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Tachas 398 • The Assistant y Promising Young woman: sobre el destino de las heroínas

Oscar Luviano

Oscar Luviano
Tachas 398
Tachas 398 • The Assistant y Promising Young woman: sobre el destino de las heroínas

Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins) fue una decepción, no solo para los fans de la franquicia DC, para los nostálgicos de los ochentas y para aquellos que habían puestos sus esperanzas en este titulo para obtener, al fin, la representación de un personaje femenino digno y profundo, con los matices necesarios para convertirse en un reflejo de las demandas femeninas sociales y políticas de este siglo.

Por desgracia no fue así, y los responsables del filme perdieron todo el capital ganado en la primera parte. Esta continuación, mal remedo de “La pata de mono” de W. W. Jacobs, presenta a una Diana que se pasa la mitad de la película romanceando con el espíritu de su novio muerto, debidamente contenido en el cuerpo de un desconocido… Una mezcla de necrofilia y fantasía de violación sobre la que es mejor tender un manto de piedad.

El feminismo (lo que los grandes estudios y plataformas de streaming entienden por él) se ha convertido en parte de los valores de producción que acompañan un gran presupuesto. Sin embargo, lejos de abrir espacios para abordar problemáticas urgentes (el aborto, la violencia doméstica, la brecha salarial…) con rigor o de prestar un trasfondo filosófico que enriquezca, al menos, el diseño de sus personajes, este “feminismo” mediático sólo ha conseguido presentar personajes femeninos que encuentran su fuerza y el aplauso del público al comportarse como hombres, como sucede en Queen’s Gambit (Netflix, 2020) y en la breve saga de Harley Queen.

La vida de las mujeres siempre ha tenido un reflejo necesario y fiel en el cine, sin necesidad de marketing (e incluso de audiencia). A pesar de esta aparente efervescencia de la perspectiva de género que vivimos, ese cine femenino sigue estando relegado, aunque sus propuestas narrativas son mucho más interesantes que las del pretendido cine social de la gran industria.

Por ello hablaré de dos títulos que, desde diferentes géneros, con registros muy distintos, abordan la violencia de género y la discriminación profesional femenina, aprovechando que desembarcan en la plataforma Amazon Prime.

Se trata de dos piezas que unen los esfuerzos de dos directoras y dos actrices que vale la pena seguir.

Emerald Fenner, actriz y guionista inglesa, entre cuyos créditos se encuentran The Danisg Girls (2015) o Killing Eve (BBC), repasa el tema de la violación en los campus universitarios a través de una comedia negra incómoda, con una clara toma de partido y una absoluta evasión del didactismo, que la separan sanamente de otros ejemplos del género del revenge candy.

Promising Young woman, además, es una magnífica oportunidad para recuperar a Carey Mulligan, una actriz que, al fin, rebasa su estatus de muñeca rota a la espera de su bello salvador (al menos su rol más conocido en Drive y Shame, en las que comparte el mismo flequillo). Muy en cambio, en esta ocasión interpreta, con dosis exactas de amargura, sarcasmo y compasión, a Cassie, una ex estudiante de medicina que, tras la violación tumultuaría de su amiga más cercana en el campus, abandonó sus estudios para cuidar de la víctima.

Años después, tras un caso que nunca llegó a juicio, Cassie trabaja en una cafetería y dedica sus noches a fingirse ebria en los bares. En cada una de sus incursiones, Cassie es levantada por un hombre que, “preocupado” por su estado, se le lleva a su casa para abusar de ella (si bien, desde el punto de vista de cada juerguista, se trata de una seducción). Cuando Cassie deja de fingir, sucede aquello por lo que este filme ha sido acusado de “misándrico” y panfletario. Aunque creo que lo que realmente ha indignado es el retrato que hace de los depredadores nocturnos, que incluye al sensible y al místico, sin olvidar a aquel que, al conocer los planes de Cassie, termina por gritar “¡Siempre lo arruinan todo!”.

Suponer que Promising Young Woman es un panfleto antihombres es pasar de lado su retrato de una mujer destruida por el duelo y la presentación que hace de las mecánicas de complicidad y omerta masculina e institucional que rodean a la violación y al feminicidio.

Una relación con un “hombre bueno” hace que Cassie abandone esa cruzada, pero la noticia de la boda por todo lo alto del violador de su amiga, le da la oportunidad de ajustar cuentas con todos los involucrados en su impunidad: desde la rectora de la universidad hasta el abogado que acalló la causa, en una espiral que conduce a un violentísimo final.

En el otro extremo del espectro, pero igual de efectiva en su denuncia de los pactos patriarcales, se encuentra The Assistant (2019), un filme ignorado en su estreno comercial, a pesar de sus nominaciones a premios estimables. La explicación de ello se debe, en parte, a las arriesgadas elecciones de su directora, Kitty Green.

Para su cuarto filme, del que también es guionista y editora, la directora australiana elige un tono tan descarnado como distante, que funciona, en buena medida, gracias a la actuación de Julia Garner, contenida y doliente, en la que cada gesto cuenta más que lo que no se dice y que nunca acaba por decirse.

The Assistant presenta a Jane, aspirante a cineasta que acaba de conseguir el trabajo de sus sueños: ser la asistente del mandamás de una gran casa productora. Las jornadas semiesclavizantes y el desprecio sardónico de sus compañeros de oficina no minan su ambición. Sin embargo, comienza a darse cuenta de que el jefe (apenas una voz atronadora tras una puerta cerrada o en llamadas o correos intimidantes) aprovecha la situación para llevar a aspirantes a actrices a hoteles a cuenta de la firma. Movida por una auténtica compasión por estas chicas, con una vida útil cada vez más breve para su depredador, Jane decide denunciarlo en el departamento de Recursos Humanos.

Pausada y minuciosa, The Assistant también tiene uno de sus mayores méritos en la forma en que disecciona y presenta la violencia laboral que Jane acepta como precio por ascender en el mundo de la producción televisiva: en su caso el acoso carece de sexualidad, porque Jane ha sido despojada de todo resquicio de humanidad. Una condición que se revela gracias al tono ajeno del filme, que robotiza incluso los momentos culminantes.

El resultado de la rebelión de Jane es desesperanzador por real. Si Cassie obtiene al final su venganza wagneriana a un precio mortal, Jane encuentra que no tiene otra alternativa para sobrevivir que convertirse en uno más de los muchachos, como las heroínas que abundan en el cine que desea crear.

Promissing Youn Woman (2020) y The Assistant (2019) se encuentran disponibles en Amazon Prime.

 





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Óscar Luviano (Ciudad de México, 1968). Narrador y poeta. Cuentos suyos se incluyen en Nuevas voces de la narrativa mexicana (Planeta, 2003) y en Así se acaba el mundo (SM, 2012). Colabora en diversos medios y publicaciones.

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