Es lo Cotidiano

Videodrome [XXXIII]

Javier Morales i García

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Los jueves, milagro (1957) de Luis García Berlanga
Videodrome [XXXIII]

Febrero de 2008

Hace unos meses tiré a la basura toda mi colección de películas en cintas de video.

Hacía ya años que no tenía un video que funcionaba, pero de esa manera romántica seguía guardando las cintas en casa. No sé, tal vez, algún día, las nuevas tecnologías me brindasen la oportunidad de pasarlas a CD, pero por otro lado una mezcla de pereza y odio a las nuevas formas me decía que no. Aquello no hubiera sido un final justo para mis películas en cintas de video... Así que, un buen día, reuní las fuerzas, las ganas y el tiempo suficiente, y estuve varias tardes metiendo las cintas en bolsas negras de basura y embalándolas lo mejor que pude.

Resistiéndome a que esos geniales artefactos pasaran a la historia del todo, apunté los títulos de la Colección de La Vieja Ola de Películas en Versión Original (como tiene que ser) en una libreta pequeña... y pensé: "de aquí sale algo". Lo que salió es este invento llamado VIDEODROME... En sucesivas partes, iré escribiendo algún detalle de cada película que tenía grabada en esas cintas de video que acabaron en la basura. Sin duda, ya forman parte de mi vida y, a pesar del hecho en sí, nunca las voy a olvidar... Cinéfilos y Mitómanos...

Los jueves, milagro (1957) de Luis García Berlanga

Es uno de mis títulos favoritos de Berlanga, aunque la mayoría elige otras películas del cineasta del Imperio Austrohúngaro... Y me gusta porque Berlanga se burla de todo y de todos, como tiene que ser, como tendría que ser siempre. Parece tomar partido por una idea o por un concepto para después burlarse... Burlarse de las derechas, pero también de las izquierdas, de lo políticamente correcto y de la progresía que siempre ha existido, de la religión y los religiosos y de los ateos y agnósticos, de los españoles y de los extranjeros. Berlanga puede odiar a la gente que ama y puede amar a la gente que odia, y siempre a partes iguales. Creo que es debido a esa típica sorna valenciana, aquella que nunca sabes si te están hablando en serio o no, y tampoco importa demasiado, mientras puedas pensar en ello o simplemente ignorarlo... Lo cierto es que la película es toda una obra maestra en todos los sentidos y se mantiene formidable, brillante, te hace reír y pensar, pensar y reír. Cine en Estado Puro.

Ahora no se podría hacer porque la censura de las subvenciones no lo permitiría. Entonces las autoridades hacían la vista gorda muchas veces y el formato de comedia -de españolada- permitía que los funcionarios censores dieran el visado.

Manuel Alexandre está extraordinario en el papel de vagabundo usado por unos indeseables caciques de un perdido pueblo muerto de hambre de la tétrica España de mediados del siglo XX.

Es un iluminado demente que se traga el montaje cutre de la aparición de un santo redentor, pero para redimir un moribundo balneario... Y el resto del reparto es igual de brillante, desde el americano Richard Basehart, que venía de rodar Moby Dick y que era un favorito de algunos directores europeos, aunque otras teorías hablan de que pasaba por allí... pero no puedo evitar quedarme con José Isbert, el italiano Paolo Stoppa, Juan Calvo, Alberto Romea, Félix Fernández, Manuel de Juan, Guadalupe Muñoz Sampedro, José Luis López Vázquez, Luigi Tosi, Nicolas D. Perchicot, Mariano Ozores, María Gámez, Julia Delgado Caro, Félix Briones, Josefina Bejarano, Concha López Silva, Paz Robles, José Montero Ríos, Pablo Beltrán, Paco Amor, Luis Varela, Jesús Rodríguez...

El filme es muy cruel. Despiadado. Muy negro en la tradición del Lazarillo de Tormes. Goyesco... Es decir, así como somos los españoles que somos capaces de reírnos delante del que se cae, y del que se vuelve a levantar… Mientras hablamos de todo y a gritos, mientras reímos y lloramos en la misma frase...

¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros, la verdad, lo estamos justamente, pues recibimos el justo pago de lo que hicimos; mas Éste nada ha hecho. Acuérdate de mí cuando vinieres en la gloria de tu realeza.

En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso... Una frase de guion genial

En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso... Somos capaces de reírnos incluso de las buenas obras, o de las buenas acciones inventadas... ¿Quién sabe?

Tal vez buscamos los que odiamos o no creemos... Somos Jueces y somos Salvadores, pero hay veces que no somos nada, y nos queda solo un poso de tristeza y realidad, como nos deja esta película de Berlanga, pensando en que, bueno, pudo ser genial, pudo ser... pero

la vida, sea como sea, sigue adelante siempre, para mal o para bien. Todos tenemos una doble cara, no solo hay una respuesta y una razón, y el que aun crea que solo hay una verdad es que, realmente está esperando milagros...

Gone with the Wind (1939) de Victor Fleming y Sam Wood y George Cukor

Lo que el viento se llevó… De la novela de Margaret Mitchell, Premio Pulitzer de 1937:

"Escarlata O'Hara no era bella, en realidad, pero los hombres no solían darse cuenta de ello hasta después de quedar cautivos en su sutil hechizo. Tal era el caso de los hermanos Tarleton. En el rostro de Escarlata contrastaban manifiestamente las delicadas facciones de su madre, una aristócrata de la costa, de familia francesa, con las toscas de su padre, un irlandés. Pero era el suyo, con todo, un semblante atractivo, de barbilla puntiaguda y de finos pómulos. Sus ojos eran de un verde pálido y puro, sombreados por negras y rígidas pestañas, levemente curvadas en las puntas.

Sobre ellos, unas negras y espesas cejas, sesgadas hacia arriba, cortaban con leve y oblicua línea el blanco magnolia de su cutis, ese cutis tan apreciado por los meridionales y que tan celosamente resguardaban del cálido sol de Georgia, con sombreros, velos y guantes.

Sentada con Stuart y Brent Tarleton a la fresca sombra del porche de Tara, la plantación de su padre, en aquella clara mañana de abril de 1861, la joven ofrecía una imagen primorosa y atrayente..."

María Rosa y Luis se casaron un 17 de diciembre de 1951 y en su Luna de Miel viajaron para ver el estreno de Lo que el viento se llevó a Las Palmas de Gran Canaria... En España, la película se estrenó un 17 de noviembre de 1950, más de 10 años después de su estreno oficial en tres Premieres en los Estados Unidos: Atlanta, Nueva York y Los Ángeles.

Así que esta es una película unida sentimentalmente a La Vieja Ola y que se recomienda verla, por lo menos, una vez en la vida, de la misma manera que dicen que hay que plantar un árbol y bla bla blá...

Una obra maestra en todos los sentidos y que ya se queda marcada dentro de ti para siempre por mil detalles, miradas y escenas gloriosas.

Hay amores que duran toda la vida, no hagas caso de los tópicos.

La Vieja Ola lo sabe, lo ha visto delante de sus ojos…

Se sintió vagamente reconfortada y fortalecida por esta evocada imagen, y algunos de sus locos pesares y de sus heridas quedaron relegadas al fondo de su imaginación.

Permaneció un momento recordando pequeños detalles: la avenida de oscuros cedros que conducía a Tara, los macizos de jazmines, el vivo verdor de las plantas sobre los muros blancos, las cortinillas blancas que revoloteaban en las ventanas. Y Mamita estaría allí. De repente anhelo ver a Mamita con ansia, como anhelaba cuando era una niña pequeñita, reclinar su cabeza en el robusto pecho y sentir la curtida y negra mano acariciando su cabello. Mamita: el último eslabón de los tiempos pasados…

Con el espíritu de su raza, que se niega a reconocer la derrota, aun cuando se la mire fijamente, cara a cara, Escarlata levanto la cabeza. Atraería de nuevo a Rhett. Estaba convencida de que lo conseguiría. No había existido un solo hombre al que no hubiese subyugado cuando se lo había propuesto.

Pensaré en todo esto mañana, en Tara. Allí me será más fácil soportarlo. Sí, mañana pensaré en el medio de convencer a Rhett. Después de todo, mañana será otro día.

En Recuerdo del Amor de María Rosa y Luis.




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Javier Morales i García
(Tenerife, España) es editor del fanzine Ecos de Sociedad, la publicación mod más longeva en Europa. Desde inicios de los 80, escribe, reseña y edita; hoy, Ecos puede leerse aquí. en. Es obseso de la música y el cine.

 

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