No lo puedo negar: aplaudo la salida de Arturo Joel Padilla como director del Forum Cultural Guanajuato en León, y lamento que se hayan tardado tanto. Tras el bochornoso espectáculo de la salida de Alonso Escalante Mendiola del Teatro del Bicentenario, por cuyo proceder tuvo que pedir disculpas públicas obligado por la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato, muchos seguíamos convencidos de que quien debió irse entonces era Padilla Córdova. No dudé en expresarlo de forma escrita; hoy, los resultados de su desempeño lo han demostrado.

Si gracias al trabajo de siete años de Escalante, durante el 2018 el Teatro del Bicentenario logró mantener cierta inercia en su programación, este año naufragó por completo. Y no lo digo sólo yo, que sigo la cartelera y asisto con alguna regularidad a sus eventos. Tenemos un gobernador que a duras penas se asoma a los eventos culturales, que confunde de forma grosera la cultura con el turismo, y que se esconde de los medios cuando tiene que hablarle a sus gobernados sobre la seguridad o la lucha contra el crimen. Y no sigo con la caracterización porque me desviaría mucho del tema. Además, ya todos lo conocen, incluso quienes sin conocerlo votaron asustados por él... Extraigo literalmente su declaración del portal La silla rota, porque su limitada elocuencia me parece paradigmática: “desde mi punto de vista creo que ha ido decayendo la calidad en la oferta cultural del Forum.” Hasta Diego lo vio, qué más puede decirse.

Al más fiel estilo del Chapulín Colorado, cuyos movimientos estaban fríamente calculados, según nuestro gobernador, no se trata de un cambio improvisado, y vuelvo a citarlo: “hay cambio de director, es parte de una estrategia que tenía, era el momento oportuno".

El problema ahora consiste en el reemplazo. El comunicado oficial es muy escueto. Aparte de éste, sabemos que se nombró como interino a Jaime Ruiz Lobera, y se habla de tres candidatos, dos que pasaron por el Instituto Cultural de León, y que a modo de ver de muchos (me incluyo) carecen de la experiencia y visión para manejar un espacio de las dimensiones del Forum, que albergó durante unos años la mejor casa productora de ópera de México, algo que ahora sólo queda en el recuerdo gracias a Padilla Córdova.

El tercero, Juan Meliá, por su trayectoria podría ayudar a impulsar las artes escénicas en un recinto que tiene el potencial para convertirse nuevamente en un referente nacional o hemisférico. Quizás habría que decirlo mejor, para que cale en los oídos de los funcionarios de este sexenio: que llegue a la altura de escenarios de Singapur, Finlandia o Islandia... ;)

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