónica de Londres) y Derek Taylor y su esposa Joan. Derek había sido, anteriormente, asistente de los Beatles en cuanto a los asuntos de la prensa, pero renunció en una gira por Estados Unidos, con el pretexto de querer estar con su esposa y sus hijos. Como Derek Taylor vivía en Los Ángeles, California, Brian Epstein les ofreció boletos de primera clase para volar a Inglaterra y regresar unos días después, sólo para asistir a la fiesta.

La fiesta fue en sábado y Derek y Joan llegaron en la mañana. John Lennon y George Harrison fueron a recogerlos al aeropuerto de Heathrow, acompañados de sus respectivas esposas, Cynthia y Pattie, y de tres locos, apodados The Fool, que se dedicaban a diseñar los vestuarios psicodélicos de los Beatles. Todos se apretujaron en el Rolls-Royce de John, que, según Peter Brown, estaba recién pintado con flores y colores brillantes. El auto tenía un plato giratorio para tocar discos, así que escucharon el más reciente sencillo de Procol Harum, A Whiter Shade of Pale (lanzado el 12 de mayo de 1967), favorito especial de John. Comenzaron a rolarse un termo con té y, cuando le llegó a Derek Taylor y le dio un trago, la música cambió, haciéndose increíblemente placentera. La única que no bebió fue Cynthia Lennon. El té tenía LSD.


 

Y el LSD fue el invitado central de la fiesta en Kingsley. Cuenta la leyenda que los Beatles enviaron una gran cantidad de equipo para filmar a San Francisco, California, al festival de Monterey Pop (donde sucedió esa escena de Jimi Hendrix con guitarra en llamas). Todo esto era un plan con maña, pues los derechos de filmación del festival habían sido vendidos a una compañía cinematográfica de los Estados Unidos. Cuando llegó el equipo fílmico al festival, fue rechazado, como se había previsto y, antes de regresarlo a Inglaterra, las lentes de las cámaras se llenaron de LSD para ser pasado, sin problemas, al otro lado del Atlántico. Por tanto la fiesta fue, en palabras del mismo Peter Brown, “de una calidad suave y onírica”. Toda la tarde se escucharon Sgt. Pepper y A Whiter Shade of Pale. Paul McCartney telefoneó para avisar que no iría y Brian Epstein se sintió devastado. John y George lo pasaron colocados.


 

Hubo un momento en que Derek y John salieron a su Rolls-Royce psicodélico, pusieron A Whiter Shade of Pale en el tocadiscos y se fueron a la parte trasera del auto. En momentos en que John tenía un mal viaje, Derek le hablaba. Estaban en eso cuando llegó George y subió con ellos. When you’ve seen beyond yourself then you may find peace of mind is waiting there.

Era el verano del amor y del LSD, al fin y al cabo.

C/S.

 

 

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Esteban Cisneros
(León, Guanajuato) es panza verde, músico de tres acordes, lector, escritor, dandi entre basura. Cuanto sabe lo aprendió entre surcos de vinilo y vermú y los Beatles. Está convencido de que la felicidad son los 37 minutos que dura el primer disco de Dexys Midnight Runners. Procura llevar una toalla a todos lados por si hay que hacer autoestop intergaláctico.

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